Luna Llena en Géminis: ¡Ruido!

 

Hola chichis!!! Esta lunación está suscitando mucha expectación y cierto desasosiego. Pero no hay motivo para que salten las alarmas, porque, como todo en astrología, tendremos la última palabra al escoger cómo queremos vivir el momento.

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Será la noche del 7 al 8 de diciembre cuando la Luna se llenará completamente en el grado 16 de Géminis, en conjunción perfecta con Marte retrógrado. Aprovechad estos días, por cierto, para mirar al cielo y ver a Marte, porque esta semana se encuentra en su máxima proximidad a la Tierra, y estos días se verá brillar junto a la Luna con una intensa luz roja, inconfundible. 

La maraña

Coincidiendo con el punto medio de la larguísima retrogradación de Marte, que comenzó el 30 de octubre y aún se extenderá hasta enero, este novilunio promete esclarecer gran parte de lo que hasta ahora se ha venido sintiendo una compleja encrucijada. 

Si alguna vez habéis tenido en vuestras manos una maraña de hilos, sabéis que no siempre es sencillo desenredar un barullo que ya dio muchas vueltas, especialmente si ya está lleno de nudos. A veces, para recomponer el ovillo de nuestro hilo favorito es preciso hacer cortes aquí y allá, despejando el enredo prescindiendo de algunos hilos que no son tan apreciados.

Esta Luna Llena favorece que nos pongamos manos a la obra para desenredar algo que ya hizo mucho ruido y dio muchas vueltas. 

Y para despejar esa tarea imperiosa, será necesario reconocer dónde está el límite de nuestra paciencia, y hacer uso de pequeñas decisiones que nos hagan más fácil lo prioritario... incluso si eso implica renunciar a algunas de las puertas que abrimos con anterioridad.

Marte ha estado en Géminis desde el 20 de agosto, y aún se quedará en el signo hasta finales de marzo. En su larga trayectoria, ha dinamizado y agitado muchas cosas en la zona Géminis de nuestra carta. Abriendo y cerrando procesos un poco a ciegas; motivado por deseos poco lineales, que se tuercen sobre sí mismos, se enroscan, se apagan y se vuelven a encender con otros colores. 

Efecto boomerang

Su efecto de diversificación ha sido tan fuerte, que puede costarnos un poco detectar qué ha significado para nosotras este Marte retro. Así que os propongo hacer memoria. 

¿Qué conflicto teníais en torno al 20 de septiembre, en la casa de vuestra carta donde cae el grado 16 de Géminis? Eso es lo que ahora activará este plenilunio. 

Porque fue entonces, el 20 de septiembre, cuando Marte activó el grado 16 por primera vez. En aquel momento, a finales de septiembre, pasaban muchas otras cosas interesantes en el clima astral. Pero, si recordáis, probablemente había algo demandante o exigente sucediendo en esa zona de vuestra carta que estaba activando Marte. En aquel momento, salimos del paso posicionándonos como pudimos frente a lo que nos estaba conflictuando.

Bien: ahora veremos hasta qué punto sirvió lo que hicimos entonces para resolver este recurrente dilema con el que estamos lidiando. ¿Nos sirvió, o nos vemos enredadas de nuevo en más de lo mismo? Y si es así, ¿qué otra cosa podemos hacer para aliviar un poco el incordio de este bucle repetitivo? ¿Tal vez necesitamos dar otro enfoque a lo que nos cansa, quema, irrita o frustra? 

¿Pincha, irrita, quema, frustra?

Esas serían sensaciones posibles, predominantes, durante esta Luna Llena: la frustración de vernos siempre enredadas en lo mismo. La irritación y el cansancio de que a pesar de poner montañas de energía en algo, no parezca llegar nunca a una resolución. O el sentimiento de estar quemadas ya de haber puesto tanto de nuestra parte en algo que cuestionamos constantemente. 

Estas molestias pueden tener, además, diferentes escalas, dependiendo de cómo interactúe todo esto con nuestra carta natal. Puede ser como el molesto pero intrascendente ruido de una mosca inoportuna en la habitación, o como el abrupto estruendo de algo que ya sí resulta sangrante a los oídos.

El tema es que cuando algo hace ruido tendemos a reaccionar rápido. Esta lunación es ágil; es rápida: es vertiginosa. 

Cuando algo hace ruido nos llevamos las manos a los oídos para protegernos, cambiamos la posición corporal, y a veces, incluso, salimos corriendo para alejarnos. El estruendo genera en las personas reacciones más bien viscerales, instintivas, que pueden hacer que la persona más pacífica del mundo golpee el despertador hasta lanzarlo al otro lado de la habitación, o que incluso la persona más serena intente gritar por encima del barullo para que se la escuche. 

Ruido

El ruido nos vuelve locas. Curiosamente, los aspectos más exactos que forman las luminarias en este momento son aspectos secundarios a Urano en Tauro. Son tipos de aspectos sutiles, poco evidentes. Mientras el Sol hace a Urano un quincuncio, la Luna forma con Urano un semiséxtil. Estos son aspectos medio inconscientes: aspectos ciegos que vienen a sumar tensión a un Marte muy activo que ya, al estar retro, presenta un nervio delicado. 

Es como cuando un sonido muy molesto se hace cada vez más agudo, hasta llegar a una frecuencia tan alta que resulta imperceptible al oído humano. Pero ahí está, crispando los nervios. O como cuando estamos concentradas en alguna cosa y, simultáneamente, algún aparato eléctrico hace ruidos sigilosos, intermitentes, que no podemos apagar ni controlar. Algo nos interrumpe y saca de quicio. Y puede ser un reto continuar lo que estábamos haciendo sin que nos lleven los demonios.

Algo está resultando sencilla y llanamente molesto. Y puede ser algo evidente o algo no tan visible. 

Continuando con la metáfora de la escucha, que encaja muy bien con el arquetipo Géminis, esta combinación de aspectos tiene que ver con el estrés acústico. Es decir: ese estrés que viene dado del entorno en el que estamos, que no está precisamente bajo nuestro control, y que ya no estamos dispuestas a seguir tolerando. 

Reacciones

Lo más razonable, en una situación así, sería renunciar a nuestra intención inicial de quedarnos ahí, darnos un descanso y cambiar de aires, como invitan a hacer Júpiter y Neptuno en Piscis en cuadratura a las luminarias.

Sin embargo, el Sol y la Luna en  aspectos armónicos a Saturno también traen a la atmósfera cierta obcecación, determinación y perseverancia. Y esto, que en algunos casos puede ser genial para regularnos y estabilizarnos, y no seguir el impulso de tirar la casa por la ventana cuando llegamos a un punto de saturación, también puede tener sus contras.

Porque el afán constructivo y el compromiso con la continuidad de ciertas cosas puede hacernos sentir obligadas a resistir por mucho tiempo en atmósferas que nos conflictúan y estresan. 

Entonces, al estilo del dual Géminis, podríamos estar barajando dos opciones. 

La primera sería que al intentar hacer oídos sordos a lo que nos irrita, insistiendo en seguir haciendo exactamente lo mismo que considerábamos conveniente hace algunos meses, a pesar de que ya la experiencia no se sienta del todo amable, es que acabemos por adoptar una actitud disciplinada y controlada en la que, tarde o temprano, pueda haber fugas de disconfort. 

Es como cuando tratamos de aguantar el tipo en una situación que nos frustra o irrita, y finalmente acabamos descargando esa tensión donde no es, porque no fuimos capaces de detectar nuestro límite a tiempo, o de ser asertivas para comunicar lo que no nos cerraba. Al fin y al cabo, esta lunación será muy reactiva. 

La segunda opción tiene que ver con aprovechar el conflicto o el disconfort para quedarnos a solucionar las cosas y aprender a poner condiciones. Por ejemplo, aprender a decir que no, a poner límites, a proponer un cambio rotundo en las formas. ¡Esperemos muchos ultimátums! Sería algo así como: para que yo continúe haciendo esto, no puede seguir igual: hay ciertas condiciones que deben ser respetadas. 

Di cuál es tu límite

Es un momento idóneo para reconocer cuáles son nuestras líneas rojas y tratar de comunicarlas a quien sea necesario. Al fin y al cabo, el estrés, la irritación o la frustración son respuestas naturales a situaciones que transgreden nuestros límites o nuestras expectativas. 

Pues bien: detectar cuáles son esos límites o esas expectativas que no están siendo respetadas es uno de los regalos que alumbrará esta Luna Llena. 

Al estar regida por Mercurio, que ya está en Capricornio, es de suponer que a partir de aquí, y en los próximos meses, tengamos que asumir compromisos para implementar toda una serie de ajustes y mejoras que ya no podemos postergar más. Y que pasan, precisamente, por tomarnos en serio lo que estamos sintiendo ahora.

Por ejemplo, si tenemos pensamientos recurrentes que nos estresan, podríamos sentir que ya es el momento de analizar qué hechos, actividades, encuentros o actitudes actúan como un disparador. O si hemos estado diciendo que sí a un montón de cosas que ya nos superan, sería el momento de hacer un poco de silencio, descartar lo que nos resulta accesorio y construir pacientemente una saludable concentración. 

Ahora sentiremos que menos es más, y eso implica la posibilidad de que en este momento se den muchas renuncias. O que haya muchas cosas que deban quedar a la espera mientras tratamos de reordenar prioridades. El desafío es ordenar el cajón de miscelánea. Habrá mucho a lo que nunca encontramos uso que se va a ir. 

Tenemos que hablar

¿Y qué sucede con la dimensión relacional de todo esto? Al fin y al cabo, el protagonismo de Marte en este plenilunio dota a la atmósfera de una disposición autónoma, donde se encienden el deseo, el impulso y la reacción individual. Pero no deja de ser una Luna Llena en Géminis: el signo del intercambio, la palabra, la comunicación y la interrelación. 

Bien: naturalmente, este es el momento en que se dan conversaciones que hubiéramos preferido no tener, en las que una burbujita de cosas pendientes por decir se pincha, y salen afuera las palabras de una forma más o menos encendida. La asertividad va a ser clave para gestionar el diálogo. 

Un diálogo requiere de hablar y escuchar, y esto último podría ser un poco más difícil que de costumbre. 

Es como cuando en un chat de grupo aparece un mensaje larguísimo, con sus signos de puntuación, sus párrafos y todo. No es necesario leerlo para saber que es la expresión de un problema. Cuando el monólogo se impone, es porque la decisión está ya tomada. Ahí, en realidad, no se espera una respuesta. Sino dar un golpe de efecto determinante. 

Evitemos, estos días, tratar de elaborar diálogo cuando no hay disposición recíproca a la escucha. Porque no hay nada más frustrante que tratar de hablar con una pared.

El desborde que viene de mí o de ti

A nivel de relaciones afectivas, con la cuadratura de Venus y Júpiter también pueden darse grandes golpes de efecto en los que se hacen visibles gigantescos bólidos de emociones. Algo rebasa, inunda y extrapola los afectos. Y esto puede desestabilizar de algún modo la dinámica que habían tenido las relaciones previamente. 

Con Marte en Géminis tan activo, es posible que se den encuentros increíblemente deseados, pero también podrían darse cortes definitivos de relaciones, separaciones o puntos de inflexión más o menos abruptos. 

El clima resulta, definitivamente, incómodo. Al fin y al cabo, cuando la Luna se ilumina da lugar a expresiones intensas de emociones, que no siempre responden a lo que creíamos sentir racionalmente. Y Marte junto a la Luna puede llegar a ser como una espinita que tenemos clavada, que se nos hinca en la capa más blandita del corazón.

La dinámica marcial de lucha y autoafirmación toma un tono defensivo, junto a la Luna: ataco porque me siento vulnerable. 

Pincho porque sacar el aguijón es el último recurso, a la desesperada, de mantener tu atención cuando tú quieres irte a la otra acera. Esto puede resultar un poco tenebroso, ciertamente, porque con Júpiter y Neptuno en Piscis involucrados, se revelan mecanismos de dependencia emocional bajo el conflicto. 

Tal vez haya pocas cosas que confundan más dentro de una relación que el enganche a los altibajos emocionales, donde en unas ocasiones estamos fenomenal y todo es color de rosa, y en otros momentos sacamos todo lo que tenemos en la armería para atacar a quien pretendemos amar. Ahora nos herimos, ahora nos amamos, y en esa montaña rusa (fomentada por los modelos más tóxicos de la pasión, que están por todos lados en nuestra cultura) terminamos por engancharnos a la inestabilidad del conflicto. 

Y ahora es cuando lanzo preguntas con un puntito de sarcasmo: ¿te aburre la paz? ¿Sueles buscar excitación en el conflicto? ¿Necesitas luchar por algo todo el tiempo? ¿De qué otro modo puedes entretenerte, que no suponga crear situaciones drásticas o poner a prueba a tu círculo de soporte llevándote las dagas al pecho? 

Gestionar el conflicto

En esta Luna Llena, lo más importante es preguntarnos cómo gestionamos el choque de intenciones, opiniones y deseos, y cómo verbalizamos y respetamos necesidades y diferencias. También puede ser interesante preguntarnos qué es lo que nos incrustó adentro la ira en el pasado, y qué es lo que podemos hacer diferente esta vez para que no llegue la sangre al río. 

La forma que damos a la comunicación es crucial en este momento. Por ejemplo, en vez de obcecarnos en señalar con el dedo a la persona que sacó las armas primero, o lanzar la pelota de ping pong de lo que dijo esta y lo que respondió aquel, ¿qué podemos hacer para reaccionar de una forma verdaderamente resolutiva, críticas aparte? 

Hay conflictos que se pueden resolver con astucia e ingenio. Y hay conflictos que no se pueden resolver más que con tiempo mediante, que requieren alejarse del incendio. 

Con Mercurio en Capri, darnos tiempo para discernir ante qué tipo de conflicto estamos, y cuáles son las opciones más factibles para salir de ahí con elegancia, puede ser tremendamente beneficioso.

Algunos asuntos concretos que cataliza esta lunación

En este momento, los viajes cortos y desplazamientos rápidos se precipitan. Podríamos aprovechar para impulsar planes de ocio que llevamos preparando un tiempo, o dejar a la espera algunas responsabilidades para retornar a un lugar querido y hacer visitas a hermanas, tías y amistades. Pero no todo va a sentirse tan amable, claro.

También serían de esperar charlas, mensajes y notificaciones que cambian el curso de conversaciones previas, rompen acuerdos o suscitan debate. De hecho, son posibles las divisiones de opinión frente a algún tema complejo que requiere una alta dosis de ingenio e inteligencia social. 

Por ejemplo, los pequeños desacuerdos dentro de equipos de personas podrían suponer un gran desgaste para la motivación o el propósito del grupo. Las preguntas capciosas, el chisme y las intromisiones son una posibilidad, también. Recordemos que no tenemos por qué sentirnos forzadas a responder u opinar sobre algo sobre lo que no queremos hablar. 

Por otro lado, podrían darse resoluciones y revisiones de exámenes, notas y cursos. Es un momento genial para ejercitar una vez más la técnica con la que hacemos ciertas cosas, o para repasar lo aprendido con la intención de ponerlo en práctica. 

Todo lo que requiera de movimientos precisos (especialmente, de precisión manual) estará favorecido ahora. Puede ser tocar un instrumento, danzar, dibujar o incluso practicar caligrafías exóticas. También es estupendo para acumular valor y poner en práctica ese idioma que estemos aprendiendo, o expresar algo que generalmente no nos habríamos atrevido a mostrar. Es hora de poner en valor nuestras habilidades y opiniones.

Obviamente, con Marte involucrado también podrían darse culminaciones en temas deportivos y competitivos, donde dos fuerzas reñidas se enfrentan con la finalidad de poner a prueba su liderazgo. También podríamos sentir, sencillamente, que algo vuelve una vez más a forzar la aceleración de nuestro ritmo, metiéndonos prisa. 

Sorprendentemente, podrían acelerarse procesos burocráticos relacionados con accidentes y compañías de seguros. Y sería aconsejable, como siempre, respetar los semáforos, tener ojo con el tráfico y, si es necesario, revisar la maquinaria que solamos utilizar, de forma preventiva. No es la mejor semana para enseñar a la sobrina a pelar manzanas, porque los objetos afilados se muestran más punzantes de lo habitual, ya me entendéis.

Por último, también podrían darse muchas compras y devoluciones estos días. Muchas empresas aprovecharán para destacarse de su competencia con prácticas de publicidad bastante agresivas. Si eso nos agobia, siempre podemos apagar el interruptor del consumismo de estas fechas y darnos una tregua yendo de excursión a un paraje natural, algo que también está favorecido con estos aspectos. 

No podemos escapar para siempre del ruido, pero sí podemos hallar remansos de paz que alivien un poco. Y salir a caminar o a correr en un entorno agradable será una ayuda para gestionar la tensión.

Como veis, esta lunación  levanta chispas que saltan en direcciones muy variadas. ¿Cómo os estáis sintiendo? Algo en lo que nos adentramos hace seis meses, movidas por la curiosidad, está mostrando ya sus múltiples rostros. Lo importante será cómo leemos la habitación, y cómo decidimos reaccionar al respecto. Potencialmente, también podremos aprovechar el impulso de esta lunación para despejar nuestro camino. Y si para eso hace falta comunicar alguna cosa delicada, mejor hacerlo con la cabeza fría, de forma concisa, directa y sosegada.

Feliz Luna Llena, chichis!!!

Un abrazo grande!