Hola chichis!!! El tránsito de Saturno en Piscis es uno de los eventos astrológicos más importantes del momento, ya que Saturno siempre tiene una gran influencia en el clima astral, y en la experiencia de la etapa en la que nos encontramos.
Cada vez que Saturno cambia de signo, se presentan situaciones y dinámicas muy características, que ayudaría conocer desde un punto de vista astrológico. Aquí os dejo 7 claves que sirven para comprender este cambio de signo de Saturno, su importancia y su trascendencia a largo plazo.
1. ¿Qué significa Saturno?
Saturno es uno de los planetas más lentos, y en la Antigüedad era el planeta conocido más alejado de la Tierra. De ahí que se asocie a los límites, la protección, el frío o los tiempos largos. A Saturno lo vemos brillar muy flojito cuando lo vemos en el firmamento, y avanzar muy, muy lentamente, y eso también se relacionó, en su momento, con nociones como la autoridad, la vejez, el sobrio rigor, la disciplina, la perseverancia, la estrategia o el largo plazo. Los ciclos de Saturno tienen una amplia influencia en asuntos de carácter social. En particular:
Saturno es el encargado de hacer encajar a cada persona en el entramado colectivo, y tiene que ver con la forma en que buscamos, trabajamos y consolidamos nuestro rol en el mundo.
Saturno, como arquetipo, rige cómo llegamos a ser adultas maduras, funcionales, responsables y adaptadas a la sociedad. Y eso también involucra algunas restricciones y bloqueos, algunos choques de realidad y algún que otro proceso triste, o tedioso, que pone a prueba nuestra paciencia y nuestra motivación.
2. ¿Qué implica que Saturno cambie de signo?
Para que os hagáis una idea, Saturno tarda entre 28 y 30 años en recorrer toda la rueda astrológica, de modo que pasa alrededor de dos años y medio en cada signo. Y dos años y medio confrontando desafíos y buscando estrategias o salidas consistentes es bastante tiempo.
Cuando Saturno cambia de signo hay un desplazamiento en el tipo de desafíos prácticos que tenemos entre manos. Como si cambiáramos el escenario de nuestras prioridades y objetivos.
Por ejemplo, Saturno entró en Acuario en diciembre de 2020, y desde entonces ha estado recorriendo este signo con mucha lentitud, promoviendo que asentemos las bases prácticas de algo que funcione mejor en los asuntos que conciernen a ese signo. Y ahora que abandona Acuario, podemos cosechar lo que hayamos estado trabajando y construyendo desde 2020 en esa zona Acuario de nuestra carta.
3. ¿Cuándo entra Saturno en Piscis, y cuánto dura este tránsito?
El tránsito de Saturno en Piscis durará, en total, casi tres años. Saturno entra en Piscis el 7 de marzo de 2023, y lo recorrerá de un tirón hasta el 25 de mayo de 2025, cuando saldrá de Piscis para entrar en Aries. Finalmente, el 1 de septiembre de 2025 regresará de nuevo a Piscis por un breve paréntesis de tiempo, abandonando el signo definitivamente el 14 de febrero de 2026.
4. ¿Qué importancia tiene que Saturno entre en Piscis?
Un cambio de signo de Saturno es siempre relevante. Pero en este caso, además, hay intensificadores que refuerzan su efecto para crear un importante cambio de atmósfera.
Saturno ha estado un tiempo largo recorriendo signos que le son muy afines, donde se ha encontrado como en casa. A finales de 2017 entró en Capricornio, un signo que forma parte del mismo universo de arquetipos de Saturno. Y allí estuvo, formando toda una serie de aspectos complejos (bastante difíciles) hasta 2020. De ahí que esos años en que Saturno estuvo en Capri fueran críticos para mucha gente; decisivos.
Luego, Saturno entró en Acuario, un signo en el que, extrañamente, Saturno también funciona muy bien. Si Capricornio es donde Saturno siempre vivió a solas, su hogar de siempre, digamos, Acuario es como esa casa que comparte con Urano, un área en la que no está tan tranquilo, pero donde se siente estimulado.
Y ahora entra en Piscis. Bueno. Piscis no tiene nada que ver con Saturno. ¡Eso ya supone un importante cambio de atmósfera!
Creo que a estas alturas es muy difícil encontrar a alguien que no haya atravesado la pérdida de algo muy importante estos últimos años, o que no haya vivido la repercusión de alguna circunstancia de peso mayor en su forma de organizarse la vida. Es difícil encontrar a alguien a quien estos años de 2018-2022 no le hayan transformado de forma contundente.
Algo cambió ya en nuestros cimientos prácticos, en nuestras expectativas y objetivos a futuro, en nuestra arquitectura mental, en nuestras relaciones sociales. Sin embargo:
Saturno en Piscis ya no va a sentirse tan presente, y eso quiere decir que algo se relaja tras años de esfuerzo. Esto inclina a recuperar un ritmo más humano, menos exigente, y a rebasar un poco las actitudes de control. O el miedo al descontrol, también.
5. Saturno en Piscis, en contexto
Otra cuestión que influye mucho en este tránsito es la ordenación del resto de planetas lentos de 2023 en adelante, que va a darnos mucho que hablar, y que sugiere que nos encontramos en un cambio de atmósfera radical.
Un cambio de atmósfera al que este cambio de signo de Saturno contribuye, pero que está protagonizado, especialmente, por el cambio de signo de Plutón, que muy pronto entrará en Acuario.
Ningún tránsito actúa aisladamente, porque todos confluyen para crear la atmósfera del momento. Y en caso de Saturno, que es un planeta social, y un planeta de materialización, es importante tener en cuenta cómo se relaciona con los demás. En esta ocasión, su cambio de signo va a afectar muchísimo a todos los planetas lentos, que son los más poderosos y transformadores.
6. La relación de Saturno en Piscis y Urano
Cuando Saturno cambie de signo y entre en Piscis, la tensión que había venido formando con Urano en Tauro durante dos años (2021-2022) llega a su final definitivo.
Eso quiere decir que dejamos atrás, ya, un dilema que fue tensionante, o una situación que hizo saltar por los aires algo que hubiéramos preferido retener. Que ya hemos logrado readaptarnos tras algún giro inesperado que nos hizo sentir vértigo e inseguridad, o apostar por alguna alternativa que no era nuestra primera opción y, sin embargo, ya empieza a funcionar.
Pero también quiere decir que Urano empieza ya a expresarse sin ese freno que le había impuesto Saturno los años previos. Por lo que toca a Urano, algo se siente más ligero, ágil y rápido a nivel de ocurrencias, ideas, colaboraciones, amistades, intereses, espontaneidad y experimentos.
En otras palabras, ya no tenemos tanto miedo a probar, y tendemos a asumir riesgos o experimentos de forma más abierta, lo que ayudará a descubrir otras visiones interesantes.
Por último, el hecho de que Saturno abandone Acuario, que es un signo regido por Urano, también va a cambiar bastante el foco de nuestras prioridades. Saturno en Acuario, regido por Urano en Tauro, nos ha orientado desde 2020 hacia dilemas intelectuales y debates sociales relacionados con la seguridad, el control o descontrol social, el dinero, el abastecimiento, el consumo, la sostenibilidad, la ecología o la autogestión.
El dinero y la sostenibilidad han sido inquietudes generalizadas, porque, con Urano en Tauro, hemos visto en ellos una garantía de libertad y autonomía personal. La interdependencia económica o material ha sido más problemática que nunca, al menos a nivel colectivo. Y ante la incertidumbre y la falta de garantías en ese sentido, cada cual ha modificado de algún modo su gestión de recursos, o espera hacerlo implementando algún cambio.
Pero los recursos o la sostenibilidad ya no serán, digamos, el norte principal de nuestros esfuerzos.
7. La relación de Saturno en Piscis y Plutón
Plutón es el planeta más lento que hay en astrología, y en consecuencia insiste muchos años en un mismo signo. Plutón entró en Capricornio en enero de 2008, y desde entonces ha estado ahí... hasta ahora.
Semanas después de que Saturno entre en Piscis, Plutón cambia de signo también. A partir de ahí, Plutón va a tener varias entradas y salidas de Capri y Acuario, hasta que entre definitivamente en Acuario en noviembre de 2024. ¿Qué tiene que ver esto con Saturno? ¡Saturno es el regente de Capricornio! Y no es casual que ambos estén cambiando de signos prácticamente a la vez.
Por quince años, el tránsito de Saturno ha tenido influencia en el de Plutón. Es como si hubieran hecho un pacto conjunto, por el que ambos se refuerzan e influyen mutuamente.
Esta relación de Saturno y Plutón recuerda un poco a esos cuentos decimonónicos en los que una persona común lograba dominar al demonio de la botella, o al de la pata de conejo, para hacer realidad sus deseos e incrementar su poder... claro que a un coste.
De hecho, estos años de Plutón en Capri hemos visto crecer abruptamente la desigualdad, y también hemos descubierto un montón de pactos elististas en los que la gente privilegiada se ha mostrado más o menos solidaria entre sí, para defender su lugar. Si Plutón ha dado lugar a la palabra plutócratas, Saturno y Capri representan las montañas, los triángulos, y la autoridad vertical. Estos años, desde 2008, el modelo de poder ha tendido a ser bastante tradicional, y muy desigual.
Ahora que Saturno pasa a Piscis, y que Plutón está a punto de cambiar de signo también, la magia del demonio de la botella o del genio de la pata de conejo se acaba. Porque la relación Saturno-Plutón está cambiando sustancialmente: el pacto sociedad-gente poderosa ya no es el que era. Llega el momento de verle la cara fea a lo normal y transformar el proceder. Algo que, por otro lado, puede tomar varios años, pero puede terminar siendo refrescante.
Por otro lado, habrá algunos meses (por ej, de junio de 2023 a enero de 2024) en que Plutón esté aún en Capri y Saturno esté en Piscis. Esos van a ser meses clave para Plutón, porque, regido por Saturno en Piscis, abrirá la oportunidad de cerrar asuntos pendientes y atar los cabos sueltos de estos últimos quince años, especialmente a nivel emocional.
También es posible que la memoria histórica o el homenaje a las víctimas de desastres colectivos (políticos, ideológicos, bélicos, naturales) estén a la orden del día en ese breve período.
Es un paréntesis para cerrar capítulo, haciendo justicia a las heridas. Tratando de reformar lo que sea necesario para responder al sentir colectivo.
Una vez que Plutón ya entre en Acuario, Saturno será solamente el co-regente de ese signo. Y Plutón empezará a responder mucho más a Urano. Es decir: si el poder plutoniano se asoció a Saturno, los últimos 15 años, muy pronto, y por 20 años, pasará a asociarse con Urano.
A nivel arquetípico, esto significa que vamos de la tradición al futuro. O de la conservación del orden a la revolución, con todo el miedo, y el caos, y los ideales, y las esperanzas que eso traiga. Vamos de la autoridad jerárquica al colectivo que se busca en otras fórmulas.
Mientras, podríamos pensar que Saturno en Piscis, habiendo perdido su largo pacto con Plutón, podría crear cierta confusión, donde se cuestionan poderes, influencias y formas de proceder. Donde aquellas personas que perdieron poder o estatus narran su historia desde un rol de víctima. Habrá, seguramente, un montón de celebrities que escriban sus memorias o que cuenten sus penurias.
Historias sobre gente que perdió privilegios. Masculinidades que se sienten desubicadas y expresan formalmente una queja, reyes y príncipes que pierden su corona y lloran en la tele... La evasión de responsabilidades civiles por parte de la gente con estatus puede ser un tema, y especialmente, asuntos relacionados con paraísos fiscales o comportamientos que ignoran de forma flagrante a la ley.
8. La relación Saturno en Piscis y Neptuno
Saturno y Neptuno llevan ya un tiempo sin formar aspectos, y con Saturno entrando en el signo de Neptuno, van a tener una relación realmente intensa que durará años. De hecho, cuando Saturno esté llegando ya al final de Piscis, en 2025, empezará a hacer una larga conjunción a Neptuno. Así será cómo, juntos, pasarán de Piscis a Aries. Esto es muy emocionante, desde un punto de vista astrológico.
Saturno en Piscis sella este sentimiento de "gran final de ciclo" neptuniano, antes de acompañar a Neptuno a un reseteo total, entrando juntos en Aries.
En particular, con la entrada de Saturno en Piscis podríamos empezar a cerrar sensibilidades, modas, fantasías colectivas y temas pendientes que vengan de 2011, cuando Neptuno entró en Piscis. Y si estos años algo nos tocó mucho la fibra sensible y aún queda algún cabo suelto, será una oportunidad de oro para ajustar nuestra respuesta emocional, reconocer con honestidad lo que aún resuena en nuestra sensibilidad, saldar viejas vaguedades o esclarecer misterios.
Para la gente creativa, soñadora y solidaria, además, será un tiempo crucial, en el que podrían llegar a materializar algo conclusivo, tras años de exploración.
Como ya hemos comentado en muchas otras ocasiones, los grados que separan a Piscis de Aries están cargados de fuerza y de misterio, porque separan, simbólicamente, el final y el principio. La disolución total y el nacimiento. Y cuando un planeta tan lento como Neptuno atraviesa ese umbral, podemos decir que algo nuevo llega a nuestro imaginario: algo nuevo nace en el sentir colectivo. Y este tránsito de Saturno acercándose a Neptuno, que ya se prepara para salir del signo, nos prepara para esto.
Algo que fue laberíntico, neblinoso y ambiguo se concreta y toma forma definida. Algo que estuvo al margen se toma en cuenta, se regula o se protege. Algo duro se ablanda y disuelve.
El progreso empieza a plantearse más como una búsqueda o un proceso, antes que como un punto y final al que llegar.
Saturno y Neptuno hacen conjunciones cada, aproximadamente, 35 años, y cada vez que se unen lo hacen en un signo diferente. Las últimas fueron en 1989 (Capricornio), 1953 (Libra), 1917 (Leo), 1982 (Tauro), 1947 (Acuario) y 1809 (Sagitario). Estas conjunciones han marcado hitos clave en las políticas sociales y en la historia comunista, inspirando el manifiesto de Marx y Engels, el asesinato del Zar, la Revolución Rusa, la Revolución Cubana o la caída del Muro de Berlín.
La entrada de Saturno en Piscis se da con muchos ojos puestos en Rusia y Ucrania. La unión de Saturno y Neptuno que tendrá lugar entre 2025-2026 supondrá otro punto de inflexión para Rusia y su lugar en el mundo. Veremos cómo. Sea como sea, esta unión de Saturno y Neptuno marcará el comienzo de un ciclo que se extenderá hasta la próxima conjunción, que se dará en Géminis, en 2060. Pero, en el tono de la fuerza que están teniendo los eventos astrológicos desde hace algunos años, eso no es todo.
La última vez que Saturno y Neptuno se unieron en Piscis, el signo de Neptuno, fue en 1523-1524.
Y en aquel entonces, Urano estaba pasando de Tauro a Géminis, y Plutón estaba en Capri, en un clima astral bastante parecido al que tenemos ahora. Estamos cerrando un gran ciclo de quinientos años, con esta unión de Saturno y Neptuno.
***
Hacer historia es muy importante para comprender los tránsitos de Saturno. De hecho, para saber qué temas podría mover un tránsito, no hay nada mejor que observar qué desencadenó la última vez que estuvo ahí. En este caso, la última vez que Saturno estuvo en Piscis fue entre el 29 de enero de 1994 y el 7 de abril de 1996. En el post siguiente, te propongo bucear en los acontecimientos más importantes de aquellos años, para ponerlos en relación con asuntos que podrían moverse de nuevo en esta ocasión.
Un abrazo, chichis!!!
Excelente artículo, Gracias máster
ResponderEliminarWoooooowww!! Impresinante!! Mil gracias, maestra!!
ResponderEliminar