Hola chichis!!! ¡Qué mejor momento para regresar de mis vacaciones que en esta Luna Nueva acuariana! La madrugada del 31 de enero al 1 de febrero, en el grado 12 de Acuario, el Sol y la Luna se unen en un novilunio bastante especial, que activará directamente la cuadratura de Saturno y Urano.
Pensar a largo plazo
En este momento tendremos a 7 planetas concentrados en Capri y Acuario, signos bastante saturninos en los que tratamos de definir planes, estrategias y proyecciones a futuro. Con todo eso concentrado ahí, es posible que más de una esté ahora mismo pensando en hacer cambios radicales de dirección, para los que puede haber impedimentos u obstáculos prácticos que demanden paciencia.
Dentro de seis meses podremos ver los primeros frutos de lo que movamos ahora, pero los efectos de esta Luna Nueva requieren, sin duda, de pensar más allá, a largo plazo.
Es posible que en este momento haya conflictos de ideas, intereses y propósitos. Esa es la dificultad de esta lunación.
Las ideas, conversaciones y relaciones pueden entrecruzarse bastante, sobrecargando también nuestras emociones y nuestra capacidad para disfrutar del presente. ¡Se trata de una atmósfera algo estresante, en la que algunas ideas que nos habían sido centrales pueden quebrarse! Pero este novilunio también trae la oportunidad de dar un gran salto adelante en algún tema que se hubiera sentido estancado.
Distanciamiento
Este clima astral me lleva a pensar en el frío y en la nieve. Mientras el stellium en Capricornio podría asociarse a altas montañas nevadas, los planetas que tenemos en Acuario pueden asociarse a una tormenta de nieve en una llanura de infinito horizonte. La nieve cubre con una capa perfecta todas las superficies; las reviste y simplifica, ocultando sus imperfecciones. ¡La nieve ciega!
¿Los ideales con los que imaginamos el futuro deseado están ocultando alguna oportunidad concreta del presente? ¿Tal vez, ahora, haya algo que no estemos viendo?
Tendremos que esperar a que la tormenta de ideas se asiente. A que el revestimiento de nieve se derrita. Al fin y al cabo, aún tenemos a Mercurio retrógrado, y durante casi todo el mes, Mercurio y Venus estarán en sombra post-retrógrada. Aún tenemos mucho que procesar, reordenar y perfilar. Tal vez sintamos que aún hay algo incierto, lleno de potencial, que sin embargo aún queda en la incertidumbre.
Hacer las preguntas adecuadas
Con Mercurio y Venus retro, venimos de una temporada algo densa, llena de preguntas, opciones y dudas. Y en esta Luna Nueva ya empezamos a tener ubicadas, por lo menos, las opciones y dilemas que estemos barajando. Es decir: ya hemos dedicado un tiempo y una energía a revisar las cosas, a ubicar, descartar o aprovechar posibilidades. Pero es posible que la presencia de Acuario y Urano en este novilunio nos invite a tomar distancia de todo eso.
Si damos muchas vueltas a las cosas no vamos a solucionarlas antes. ¿Necesitamos darnos tiempo para que las ideas se asienten?
Como en todas las Lunas Nuevas, este es el momento de poner atención en lo que nos dicen las emociones. Tal vez, con esta Luna acuariana, hayamos venido sintiendo que es razonable plantear las cosas en términos de blanco y negro. Puede que, buscando certezas prematuras, nos hayamos dicho a nosotras mismas, es esto o lo otro.
Pero, la forma en que elaboramos nuestro discurso mental, ¿viene de un reconocimiento objetivo de los hechos, o responde a nuestra necesidad de seguridad? ¿Qué límites ponemos a nuestras ideas para acotar los problemas y quedarnos en lo que ya conocemos? ¿Tenemos miedo de plantear preguntas diferentes?
Si alguna vez habéis hecho un sudoku, un puzle o un crucigrama y os habéis quedado trabadas en un punto, entenderéis a qué me refiero. Cuando estamos obcecadas en asociar una solución a un problema, pero esta solución no funciona, nos cuesta ver más allá. Nuestra cabeza insiste en intentar, una y otra vez, hacer que esa pieza encaje donde sabemos que no va.
A veces lo mejor es tomar distancia, ir a hacernos un café, salir a pasear, y retomar el problema con una mirada fresca. Cuando dejamos pasar un tiempo y volvemos al puzle, por ejemplo, podemos leer el problema desde otro sitio, y entonces la respuesta adecuada puede venir de forma tan fluida que nos parezca obvia, sorprendiéndonos a nosotras mismas por no haberla visto antes.
Si pensamos en lo mismo una y otra vez y no llegamos a ningún sitio, tal vez sea el momento de desplazar el foco, dejando de buscar respuestas y empezando a replantear las preguntas.
Moldes mentales
Cuando nos decimos "esto o lo otro", es una estructura Saturnina. Saturno impone límites concretos, líneas divisorias. O es blanco, o es negro. El tipo de pensamiento que propone Saturno en Acuario es de ese estilo, y sirve sobre todo para concretar. A veces es de lo más útil. Por ejemplo, cuando tenemos que escoger el color de unas cortinas, reducir opciones hasta escoger entre estas o aquellas puede ser bastante práctico, economizando energías.
Sin embargo, la estructura mental propia de Urano es muy diferente. Urano crea ruido, genera recortes de ideas y se pierde en estímulos erráticos. Urano nos confronta con el caos, el descontrol y la incertidumbre. No es particularmente cómodo, porque puede llegar a dispersar nuestras energías, echando abajo las expectativas y tensionando las situaciones. Pero Urano genera el caldo de cultivo para el descubrimiento. Y también aporta apertura y disposición al riesgo.
¿Cómo estructuramos nuestras ideas a la hora de resolver dilemas?
Con las luminarias en conjunción a Saturno y en cuadratura a Urano, su regente, es posible que ahora sintamos la necesidad de definir opciones y certezas concretas con las que poner orden en algún asunto apremiante. Pero, simultáneamente, podemos intuir que nuestro intento de control puede verse frustrado si ignoramos la necesidad de plantear las cosas distinto.
¿Cómo te hablas?
Creo que un buen ejercicio para esta Luna Nueva podría ser identificar cómo nos hablamos a nosotras mismas. Cuando tenemos el impulso de hacer algo nuevo o diferente, ¿qué nos echa atrás? ¿Qué miedos, costumbres y comodidades nos dejan siempre en el mismo lugar? Y, sobre todo, hay motivos objetivos para pensar así? Este puede ser un momento increíble para identificar objetivamente cuál es el tono de nuestro discurso mental.
¿Qué pensamientos arraigados nos anclan o nos desmotivan? ¿Nos repetimos a diario algún mantra perjudicial?
Cuando nos paramos a mirar, podemos sorprendernos de la frecuencia con la que cada una de nosotras mina su confianza con ideas negativas. También podemos advertir cuál es el tono con el que otras personas se hablan a sí mismas, si observamos qué palabras escogen para describir su situación.
El cinismo, el sarcasmo, el juicio negativo o la crítica constante en nuestra forma de hablar pueden ser una señal de alarma de que, emocionalmente, nos sentimos atrapadas. Si es así, ¿qué necesitaríamos para liberarnos de las frustraciones? Liberarnos de frustraciones puede ser clave, precisamente, con Saturno y Urano tensionando a este novilunio.
Disciplina vs estrés
Si con los planetas que hay en Capri hemos estado muy disciplinadas, gestionando los tiempos y rutinas para avanzar poco a poco hacia algún propósito concreto, ahora podremos ver si esa reorganización de la vida es sostenible o no, cómo nos sentimos bajo esa nueva ordenación, o cuáles son las carencias de nuestro plan inicial. Esto puede pasar a muchas escalas.
Por ejemplo, si con la entrada de Marte en Capri inicié un plan de deporte, tal vez en esta lunación pueda preguntarme si mi cuerpo está estresado, o si necesito compaginar la disciplina física con momentos de mayor improvisación, en los que tal vez pierda de vista mi tabla de entrenamientos para divertirme haciendo algún deporte de equipo al aire libre.
En otras palabras, tal vez nos preguntemos qué precio pagamos, a nivel de bienestar, por poner ciertos objetivos o dilemas en el centro de nuestra vida.
Cuando logramos cumplir lo que nos habíamos propuesto, por muy modesto que eso sea, podemos sentirnos muy satisfechas. Pero cuando vivimos siempre bajo una planificación estricta, la vida puede sentirse apagada y austera. Ahora ponderamos qué lugar damos a la disciplina, y hasta qué punto nos causa estrés.
Exceso de ¿moderación?
Imaginad que hay algo que habéis elegido hacer todos los días, por costumbre, a la misma hora. Imaginad que una amiga os propone hacer algo especial justo en ese momento del día. Si le decimos que no es un buen momento y seguimos con la rutina, apostamos por mantener el orden previsto, pero puede ser frustrante habernos negado la nueva experiencia.
Si le decimos que sí, y nos saltamos nuestro plan anterior, comprometeremos puntualmente nuestros hábitos, pero podremos vivir algo nuevo, y recuperar la rutina al día siguiente. ¿A cuántas cosas decimos que no por piloto automático? ¿Cuántas cosas interesantes nos negamos por economizar energía y seguir con nuestra vida ordinaria?
Cuando decimos "no puedo, porque tengo que", ¿es cierto, que no puedo?
Tal vez cambiar ciertos hábitos, permitirnos dedicar tiempo a algo nuevo y estimulante, leer algo que disfrutemos o seguir algún impulso espontáneo pueda resultar un bálsamo en este momento. En esta lunación, creo que necesitaremos demostrarnos que el mundo es mucho más abierto, amplio y posibilista de lo que habíamos considerado antes.
Ahora tenemos la oportunidad de reconocer y cambiar, poco a poco, cómo nos pensamos, y cómo entendemos nuestras circunstancias. Con esta Luna Nueva, tenemos la oportunidad de analizar objetivamente cómo nos afecta lo que pensamos. Y, también, qué hábitos y circunstancias influyen en nuestros bucles mentales.
Como veis, esta puede ser una lunación tremendamente psicológica, que nos ayude a plantear nuevas rutas de bienestar, asociadas a la gestión del tiempo, las actividades y las ideas. Además, otro rasgo relacionado con esto es que tenemos a Mercurio retro aún en conjunción a Plutón. Si necesitamos transformar cómo vemos y pensamos alguna cuestión, este es un momento increíble para transformar nuestro discurso de manera profunda.
Mente abierta
Algo que potencialmente puede resultar muy retante de este clima astral es que, si eludimos analizar qué nos motiva a anclarnos a ciertas ideas, podemos reaccionar bastante fuerte, de forma algo intransigente o inflexible. Muchas personas, ante la tensión mental y emocional de estos días, pueden reaccionar de forma bastante tozuda, forzando ideas, conversaciones o discusiones que, aunque aparentan ser razonables, tienen un fondo emocional, reactivo.
En otras palabras, es posible que más de una persona se sienta inclinada a forzar certezas precipitadas para revestir los miedos de claridad. Sin embargo, es posible que aún necesitemos darnos tiempo y reconocer que no siempre sabemos lo que hay o lo que pasará con ciertos asuntos.
Puede costar un esfuerzo extra, pero en este clima astral mantener la mente abierta será más necesario que nunca.
Al fin y al cabo, si no reconocemos lo que nos queda por aprender, nos quedaremos siempre en el mismo sitio. También es posible que, con esta lunación de Aire tan tensionada, las diferencias y los debates con otras personas lleven a las relaciones sociales a un punto de gran fragilidad. ¿Las ideas y opiniones realmente valen el fin del afecto?
Cuando nos negamos a escuchar lo que la otra persona tiene para decir, o adoptamos una actitud aleccionadora, no estamos respetando su inteligencia. Cuando escuchamos a alguien defender ideas o posicionamientos que están en las antípodas de lo que pensamos, ¿cómo reaccionamos?
Indignarnos e irritarnos es una posibilidad, bastante humana, por cierto. Pero si resistimos la tentación de cancelar o negar lo que la otra persona está diciendo, y nos preguntamos qué experiencias, costumbres, emociones o informaciones la llevan a defender esa postura, podemos empezar a hacer preguntas y a construir diálogo.
A nivel colectivo, por otro lado, es posible que las cosas estén bastante polarizadas estos días, tal vez con noticias bastante impactantes, o fracturas sociales, una vez más. Pero, en lo individual, yo creo que sí podemos salvar esa brecha. Abandonar la torre desde la que defendemos la pureza de las grandes ideas, y entregarnos a la promiscuidad de las opiniones que se mezclan, reproducen y evolucionan.
El nacimiento de algo hermoso
Aparte de todo lo que hemos hablado hasta ahora, en esta Luna Nueva empiezan a formarse algunos aspectos tremendamente inspiradores que nos acompañarán todo febrero. Son los aspectos armónicos de Marte, Júpiter y Urano, a los que, en este momento, también se suma Venus, que acaba de entrar directo hace solo unos días, y está bastante poderoso.
Este gran séxtil tan especial en signos de Agua y Tierra nos ayuda a visualizar y a gestar otras posibilidades, suavizando un poco las tensiones con una incipiente confianza. Con todo, es posible que desde los últimos días hayamos venido sintiendo ya cómo algún asunto amable está naciendo. Tal vez, bajo el ruido de los dilemas de mayor peso, hayamos encontrado algo, tal vez un nuevo sueño, una nueva idea, un nuevo proyecto o una nueva práctica, que renueva nuestro sentido de propósito y esperanza.
Marte y Venus, al fin y al cabo, empiezan ya a hacer sentir su conjunción, que será tremendamente larga y durará aún dos meses a partir de ahora. Algo hermoso y concreto comienza, despertando nuestra motivación, incrementando nuestra confianza o armonizando y energizando algún ámbito de nuestra vida que antes se hubiera sentido gris.
Por ahora, es posible que depositemos grandes esperanzas en lo que nos estimula e interesa, deseando darle una continuidad.
Si estamos empezando a disfrutar de algo nuevo, o si estamos planteándonos hacer algo que nos gusta mucho, es posible que lo sostengamos a largo plazo y lo veamos crecer, creando, así, una fuente de satisfacción que nos acompañe de aquí en adelante. ¡Y no lo digo a la ligera! Los séxtiles de Júpiter y Urano ocurren cada mucho tiempo, y durante este mes gozaremos de su especial atmósfera visionaria. Venus y Marte en Capri, activándolos de forma armónica, nos ayudan a llevar a la acción y a la concreción alguna de esas visiones y esperanzas.
¿Qué temas concretos puede mover esta lunación?
La casa de nuestra carta natal en la que caiga el 12º de Acuario es el área en la que caerá esta Luna Nueva, y por tanto, la zona en la que podremos sacar el máximo partido de nuestra reflexión, aprendizaje, inteligencia social y capacidad de iniciativa.
Sería interesante analizar cómo sentimos las circunstancias representadas por esa casa, y ubicar qué responsabilidades y libertades asociadas a esos temas nos tienen haciendo malabarismos. ¿Qué necesitamos hacer ahí? ¿Podemos plantear las cosas diferente en esa área de nuestra vida?
Por otro lado, si tenéis planetas o cúspides a la mitad de los signos fijos (Tauro, Leo, Escorpio y Acuario) esta lunación os afectará de forma más directa.
Será importante gestionar la tensión mental o el estrés, y experimentar prácticas o métodos que puedan mejorar nuestra calidad de vida y nuestra salud mental.
Además, todo lo que tenga que ver con conocimientos especializados, intereses, estudios, ideas o aventuras intelectuales se verá favorecido, y en particular, proyectos personales o compartidos pueden verse impulsados por la atmósfera ingeniosa de este momento.
La amistad, los grupos de personas, las colaboraciones o las redes sociales también pueden jugar un papel interesante estos días. De algún modo, el contexto, el mundo global y las noticias también pueden intensificar su presencia en la esfera personal, tal vez generando una sensación de interconexión, en la que lo individual conversa, sí o sí, con lo que hay ahí fuera. Opiniones, posicionamientos y responsabilidades sociales estarán de nuevo en el punto de mira. ¡Necesitaremos hacernos preguntas audaces!
Un abrazo grande, chichis!!!
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