Hola chichis!!! Ya es hora de hablar de uno de los eventos astrológicos más importantes del cambio de año, que tendrá resonancias a largo plazo: el complejo tránsito de Venus en Capricornio, con retrogradación incluida.
Venus entró en Capri el 5 de noviembre de 2021, y lo abandonará definitivamente el 6 de marzo del 2022. Venus tarda aproximadamente un mes en recorrer cada signo, así que este período de cuatro meses en Capricornio es relativamente excepcional, únicamente posible porque entra retrógrado.
Venus retrograda cada 18 meses, pero tendríamos que remontarnos a 2014 para encontrar una retrogradación de Venus en Capricornio. Los ciclos de Venus se desarrollan en períodos de 8 años, con un punto central cada 4. Así que ahora podemos estar viviendo resonancias de 2014 y 2018. Hablaremos de eso al final.
Además, hay tres factores del clima astral actual que subrayan el papel de Venus. El primero es su proximidad a Plutón en Capri, el planeta que intensifica profundamente las cosas. El segundo es su regencia de Tauro, donde Urano y el Nodo Norte coincidirán en este período. El tercer factor es la compañía de Marte, que va a rondar a Venus durante mucho tiempo, abandonando juntos Capricornio.
Vamos a verlo todo, empezando por el principio.
¿Qué significa Venus?
Venus es conocido como el planeta del amor, y desde luego, sí: es el planeta del amor. Pero va más allá del amor romántico. Venus rige el amor a la naturaleza, a la vida, y a todo lo bello, amable y gozoso que ofrece la existencia. Venus señala qué nos gusta, qué apreciamos y qué valoramos. Qué nos lleva a escoger el sabor de un helado, qué hobbies disfrutamos, o qué cualidades amamos y admiramos.
También señala cómo creamos algo valioso en nuestro baile por la vida, o cómo hacemos para unir, pacificar y suavizar. Cómo embellecemos el entorno, cómo nos expresamos a través de la apariencia y el arte, o cómo buscamos realizar nuestro talento.
Como regente de Libra, Venus trae la sonrisa amable, la conversación respetuosa y el acompañamiento en el camino. Como regente de Tauro, Venus rige todos los recursos de los que disponemos para sostener una vida digna y segura, además del erotismo de la caricia y el despertar de los sentidos.
Venus rige las relaciones, sean del cariz que sean. Y rige el placer de vivir, en todos sus colores y matices.
Además, Venus es un planeta personal, así que verdaderamente lo sentimos cerca, próximo: definitorio de algo que nos es muy propio y necesario. Por eso solemos involucrarnos muy personalmente en lo que mueve este planeta: porque es todo lo querido y amado que nos ofrece este mundo.
¿Qué significa Venus en Capricornio?
Venus en Capri enfatiza en la relación que establecemos con nuestro cuerpo, y de forma más específica, con la huella del tiempo en nuestro cuerpo. Por ejemplo, valora lo que aprendemos a disfrutar gracias a los años. Es el disfrute tranquilo de un vino añejo, o el silencio cómplice de quienes han compartido mucho tiempo. También es tolerante al tedio y la regularidad, proponiendo disfrutar de lo sencillo.
Puede ser interesante para moderar excesos y poner en orden nuestras prioridades. También alienta la apreciación de lo que se logra con esfuerzo, invitándonos a valorar nuestras competencias, lo que aportamos al mundo, o lo que nos motiva a perseverar.
Genera la expectativa de gozar de una justa retribución por nuestro trabajo, e incluso de gestionar mejor talentos, dinero, esfuerzo, tiempo y espacios.
Es una posición ambiciosa y constructiva, que plantea lo amado como un camino de progreso, profesionalizando vocaciones, facilitando acuerdos profesionales, o priorizando la gestión coherente de los recursos. A nivel económico, Venus en Capri favorece que creemos estrategias prometedoras si enfrentamos la austeridad, que queramos ahorrar para el futuro, o que nos planteemos invertir lo que tenemos en un plan consistente.
En lo colectivo, especialmente, este tránsito cuestiona la meritocracia y el modelo productivo, y clama reformas importantes en la economía, la deuda, los impuestos o la inflación. Ahora puede ser más evidente que el esfuerzo no siempre garantiza el logro, un tema crucial en este contexto de necesidad.
Venus en Capricornio y las relaciones
Venus en Capri invita a examinar las relaciones por lo que son en su sentido más práctico, poniendo la lupa en la gestión de tiempos y esfuerzos. Es una posición exigente que tiende a poner límites en las relaciones, con la finalidad de proteger algo que nos es esencial: el respeto a nosotras mismas y a las demás, el respeto a nuestra palabra, y a la calidad de nuestros compromisos.
Venus en Capricornio puede sentirse como soledad.
Ya sea porque tengamos el imperioso deseo de habitar el silencio y concentrarnos en nosotras, sin negociar constantemente las cosas con alguien más, ya sea porque sentimos dificultad para conectar con otras personas, o porque hay impedimentos u obstáculos que impiden o retrasan la unión.
Sin embargo, Venus en este signo también invita a esclarecer cuál es el fondo de nuestras relaciones, identificando qué forma tienden a tomar sus dinámicas, y definiendo cuáles son sus expectativas o posibilidades a futuro.
Esta posición se asocia a relaciones de pareja que se formalizan, incluso de forma legal o religiosa, con un aire especular que refleja matrimonios y vidas de otros tiempos. Revela el marco de tradiciones sociales con el que conversa cualquier relación, especialmente de pareja.
Y si nos sentimos atrapadas en la cristalización que tomó el amor, ayudará a poner límites a la inercia y a redefinir las formas.
Por último, Venus en Capri también habla de un genuino y consistente amor a la naturaleza, a la vida y a sus ciclos. Es la belleza natural que se encarna; que pone en el centro lo esencial, eliminando la decoración accesoria para poner en el pedestal la sencillez rotunda de las formas.
En un sentido más anecdótico, Venus en Capri lleva la creatividad a lo concreto, favoreciendo, por ejemplo, la estética minimalista y elegante, las artes aplicadas a medios tradicionales, como la cerámica o la cestería, o la creatividad que trabaja con la materia y el vacío, como la escultura o la arquitectura.
Por ejemplo, la apreciación de los espacios puede inclinar a poner orden en el ropero o a mover los muebles de sitio. Porque Venus en Capri es, también, el amor al orden y a todo lo que favorece la concentración y el avance en lo que importa. Lógicamente, Venus retro en Capri también traerá a colación la presión social de los cánones de belleza.
Venus en Capri, hoy. ¿Cómo nos afecta?
La zona Capricornio de nuestra carta ha sido un área muy dura los últimos años, porque fue allí donde vivimos, a nivel colectivo y personal, la conjunción de Júpiter, Saturno y Plutón, que trajo una crisis histórica y transversal en nuestro mundo durante 2019 y 2020. En la zona Capri de nuestra carta hay aún cenizas y escombros de lo que colapsó y nos quemó los últimos años, y seguirá siendo una zona delicada hasta que Plutón abandone definitivamente el signo, en 2024.
Cualquier tránsito que toque esa área de Capri tiene, de por sí, una función compleja, y puede sentirse algo hiriente o incómodo.
Porque en esa zona de nuestra carta hemos puesto una resistencia, una paciencia y un aguante sobrehumano. Y, sin embargo, es donde tuvimos que decir adiós a algo fundamental, que nos había costado mucho construir y sostener. Tal vez ahora la visita de Venus cuestione qué sacamos de provecho tras esa crisis. O si cabe la posibilidad de reconstruir algo amable en esa zona.
Por ejemplo, en lo colectivo puede ser una oportunidad para revisar las prioridades y valores asociados socialmente al trabajo, la presencialidad y las demandas de la vida profesional, algo relacionado con Capricornio.
En lo personal, tal vez ayude recordar cuáles eran los asuntos más demandantes de nuestra vida en 2019 y 2020. Con qué estábamos lidiando, dónde poníamos tiempo, y qué esperábamos lograr, en el fondo, con ese tremendo esfuerzo. Porque esos son los temas que investigará de nuevo Venus en su larga visita a Plutón. ¿Será que podemos unir los pedacitos de lo que se fragmentó en ese escenario de vida, y crear algo mejor?
Venus entró en Capricornio el 5 de noviembre, y saldrá del signo el 6 de marzo. En este tiempo, va a hacer aspectos a todos los planetas transpersonales. Vamos a hablar de cada uno de ellos.
La relación de Venus y Urano
Con Urano, Venus dibujó un trígono el 19 de noviembre: un aspecto armónico que favorece que visualicemos formas venusinas más sostenibles e independientes. Este trígono fue exacto durante el eclipse de Luna en Tauro, lo que nos da una idea de la importancia que tendrá este tema durante todo el tránsito de Venus en Capri, y más allá, hasta bien entrado el 2023.
El foco está en la sostenibilidad: en la creación de alternativas desde las que plantear el la relación con lo que amamos y necesitamos.
Con este trígono a Urano, Venus en Capricornio está marcando el rumbo a la exploración de nuevas formas sociales que sean más afines a nuestras prioridades, más allá de la costumbre. Además, con eclipse en Tauro incluido, puede haber una sensación de destino en la atmósfera, como si sencillamente continuar con lo de siempre fuera demasiado costoso de cara a nuestra relación con la vida.
Además, Venus tendrá cierto peso cuando Urano entre directo el 18 de enero, el mismo día que el Nodo Norte entra en Tauro. Ese puede ser un punto de inflexión en todo este recorrido de Venus por Capri. Tal vez algún factor ignorado, o considerado marginal hasta el momento, termine de definir dirección esos días. Especialmente, en economía mundial o ecología, ¡la segunda mitad de enero puede ser intensa!
La relación de Venus y Neptuno
Venus va a estar mucho tiempo en séxtil a Neptuno. ¡Las emociones van a estar a flor de piel! Puede que nademos en espirales de ilusión y desilusión, o que nos debatamos pendularmente entre opciones igualmente atractivas. ¡La ambigüedad puede ser agotadora si estamos sopesando relaciones!
Por ejemplo, esto puede dar lugar a amores sublimes que suben como la espuma, y que se rompen como una pompa de jabón.
También a grandes nostalgias por relaciones del pasado, con una especial inclinación a repasar viejas historias o a hacer grandes gestos románticos. También son aspectos maravillosos para la generosidad, la inspiración y la creatividad, o artes como la fotografía, la música o el cine.
Con el primer séxtil del 30 de noviembre, pudo haber inclinación a postergar decisiones, evadiendo mirar con realismo lo que hay, o invitando a procesar lentamente situaciones muy demandantes a nivel emocional. Con el segundo séxtil del 5 de enero, con Venus retro, tendemos a retomar el contacto con personas que fueron importantes para nosotras, con cierta sensación de sincronía o magia en la atmósfera. Puede ser un momento muy bello para hacer las paces con personas del pasado.
Sin embargo, es posible que, en el fondo, el efecto del tercer séxtil, que se dará el 24 de febrero, venga a disolver las durezas y fijaciones de nuestro corazoncito, mostrando qué ilusiones nos atan, y cuáles nos impulsan adelante. Y, ahí sí, puede que alberguemos esperanzas claras, realizables, que no miren necesariamente hacia atrás.
Las tres conjunciones de Venus y Plutón
El núcleo de lo que removerá este tránsito se centra en los contactos de Venus y Plutón. Venus hará tres contactos a Plutón. La primera conjunción exacta sucede el 11 de diciembre, en el 25º de Capricornio. Esto puede sentirse como el final de algo que nos era muy amado, o como la intensificación de todo lo que ha estado moviendo Venus en Capri anteriormente. Algún asunto venusino puede sentirse volcánico; arrasador. Todo un punto de gravedad del que costará despegarse.
La segunda conjunción será el 25 de diciembre, con Venus ya retrógrado. El día 24 se perfecciona la cuadratura de Saturno y Urano, así que puede ser un día especialmente complejo, en el que emerjan asuntos prácticos de los que hacerse cargo, mientras la carga emocional se intensifica. La tensión puede llevar a reacciones bastante polarizadas, sorpresas y extremos.
Además, con Venus retro, es posible que veamos la máxima expresión de alguna problemática recurrente en nuestras relaciones. Lo que veamos esos días en otras personas es algo que no podemos elegir no haber visto. Y puede transformar verdaderamente lo que sentimos hacia las demás.
Luego Venus continuará su recorrido por Capricornio, y no será hasta el 3 de marzo cuando vuelva a hacer una conjunción exacta a Plutón, ya en el grado 27 de Capri. En esa tercera y última conjunción de Venus y Plutón, Venus ya estará directo, y Marte también estará con ellos. Ahí sí, algún corte o algún final puede sentirse definitivo.
Además, nuestras fuerzas pueden ser máximas, invitando a enfrentar alguna situación difícil.
Con todo, si hemos sostenido relaciones o dinámicas compartidas que no nos hacen bien, de aquí a marzo estaremos dejándolas atrás. Las relaciones que sí sentimos consistentes, por otro lado, pueden experimentar ciertas crisis, pero gozarán de una mayor resiliencia para hacer los ajustes y cambios necesarios.
La relación de Venus y Plutón
La unión de Venus y Plutón trae una atmósfera crucial en la gestión de secretos compartidos, sacando a la luz los trapos sucios. Por ejemplo, asuntos como gestión de residuos, corrupciones y delitos fiscales pueden estar a la orden del día.
Además, será un momento crucial para comprender cuál es la verdad de nuestras relaciones. Incluso pueden moverse profundamente las relaciones con una gran diferencia de edad, como la que tenemos con figuras maternas o paternas, o personas que visualizamos como una referencia o una autoridad.
Si hay densidad en las relaciones, puede ser difícil expresarlo a través de las palabras. Además, puede haber una focalización algo obsesiva en el objeto de nuestro deseo, lo que puede ser excitante si nuestros deseos son recíprocos, y fatal si no lo son. La sospecha, suspicacia y vigilancia pueden estar ahí. Lamentablemente, puede haber una intensificación de temas como abusos, intimidaciones, apegos, celos, atracciones quemantes o rechazos.
¿Cuántas violencias y desigualdades quedan de puertas a dentro en las relaciones?
Algo puede saltar también en relación a la sexualidad, la supervivencia o las vergüenzas. Como veis, no es nada ligera esta combinación. De hecho, precisamente nos pone en relación con el instinto, lo incómodo; lo visceral.
Por desgracia, puede ser un momento especialmente delicado para las mujeres, porque es una energía que tiende a exacerbar la violencia machista... en unas fechas especialmente delicadas. ¿Cuáles son esas personas de confianza, con las que nos sentimos seguras y en paz? ¿Hay alguien que, solo con su presencia, genera un efecto de tensión en nuestro cuerpo? Pasemos la vida con quienes nos ven y nos respetan. Si no nos sentimos seguras con alguien, es mejor volar lejos.
Hablando de desamor
Venus en Capricornio, visto de forma más tradicional, puede sentirse como el mandato de "aguantar" en una relación. O puede inclinar a leer las relaciones en términos de éxito o fracaso, planteando su final como una derrota.
Pero el fracaso, la derrota, es dejar que el precioso tiempo de vida se vaya donde no podemos respirar. Donde no somos amadas como merecemos. Donde no somos bienvenidas, tenidas en cuenta ni consideradas una igual. Donde no hay alegría ni placer.
En mis consultas veo a muchas personas que sienten el final de una relación como un acontecimiento fatal en la historia de sus vidas.
Que temen no ser capaces de amar. O que tienen miedo de avanzar más allá de una relación triste, porque no saben cómo hacerse cargo del tremendo es esfuerzo que supone reorganizar la vida práctica más allá de las estructuras de la convivencia en pareja.
La tradición arrastra el modelo de estructurar las comunidades en los pequeños núcleos que son las parejas. Un montón de cosas aún están pensadas para hacerse en pareja. Por ejemplo, conciliar trabajo y cuidados, asumir una hipoteca o pagar un alquiler desorbitado para el que no alcanza solo un sueldo. Por no hablar de la oferta de ocio. El consumo y el amor van de la mano.
El relato del amor se replica en pelis, libros, series y canciones. En realidad, tiene poco que ver con el amor como tal. Más bien, tiene que ver con una forma muy específica de entender el progreso de las personas adultas. Un tema muy capricorniano.
Es el relato que lleva a muchas mujeres, especialmente, a echarse los principios al hombro y asumir el papel de subalternas, al menos en algunos paréntesis de su historia vital. Estadísticamente, nosotras pasamos muchas más horas cuidando y sosteniendo, y la retribución para eso es esa vieja noción abstracta, colorida, a luces de neón: "el amor".
Cuando vamos a ver, mientras nosotras "amábamos", otros progresaban laboral o económicamente. El relato del amor está en la estructura misma de la desigualdad.
Este tránsito de Venus en Capri, tocando a Plutón, habla de situaciones muy reales que rodean a nuestra idea y experiencia del amor, y que a menudo nos ponen contra la espada y la pared. Con Venus en un signo de Tierra, no todo depende del afecto. Hay cuestiones bien materiales, relacionadas con la subsistencia, que nos atrapan en los círculos del amor y el cuidado, y nos dejan en el eterno bucle de la tradición.
Este larguísimo tránsito de Venus por Capricornio subraya el drama colectivo, social, de haber cimentado el mundo encima de esas desigualdades cotidianas. No es casualidad que la supervivencia de las mujeres esté comprometida en tantos casos. Además, no solo queremos sobrevivir: queremos disfrutar la vida que merecemos. En paz, con dignidad. Para que el amor sea lo que es, amor, y no todo ese universo central de obligaciones en el que se angustian los años.
A nivel colectivo, va a ser importante seguir trabajando juntas por la igualdad salarial, la conciliación, el costo de vida proporcional a los ingresos, o las redes de apoyo social que desafíen el modelo más normado de la pareja como núcleo de todo. Por muy difícil que parezca, merece la pena luchar para romper el bucle.
Las relaciones de amor requieren eso, amor, o lo que es lo mismo, reciprocidad. Igualdad. Respeto y dignidad.
Y estos van a ser temas centrales estos meses. Ahora nos toca preguntarnos cuál es nuestra idea del amor, qué expectativas teníamos en nuestras relaciones, de dónde vienen esas nociones y qué implican.
Capricornio es un signo de jerarquías y orden. Ahora se hará más patente quién está por encima de quién socialmente, quién tiene más poder, o cuáles son las opresiones que subyacen en la relación de la gente, y en la relación de la gente con las cosas. Cuando algo resulta destructivo tenemos la necesidad de cortar la dinámica y hacerlo mejor. Y eso va a ser clave durante este largo tránsito.
Me he centrado en la estructura del amor, y en todas sus problemáticas materiales y tradicionales, porque es una de las significaciones más evidentes con Venus en este signo. Pero en este contexto es obvio que también nos va a tocar preguntarnos cuál es la opresión particular que ejercemos, como humanidad, en la naturaleza y los demás seres vivos.
Cómo nos relacionamos con el consumo, o qué vergüenzas de nuestra economía global son ya imposibles.
Como veis, este tránsito enlaza temas fundamentales de la vida personal y la colectiva. Se trata de un tránsito profundo, que tiene mucha más relevancia de lo que podría ser todo ese movimiento de ex y flechazos que se suelen comentar con las retrogradaciones de Venus. Lo que analizamos ahora es nuestra forma de amar, no solo a otros seres, también a nosotras mismas, a la naturaleza y a la vida. ¿Será que el tiempo de las viejas fórmulas acaba? Capricornio es como un reloj de arena. Ninguna forma es para siempre.
La retrogradación de Venus
El 17 de noviembre, Venus llegó al grado 11 de Capricornio, entrando en la fase de sombra pre-retrógrada. Todos los asuntos relacionados con Venus que se hayan movido desde ese momento entrarán a revisarse cuando vuelva a recorrer esos mismos grados.
Será el 19 de diciembre, en conjunción a Plutón y tras la Luna Llena, cuando Venus entrará retro en el grado 26 de Capricornio. Eso quiere decir que, visto desde la Tierra, el planeta parecerá moverse en el sentido contrario al que le es habitual, volviendo sobre sus pasos.
Del 19 de diciembre hasta el 29 de enero, Venus estará retro, en período de revisión, retrospectiva e integración.
A efectos prácticos, puede haber, como hemos visto, mucho movimiento en relaciones y gestión de recursos, deudas o estrategias de realización personal y formas de vida. También puede ser un momento crucial para reencontrarnos con personas amadas o revitalizar el contacto con personas mayores.
Por ejemplo, es posible que en esas fechas muchas personas vuelvan a abrazar a sus seres queridos tras una larga espera, ya que serán las primeras navidades de pandemia en que la vacunación está extendida. Esa puede ser una de las expresiones más bellas de este tránsito. Es posible que experimentemos emociones intensas al respecto, o que seamos más conscientes de cómo nos transformó este espacio larguísimo de tiempo en que estuvimos más distanciadas.
El 29 de enero será cuando Venus entre directo en el grado 11 de Capricornio. A partir de ahí, ya directo y acompañado por Marte, Venus volverá a pasar una tercera y última vez por los mismos grados del signo, terminando de definir las situaciones que hubiéramos estado revisando. Eso es lo que se conoce como período de sombra post-retrógrada, que durará hasta el 2 de marzo.
Comprendiendo los tiempos de sombra, esta retrogradación de Venus se extiende desde el 17 de noviembre hasta el 2 de marzo.
Curiosamente, si recordáis, el 3 de marzo será cuando Venus, Marte y Plutón se junten en una triple conjunción exacta en el 27º de Capricornio. Así que todo este movimiento tremendo tendrá un colofón bastante claro, en el que podremos esclarecer, definitivamente, qué deseamos y qué no. Con tendencia a poner muchísima energía en la activación de lo que queremos realmente.
Venus Star Point en Capricornio
Cada vez que Venus entra retrógrado, cruza su camino con el Sol, haciendo una conjunción exacta con él. Este evento, que se conoce como Venus Star Point, marca un punto de inflexión en el ciclo de Venus.
Venus y el Sol solo hacen conjunción en cinco signos, por lo que si trazáramos sobre el zodíaco todos los puntos en que se han encontrado los últimos ocho años, veríamos que dibujan una estrella de cinco puntas. Cada conjunción del Sol y Venus sería una punta de estrella, también asociada a la flor de la vida.
Algunas de sus significaciones son la fertilidad creativa, la fuente natural de nuestra vitalidad, o nuestra relación con la vida.
Para entender el ciclo de Venus, ayuda pensar en el ciclo de la Luna, que es el conocemos mejor, y al que estamos más habituadas. El ciclo de la Luna comienza con la Luna Nueva, culmina con la Luna Llena, y se resetea de nuevo con la siguiente Luna Nueva. Los ciclos de Venus son semejantes. Duran 8 años, pero a la mitad del ciclo, a los 4 años, hay un momento de culminación.
Hace ocho años, en enero de 2014, hubo un Venus Star Point en Capri que dio comienzo al ciclo de Venus que está por terminar ahora. Sería el equivalente al "Venus Nuevo". Por eso, ahora puede haber recuerdos y reminiscencias de aquella temporada. Tal vez algo resuene, al menos a nivel interno, con lo que vivíamos en enero de 2014. ¿Qué aprendimos desde entonces?
Cuatro años después, en enero de 2018, hubo otro Venus Star Point en Capricornio que llevó el ciclo a su culminación. Sería el equivalente al "Venus Lleno". Ahí maduró algo que empezábamos a valorar, amar o crear en 2014. O, tal vez, vimos la máxima expresión de una forma de relacionarnos con la vida y los recursos.
Lo que tendremos ahora, el 8 de enero de 2022, es otro "Venus Nuevo", otro Venus Star Point en el grado 18 de Capricornio, que da cierre al ciclo que empezamos a recorrer en 2014, e inicia uno nuevo. La estrella se completa, y empieza a dibujarse una nueva estrella, que trae una nueva historia.
Revisamos cómo construimos relaciones, cómo gestionamos recursos y talentos, y cómo trabajamos la autoestima o la creatividad en los últimos 8 años, con resonancias de 2014 y 2018.
Curiosamente, los Venus Star Point no afectan de la misma forma a todo el mundo. Serán más sensibles a este Venus Star Point todas las personas que tienen planetas o cúspides en torno al grado 18 de Capri, las que tienen ese grado en las casas angulares (como la 1, 4, 7 o 10), y, sobre todo, las que nacieron tras un Venus Star Point en Capricornio.
Si aún no sabéis cuál es vuestro Venus Star Point natal, buscad cuál precedió a vuestro nacimiento en la lista de Venus Star Points de la astróloga Arielle Guttman, que es de consulta pública y está en google. Ahí veréis una lista de todas las conjunciones de Venus y el Sol del último siglo, y solo tendríais que identificar cuál sucedió antes de la fecha de vuestro nacimiento. Si el vuestro sucedió en Capri, ¡este puede ser un tránsito especialmente fértil y transformador!
Los ciclos de Venus son misteriosos, y mucho más potentes de lo que solemos creer.
Venus habla de nuestra relación con lo que amamos de la vida, y si hay algo que está claro es que con esta retrogradación de Venus, que moviliza todas las teclas claves del clima astral, las cosas vienen intensas.
Démonos tiempo para observar la realidad tal y como es, y de forma lenta pero contundente, al estilo del paciente Capricornio, podremos transformar y revitalizar lo que se sentía oscuro, limitado y gris. ¡Esta es una carrera de fondo! Espero que estos meses de profundización traigan mucha armonía, prosperidad y placer a vuestras vidas.
Un abrazo gigante!
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