Plutón en Acuario: ¿utopía, distopía? (Parte 2)

Hola chichis!!! Ahora que hemos visto algunos rasgos generales sobre Plutón en Acuario en la primera parte de este post (la encuentras aquí) vamos a estudiar algunas de las posibles expresiones de este tránsito que nos acompañará dos décadas.

📢Escucha este post aquí (parte 1 y 2)

El aire

Podríamos esperar debates, medidas y alternativas que tratan de paliar la contaminación del aire o el cambio climático. ¡El clima y las expresiones atmosféricas tienden a los extremos y a la inestabilidad! Podría resultar dramática la pérdida de hielo polar.

También podría haber desarrollo en el estudio de enfermedades respiratorias, o podrían aparecer nuevas técnicas terapéuticas asociada a la respiración o al olfato. Tal vez haya aún más debate sobre el tabaco o las sustancias que se fuman. 

Además, la investigación de aves, abejas, procesos de polinización, bacterias y virus podría experimentar un desarrollo importante. El estudio de la vida aérea, en definitiva, podría dar lugar a nuevos hallazgos. 

Por último, podría darse alguna crisis en el transporte aéreo tal y como lo conocemos, dando lugar a innovaciones en el transporte global.

La tecnología

Crisis o agotamiento en el suministro de los materiales necesarios para la elaboración de dispositivos electrónicos, especialmente aquellos que procedan de la minería. En consecuencia, podrían desarrollarse mucho las alternativas que se vienen buscando desde hace años para transformar la tecnología, liberando a las usuarias de la dependencia de dispositivos, mientras se favorece una accesibilidad más intuitiva a la información. 

En consecuencia, podría haber cambios revolucionarios en la arquitectura informática y en la programación. Podríamos esperar múltiples actualizaciones tecnológicas e informáticas que se suceden con agilidad. Las tecnologías podrían quedar obsoletas rápidamente, ante la innovación emergente.

También es de esperar que deleguemos cada vez más aspectos de la vida social en las máquinas, la automatización y la inteligencia artificial, creando la necesidad de encajar las consecuencias de todo ello a nivel humano. 

Por ejemplo, el incremento de automatización puede transformar radicalmente la disponibilidad o la naturaleza de los empleos, con los consecuentes debates sobre derechos sociales. Por otro lado, la inteligencia artificial y los modelos predictivos pueden tener mucho impacto, no solo a nivel práctico, sino también filosófico. Porque, al fin y al cabo, si una tecnología es capaz de predecir patrones humanos, ¿dónde queda nuestra vieja noción de libertad?

Por otro lado, también podemos esperar muchísimo desarrollo de proyectos y experimentos hacia la soberanía energética, o incluso innovaciones en la forma en que producimos y consumimos electricidad. Puede haber serios intentos de establecer la energía nuclear como fuente principal de suministro, con el consecuente miedo a la radiación, los desastres ecológicos y los contaminantes que eso pueda suponer. 

La industria química, la manufactura y el mundo de los materiales sintéticos también podrían experimentar cambios sustanciales, al albor de la transición energética.

El universo

Las tentativas de extraer materias primas del espacio exterior pueden empezar a dejar de parecer una locura excéntrica estos años. De un modo u otro, la carrera espacial puede ser especialmente innovadora este período, llevándonos a descubrir aspectos del cosmos que hasta ahora nos eran desconocidos. 

Es posible que esta exploración espacial lleve a un nuevo interés o entusiasmo por la física, o incluso la ciencia ficción, a la búsqueda de nuevas teorías que unifiquen el viejo y el nuevo conocimiento. Tal vez se desarrollen nuevas ideas sobre universos paralelos u otras dimensiones, así como nuevas lentes ópticas con las que observar el firmamento. 

Por otro lado, la investigación astrológica podría experimentar un desarrollo importante, aunque habrá sectores de la población que rechazarán todo lo que escape a la explicación científica.

El conocimiento 

Estos van a ser años transformadores e intensificadores en todo lo que concierne al conocimiento. Podemos esperar una mayor concentración de saberes especializados, y un cambio sustancial en la innovación y la investigación académica. Por ejemplo, la propiedad intelectual y los proyectos colaborativos pueden cambiar de concepto, desarrollando nuevos métodos de investigación. Podrían darse ambiciosas investigaciones en equipo, que trascienden el tiempo de una vida humana.

También puede ser un momento de oro para las ciencias sociales. Igualmente, es de esperar una transformación en los métodos, tecnologías y conceptos aplicados a la arquitectura o a la ingeniería. Podría haber un gran interés por la comprensión de la muerte y los misterios de la vida, así como una investigación del sexo y la sexualidad.

La investigación de asuntos marginales y cosas que nunca habían llamado la atención podría propiciar hallazgos revolucionarios. Podrían reorganizarse las disciplinas del conocimiento, sus métodos de investigación y su marco intelectual. Podríamos actualizar referentes bibliográficos, y cambiar lo que se considera inteligente o genial. 

En este período, el saber es poder. 

Podría haber cierto conflicto entre ideas y voluntades, llevando a escrutar el conocimiento para juzgar qué mundo defiende. Podrían ser años de polarización, en los que se alternan períodos de un gran espíritu crítico y períodos de censura. Tal vez, la sensación de que el conocimiento tal y como lo conocíamos está amenazado por rápidos cambios lleve a posicionamientos defensivos e inflexibles. De una forma u otra, el miedo al caos de perder la referencia puede llevar a que nos apeguemos a las viejas certezas como una forma de resistencia.  

La naturaleza humana

Este será un tiempo de oro para la exploración de la naturaleza humana. Podría haber un conflicto entre lo racional y lo irracional, lo visceral y lo lógico, o entre la determinación natural y la libertad para decidir. 

Podemos esperar un mayor interés por la genética y la química cerebral, las pulsiones humanas y las reacciones sociales. Igualmente, podría darse una sistematización del inconsciente o de la dimensión más misteriosa del ser humano. 

La investigación de la mente puede llevarnos a comprender de forma profunda los cabos sueltos de la psicología, la psiquiatría, la neurociencia o las ciencias sociales. Igualmente, son de esperar avances en el tratamiento de la depresión, el alzhéimer y otros desórdenes extendidos, hallando tratamientos innovadores para la salud mental. 

Por otro lado, podríamos esperar avances en el tratamiento contra el cáncer u otras patologías comunes que generen cierto optimismo científico, resultando en un tiempo en el que "vencemos" a la muerte y a la oscuridad.

El sexo y las relaciones

En un mundo tan complejo, la amistad y la solidaridad pueden ser una cuestión de supervivencia. En este tiempo, nuestra forma de relacionarnos con otras personas podría cambiar sustancialmente, planteando el desafío de gestionar la distancia física y emocional en un mundo en el que las relaciones son cada vez más digitales. 

Podrían visibilizarse fenómenos como la ansiedad o la fobia social, la evitación de llamadas o encuentros, o la postergación al responder mensajes, por ejemplo. Será el momento de tomar en serio la envergadura de todo esto a nivel social, y observar de donde viene la presión o la incomodidad frente a otras personas, cuando somos seres sociales y nos necesitamos. 

Por otro lado, podrían darse investigaciones y avances ante la "toxicidad" de las relaciones, así como de las ideas que tenemos de lo que deberían ser las relaciones. Por ejemplo, podríamos esperar una exaltación de la soltería o de la sexualidad más allá de las etiquetas, o un rechazo a la organización familiar y un desarrollo innovador de anticonceptivos. 

Igualmente, podríamos esperar debates en torno al sexo y la sexualidad, o llevar más allá la libertad en la identidad sexual o de género. Podríamos encontrarnos ante el triunfo de lo unisex, o ante las primeras tentativas de acabar con la segregación de espacios para géneros binarios, lo que también podría dar mucho que hablar. 

Por último, en los países del estrés, el bajo índice de natalidad podría revelar nuevas consecuencias a nivel demográfico, generando inquietudes respecto a la sostenibilidad del sistema en el futuro. Tal vez eso ayude a modificar la visión de los fenómenos migratorios.

Derechos sociales

La noción de comunidad puede verse radicalmente modificada ante la transformación del mundo global, por lo que los derechos civiles podrían distribuirse de manera muy poco equitativa, distinguiendo entre ciudadanas de primera y segunda categoría dentro del marco global. 

Esta será una época difícil para la diversidad, la igualdad y la libertad, que pueden entrar en crisis y contradicción. Por ejemplo, podría haber tensiones entre lo individual y lo colectivo, o dicotomías de difícil resolución, en las que la igualdad y la libertad choquen entre sí. 

Por otro lado, tal vez haya apasionadas defensoras y detractoras de prácticas como el aborto o la eutanasia. Es decir, los derechos sociales estarán en discusión, lo que en realidad sería una oportunidad para desarrollar conceptualmente nuevos derechos.

La renovación

Estamos ante el fin de muchas tradiciones, aunque no sin que se presenten resistencias. Especialmente, podría haber tensiones entre cambios globales que aspiran a la centralización y realidades locales, comprometiendo hasta cierto punto la soberanía de los estados ante la necesidad de lidiar con desafíos de carácter internacional ante los que se exploran alternativas a través del ensayo y el error. 

La sensación puede ser la de un nuevo proyecto social que se experimenta de forma algo errática, sin referencias previas, con un gran temor a las consecuencias futuras. Sin embargo, podría creerse en el poder del presente para crear futuro, o se podría asumir que en la actualidad hay potencial para innovar y abrir otra etapa de la humanidad. 

También son de esperar puntos de inflexión: acontecimientos con los que se "vence" al destino o se logra desplazar las cosas de su desarrollo más previsible.

El modelo social

Esta será una época compleja, en la que conviven, en las antípodas, el pesimismo ante el futuro y el compromiso social hacia un ideal de renovación. Podrían aparecer filosofías o tendencias nihilistas entre algunas comunidades, mientras otras buscan anticiparse al futuro, tomándoselo muy en serio, o incluso haciendo sacrificios presentes para contribuir a una utopía lejana. 

Con todo, el lema de que "el fin justifica los medios" podría experimentar un revival. 

Mientras tanto, podría mostrarse la cara más dura del progreso, dando lugar a ideales relacionados con el decrecimiento, la búsqueda de autosuficiencia, la descentralización y la simplificación de la vida. Por ejemplo, es posible que la consideración de las ciudades cambie, o que la forma tradicional de organizar el núcleo urbano genere descontento o desconfianza social. 

Por otro lado, la atmósfera social podría inclinar a sentimientos de desarraigo, no pertenencia o aislamiento, fomentando en ocasiones un extremo individualismo, a través del cual el mundo parecería un lugar ajeno y disruptivo al que resulta difícil adaptarse.

Ideales y rebelión

Si en este panorama podemos esperar que los ideales sean el motor de la transformación social, también veremos cambiar los principios ideológicos de la gente. Es posible que se abandone la tolerancia amable a ciertas cosas, llevando la opinión y la militancia a los extremos. Podrían darse rebeliones sociales simultáneas y contradictorias, desestabilizando las cosas. Una cosa está clara, y es que estos años veremos nacer nuevas consignas de impacto que perdurarán muchas décadas o incluso varios siglos.

La comunicación

Llegan cambios a la forma de comunicar, así como en las redes sociales y los medios de comunicación.  Podría haber una mayor concentración de medios y redes por parte de poderosas plataformas, o una mayor inquietud social ante los aparatos de la "verdad". 

El control del relato es un campo de batalla, así que podrían desarrollarse nuevas estrategias de comunicación orientadas a la persuasión, la manipulación, la visceralidad y la emoción. Con todo, la transparencia y el conocimiento de la actualidad entran en crisis. 

El relato de lo que pasa es, por momentos, diverso y caótico, y, en otros, único y excluyente. Podría darse una segmentación de públicos aún más extrema, donde se refuerzan y radicalizan grupos de opinión que viven en realidades informativas paralelas y exclusivas. 

Por otro lado, socialmente podría haber temor a un apagón de las telecomunicaciones. A lo largo de estos años podría sorprendernos el estrepitoso final de alguna plataforma digital que hubiera parecido invencible.

Los secretos

Acuario es transparencia, y Plutón, ocultamiento. Este va a ser un tiempo clave en todo lo que concierne a los secretos, la privacidad o la gestión de información sensible. De hecho, podría haber cambios importantes sobre la privacidad o la huella digital. 

Podrían darse innovaciones importantes en la encriptación o el almacenamiento de datos. Igualmente, podríamos experimentar una polarización, en la que, a un lado, habría una gran liberación de tabús, y al otro, represión y líneas rojas.

El control y el descontrol

¡Ah, todo un tema! Las nociones de control y descontrol social tomarán formas cada vez más polarizadas y observables. Podrían evidenciarse abusos flagrantes por parte del sistema, hasta que alguna gota colme el vaso, tras mucho aguante, y estalle la indignación. 

De un modo u otro, este puede ser un período de fijaciones y obsesiones populares, o de respuestas compulsivas ante fuentes de estrés o emergencia, como si partieran de una alerta instintiva que vigila las condiciones de supervivencia humana. 

Mientras tanto, es posible que se transformen los mecanismos de control o socialización, implementando modelos de inteligencia artificial y big data para crear sofisticados métodos con los que predecir conductas sociales. En este sentido, podrían ensayarse nuevas estrategias de control social, o experimentarse cambios arriesgados de cara a la organización social, afectando a mucha gente. 

Lo público

Lo público muestra sus vulnerabilidades, inclinando a grandes reformas. Por ejemplo, podría haber voluntad de gestionar de forma más transparente los recursos públicos o las decisiones comunitarias, transformando la política y el aparato institucional. 

Igualmente, podría haber una modernización y digitalización de instituciones públicas, financieras y académicas. También podría haber un cambio importante en los sistemas tributarios, incorporando nuevos impuestos a multinacionales, corporaciones y grandes fortunas tecnológicas, que concentrarán cada vez más riqueza.

La economía

Es de esperar que la riqueza económica se independice del estatus. Tal vez la posesión más valorada sea la tecnología y el conocimiento, vinculando el desarrollo económico a la digitalización, y revelando los efectos de la brecha digital en la desigualdad de la riqueza global. 

Por otro lado, podrían aparecer bancos globales, o nuevas instituciones financieras, en las que el dinero pierde su referencia al patrón material. O iniciativas de financiación basadas en el microcrédito, mientras a nivel estatal estalla la crisis de la deuda. Como decíamos antes, podría haber cambios en la gestión de las arcas públicas, y una revolución en el sistema de impuestos. 

Sería de esperar la privatización de servicios o el acceso a la información, llevando a la venta de ideas, la emergencia de plataformas de pago y la monetización obsesiva. Preocupará mucho cómo generar puentes que conecten la información y el lucro.

El poder

La plutocracia estará representada por personas con influencia social, o con influencia en el campo de la opinión y la creación de tendencias. 

Podrían darse relaciones de poder entre grupos o colectivos de personas, basando la confrontación en la divergencia de formas de entender el mundo. Igualmente, es de esperar que haya muchas tensiones entre la soberanía popular y la tendencia a la concentración de poder. Pero con la sensación de que el poder se encuentra deslocalizado, o que no siempre recae en representantes claros. 

Por supuesto, considerando los antecedentes de Plutón en Acuario, podría llegar el fin de algunas monarquías, o iniciarse un período de liderazgos erráticos y cambios radicales de poder.

Este podría ser el caldo de cultivo para el fanatismo, rechazando a colectivos enteros por sus ideas. O, yendo al extremo, podrían darse "purgas" de la comunidad, tomando la forma de fascismos, cancelaciones y polarizaciones. 

Al menos en algún punto de la Tierra podrían darse guerras de guerrillas, ataques cibernéticos o incluso crímenes contra la humanidad. Desgraciadamente, Plutón en Acuario sugiere la posibilidad de que se den atropellos humanitarios enfocados en la supervivencia de unas comunidades sobre otras. 

En este sentido, también podría haber debate global sobre la supervivencia de comunidades enteras; por ejemplo, a causa de crisis climáticas. También podría haber debate sobre la energía nuclear y el miedo a la radiación. 

En realidad, todo esto suena fuerte, pero no hay motivo para imaginar una distopía. Muchos de los asuntos mencionados aquí ya conviven con nuestra realidad actual, en el presente. Simplemente, ahora que Plutón entra en Acuario, esas cosas se desarrollan. Pondremos la lupa ahí y tendremos que hacer algo con ello. 

Espero que este post haya ayudado a abrir hilos de posibilidades con los que perfilar las expresiones que podría tomar el largo tránsito de Plutón en Acuario. Más adelante haré otro post hablando de cómo afectaría en una carta natal, así que si tenéis preguntas sobre eso, dejádmelas aquí abajo y las contesto en el próximo post. 

Muchas gracias por haber llegado hasta aquí, un abrazo gigante!

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