Hola chichis!!! Llega diciembre, el último mes de 2022. ¡Ya! ¿Qué balance empezáis a sacar de lo que ha significado este año para vosotras? ¿Hubo muchos cambios? ¡Seguro que sí! Al fin y al cabo, en la línea de los últimos años, 2022 ha venido bastante movido.
Sin embargo, diciembre viene con un ánimo algo más conciliador que los meses previos, abriendo ya sentimientos de transición y grandes anhelos de descanso, ocio y aventura. ¡Querremos expandirnos, cambiar el chip y abrirnos a algo más!
Neptuno directo
Los primeros días del mes, del 1 al 5 de diciembre, vamos a estar hechizadas; neptunizadas. Esto es así porque Neptuno, el titán de las aguas evocadoras y emocionales, va a despertar de su letargo, en cuadraturas exactas a Mercurio y Venus. Neptuno entró retrógrado el 28 de junio, y ya el día 3 de diciembre por la noche entrará directo en el 22º de Piscis.
La proximidad de Júpiter, y las cuadraturas que Neptuno hace a los tres planetas personales, tenderá puentes imaginarios, oníricos y solidarios con algo que está más allá del universo cotidiano, abriéndonos al encuentro de algo inspirador; significativo. ¡Necesitaremos gestionar las expectativas para nadar donde hacemos pie!
Serán días creativos, ideales para invitar a las musas, tocar un instrumento, planificar o emprender un viaje, o apelar a la conexión con el lado más humano y sensible de las cosas.
¡También es posible que haya algún que otro asuntillo relacionado con el agua, esos días! Y si veníais teniendo algún trajín especialmente demandante de energía en noviembre, también serán días estupendos para meditar, ir a un lugar que nos relaje o echarnos la siesta de nuestra vida.
Los deseos y apetencias tendrán pulso propio, buscarán escaparse del corazón y activar la experiencia con alguna magia realizable. Al fin y al cabo, los días 1 y 2 de diciembre, Venus y Marte harán una oposición, mientras ambos lanzan aspectos armónicos a Saturno.
¿Qué es eso bueno que merecemos darnos, que habíamos dejado a la espera y que por fin está llegando? Esos días podrían darse compromisos y formalizaciones bañados de buena voluntad; algo valioso se realiza o está pronto a parecer realizable.
Hacia la Luna Llena en Géminis
En esta atmósfera evocadora y deseante, el día 6 Mercurio hará una última cuadratura a Júpiter, y luego entrará en Capricornio, donde se quedará todo el mes y más allá. El paso de Mercurio de Sagitario a Capri es curioso: primero expande nuestra visión de forma sobrecogedora, y luego busca toma de tierra, llevándonos a concretar opiniones, posicionamientos y propósitos ante los que previamente habíamos tenido una actitud más ambigua.
Mercurio en Capri nos ayudará a planificar mejor las cosas, a recuperar el sentido de los límites saludables y a gestionar mejor los asuntos prácticos, favoreciendo que empecemos a materializar ideas y planes con más eficiencia y conocimiento de causa. ¡Lo que digamos será vinculante! Así que escojamos bien las palabras.
Poco después, el día 8, tendrá lugar la Luna Llena en Géminis, regida precisamente por Mercurio en Capricornio. Esta lunación se dará en el grado 16 de Géminis, en conjunción a Marte retrógrado, y será un momento culminante del mes, en el que cada cual pone sus fichas en el tablero y se ve quién es quién.
El debate estará servido en aquellos asuntos que requieran de llegar a algún acuerdo. Pero, en realidad, este plenilunio nos servirá para despejar el camino podando el ruido de las posibilidades que ya valoramos y ya toca descartar. ¡Esta es una Luna Llena reactiva e hiperactiva!
Será impresionante para emprender búsquedas personales, enviar mensajes valientes o hacer visible algún ultimátum que llevábamos tiempo necesitando.
Si nos sentimos sobrecargadas esos días, lo mejor será mover el cuerpo, salir a pasear, ser selectivas con los entornos en los que nos movemos. Decir que no a lo que sea necesario, y poner sabiamente nuestra energía donde sentimos que sí es.
El aniversario de... ¿qué fue aquello?
El día 9 Venus en Sagitario hace cuadratura exacta a Júpiter en Piscis, y el día 10, entra también en Capricornio, donde ya se queda hasta enero.
La última vez que Venus estuvo en Capri retrogradó, y pasó en el signo una eternidad, del 5 de noviembre de 2021 hasta el 6 de marzo de 2022. Y, todo ese tiempo, ¡Venus en Capri hizo tres conjunciones a Plutón!
Si en aquellos meses se os movió el suelo en cuestiones como relaciones, dinero, trabajo o seguridad personal, alguno de esos temas podría resonar de nuevo, del 10 de diciembre en adelante. Pero no porque vayan a repetirse las situaciones que vivimos hace un año, sino porque Venus en Capri hará memoria para reconstruir la historia que vivimos con más perspectiva. Con más seguridad y distancia.
Es el aniversario de algo que nos cambió.
Y en consecuencia es una oportunidad para valorar positivamente todo el trabajo que hicimos desde hace un año para construir otras formas de seguridad, otros compromisos, otras relaciones, otros talentos, otras formas de gestionar lo que tenemos.
¿Cómo te llevas con la Navidad?
Con Venus y Mercurio en Capri, ese finde del 10 y 11 de diciembre será especialmente indicado para cumplir con celebraciones algo formales, o para encontrarnos con personas de toda la vida, visitar a la abuela o hacer feliz a la tía con algún gesto bonito. Si tenéis la costumbre de hacer compras en estas fechas, esos días son muy buenos para eso, porque tendremos un alto sentido de la mesura y la proporción a la hora de administrarnos y tomar decisiones sobre dinero.
El lunes 12 también hay una atmósfera parecida, porque el Sol hará un séxtil exacto a Saturno. Sería un buen momento para cerrar asuntos de trabajo y empezar las vacaciones, o, si trabajáis en Navidad, organizar bien todo lo necesario para que el volumen de trabajo resulte gestionable, haciendo encajar los tiempos y las tareas pendientes de forma realista.
Ese mismo día, el 12 de diciembre, Mercurio entra ya en fase de sombra pre-retrógrada, lo que quiere decir que, de un modo u otro, lo hablado y lo acordado entre el 12 y el 29 de diciembre tendrá segunda y tercera parte más adelante, en enero y en los primeros días de febrero. Lo mismo que pasará con intereses, ideas, visitas y encuentros interpersonales.
Todo lo que mueva Mercurio en estas fiestas será pensado y repensado más adelante, así que: ¡ojo al tanto!
Evitemos hablar a la ligera de asuntos delicados o meternos en bucles complejos, y respetemos nuestros límites e intereses. No nos sintamos presionadas a pasar por el aro de compromisos sociales innecesarios, porque podría pasarnos factura más adelante. Pero aunque suene contradictorio, sí sería recomendable honrar de algún modo nuestros compromisos, o respetar decisiones previas que se adecúen a lo que queremos en el medio y largo plazo.
Especialmente, ojo en torno al 14 y 15 de diciembre, porque el Sol en Sagi en cuadratura a Neptuno puede hacer algo más difícil respetar los sanos límites.
Es un aspecto que infunde tanto buenismo y optimismo que puede, de hecho, cegarnos a alguna realidad, llevarnos a prometer de todo o alentar excesos innecesarios que puedan resultar todo un rompecabezas después.
Si participáis en algún tema social o solidario, aprovechad esos días del 14 y 15 de diciembre para difundir vuestra causa e incrementar su soporte: esos días, las personas estaremos más tendentes a decir que sí y a entregar generosamente, sin pedir nada a cambio.
Si sois fotógrafas, cineastas, intérpretes de algún instrumento, o simplemente os gusta cantar villancicos, esos días podríais gozar de un especial interés por parte del público. También son días interesantes para viajar, recibir a la familiar nómada de vuelta en casa o, si nos va más, volar lejos del tumulto para escapar de Papa Noel a tiempo. Cuando el espíritu de viaje llega, nosotras escogemos el destino al que queremos volar.
Un cambio revelador a mediados de mes
Las cosas empiezan a tener otro sabor en la segunda mitad del mes. El día 16 se da el Cuarto Menguante en Virgo, replegando los ánimos hacia la resolución te tareas prácticas que queden por resolver. Mientras tanto, los días 17 y 18, que caen en fin de semana, Mercurio hará un trígono exacto a Urano, alentando nuestra curiosidad por asuntos nuevos o despertando nuestra inquietud por conocer otros entornos y experiencias.
¡Necesitaremos cierta libertad e independencia para innovar o experimentar! Mientras muchas personas colgarán la toalla de la responsabilidad para entregarse al ocio o encontrarse con viejas amistades, otras podrían sentir el impulso de poner en práctica ideas ingeniosas a las que usualmente no dedicarían tiempo. ¡Un finde de descubrimiento y lucidez, no hay duda!
Florecen otras inquietudes y perspectivas que resultarán estimulantes.
Solo un par de días después, el 20 de diciembre, ocurre uno de los eventos astrológicos más importantes del año: Júpiter abandona definitivamente Piscis, donde desarrolló una larga historia, para entrar por fin en Aries.
Es cierto que ya tuvimos a Júpiter en Aries entre mayo y octubre de 2022, y ya nos sonará bastante lo que desencadene cuando entre en Aries una vez más el 20 de diciembre. Pero al ser el cambio de signo definitivo ya están todas las cartas sobre la mesa, y la acción se desata con una dirección muy deseante; valiente, e incluso intrépida.
El hecho de que Júpiter abandone Piscis definitivamente, y que no vaya a regresar a este signo hasta dentro de 11 años, sugiere que esos días podríamos cosechar algún regalito jupiteriano en la zona de nuestra carta en la que caigan los últimos grados de Piscis.
Hacemos síntesis de los gigantescos movimientos emocionales que experimentamos en esa área de nuestra vida durante todo el 2022, destilamos su significado y zanjamos definitivamente algún asunto que nos marcó emocionalmente todo el año.
A partir de ahí, Júpiter en Aries recorrerá todo el signo de un tirón hasta que también lo abandone definitivamente el 16 de mayo de 2023, cuando entrará en Tauro para quedarse allí todo lo que queda de año.
Un indicador de que lo que visualizamos o planificamos hacer del 20 de diciembre en adelante irá sobre ruedas, avanzando de un tirón, prácticamente sin tropiezos.
Algo respira, algo se enciende, y cierta chispa de facilidad motiva nuestra confianza en lo que nos disponemos a realizar. Con todo, esos días del 16 al 20 de diciembre podrían ser reveladores, abriendo perspectivas innovadoras que redireccionan o resignifican la dirección de nuestras motivaciones.
Solsticio y Luna Nueva en Capricornio
Salimos de una estación que comenzó con Luna Nueva para entrar en otra estación que comienza también con un novilunio. ¡Feliz invierno/verano! Vendrá potente.
El 21 de diciembre el Sol entrará en Capricornio, dibujando inmediatamente una cuadratura a Júpiter, que entró en Aries el día anterior. Un alto sentido de propósito a futuro moviliza nuestras energías y motivaciones hacia delante.
Serán días determinantes, expansivos y decisivos, en los que nuevas decisiones se encarnan en el cuerpo real de los hechos.
Claramente, serían de esperar sucesos o noticias importantes s nivel colectivo, ya que Júpiter y el Sol estimularán conjuntamente el eje de astrología mundial. Pero a nivel personal también podríamos sentir que comienza una nueva historia. O, como mínimo, una nueva actitud con la que desplegamos nuestra fuerza hacia algo significativo. Crecer y progresar serán prioridades esenciales en las zonas de nuestra carta donde caen los primeros grados de los signos cardinales (Aries, Cáncer, Libra y Capri).
Un día después del solsticio, el 22 de diciembre, Venus hará trígono exacto a Urano. Algo novedoso llegó a configurarse como la nueva normalidad durante el último año, y ahora estaremos valorando positivamente los giros recientes que dio la vida. Algo esencial cambió en lo que amamos y valoramos.
Este trígono de Venus y Urano favorece muchísimo la amistad y la colaboración con personas afines. Y también auspicia sorpresas positivas, formas originales de gestionarnos y experiencias liberadoras a nivel de relaciones.
Mientras algunas personas estarán haciendo malabarismos ingeniosos para pasar las fiestas de formas alternativas, otras podrían sentirse arropadas por la constatación de que hay algo diferente estas navidades que está funcionando muy bien.
Un día después, el 23 de diciembre, será la Luna Nueva en Capricornio. Empoderado por el solsticio, este novilunio potencia nuestro sentido de intención y propósito, y puede venir a recrear compromisos y responsabilidades con un toque renovador.
En ese momento, cuatro de los cinco planetas personales estarán formando un stellium en Capricornio. Y sumados a Plutón, contamos con la mitad de los planetas concentrados en este signo.
No nos asustará la perspectiva de esforzarnos. De hecho, estaremos en disposición de poner todo de nuestra parte para lograr algo que consideramos conveniente. Es el nacimiento de nuevos objetivos, y un momento excelente para intencionar propósitos de cara a 2023.
Mucha emoción en fin de año
Los últimos días de 2022 podrían ser algo nostálgicos. Pero también muy inspiradores y conciliadores. La solidaridad, la empatía, el entendimiento, la humanidad y la fe en que todo puede ser mejor de lo que es, abrirán oportunidades para hacer las paces con lo que nos rodea e inspirar sutiles cambios internos que harán toda la diferencia.
Y es que, entre el 24 y el 28 de diciembre, Mercurio y Venus harán séxtiles exactos a Neptuno, uniéndose de forma exacta el día 29, al final de Capricornio. ¡Muy cerca de Plutón! Una vez que Mercurio y Venus se unan, el mismo día 29 Mercurio entrará retrógrado en el grado 24 de Capri.
Esto es bien interesante, porque mientras Venus continuará hacia delante para unirse a Plutón el mismo 31 de diciembre, Mercurio va a retroceder sobre sus pasos.
Por un lado, el contacto con ciertas situaciones que ya nos son muy conocidas puede intensificar la sensación de vacío o ausencia de aquello que siempre había formado parte de esa situación pero ya no está. Por ejemplo, si siempre habíamos pasado esas fechas con alguien que ya no está, o si nuestras circunstancias cambiaron mucho en los últimos años y ya nada es como fue, podrían sorprendernos de nuevo viejas emociones sobrecogedoras al respecto.
Algo que había sido muy común o normal brilla por su ausencia, generando un clima de "final de tiempo" o "final de tradición" que será necesario gestionar con paciencia.
La tristeza o los sentimientos de soledad son una posibilidad. Pero también puede resultar preocupante para mucha gente la austeridad o los dilemas económicos en unas fechas cargadas de tanto simbolismo social. Esto puede presentarse con cierta dureza de formas concretas y palpables. Sin embargo, el hecho de que Venus haga contacto con Plutón mientras Mercurio retrocede sugiere que va a ser difícil hablar o compartir lo que sentimos al respecto.
La congelación de los afectos, el silencio, el enmascaramiento o la evitación de lo que duele o abruma pueden ser reacciones lógicas con esta configuración. Al menos inicialmente.
Serían días excelentes para tratar de mostrar nuestro afecto y apoyo a las personas que queremos, porque mucha gente estará aguantando el tipo con algo difícil de digerir. Y agradecerá mucho algo de seguridad y soporte afectivo.
Alternativamente, podría suceder también que la nostalgia por algún elemento del pasado que ya no está se compagine con una lectura más objetiva de las cosas. Generando la sensación de que, a pesar de que haya emociones vivas aún, lo que se fue, se fue para bien.
En ese caso, es posible que vivamos esos últimos días del año como una confirmación personal, donde miramos atrás para hacer balance de todo lo ocurrido y corroborar las decisiones previas.
A pesar de que la comunicación pueda resultar difícil, crear espacios seguros para comunicar intimidades y confidencias puede ser beneficioso.
Al fin y al cabo, de lo que se tratan todos estos movimientos de Mercurio y Venus en relación a Plutón y Neptuno es de el reconocimiento, en los últimos días del año, de cómo cambiamos. De las expectativas que no se cumplieron y de la reforma fundamental en la arquitectura de nuestro estilo de vida.
El duelo por lo que se fue o por lo que no funciona requiere tiempo. Tengámonos paciencia esos días; démonos un descanso. Y no nos sintamos presionadas a impostar estados de ánimo que no son verdaderos. Démonos espacio para asumir honestamente lo que sentimos.
De un modo u otro, las sobrecogedoras sensaciones con las que cambiamos de año se ordenarán más adelante. Y las veremos como lo que son: una pieza indispensable en nuestro proceso.
Como veis, diciembre es un mes peculiar, a la altura de los altibajos del año. Ojalá sea amable con todas, y sirva para entrar en 2023 con buen pie.
Un abrazo grande!!!
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