Eclipse de Luna en Tauro: una ventana al futuro

 

Hola chichis!!! El 19 de noviembre tendrá lugar el primer eclipse en Tauro de los últimos 9 años, que se dará en el grado 27 del signo. El último eclipse parecido se dio en 2002: si recordáis algo importante de ese año, puede ser una valiosa guía. 

Además, esta lunación tan especial inaugurará el período de eclipses en el eje de Tauro y Escorpio, que finalizará en 2023. Así que atención a este eclipse, porque lo que nos traiga puede ayudarnos a comprender qué estaremos trabajando mientras los Nodos transiten por estos signos. 

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Pero, antes que nada, ¿deberíamos tener miedo a este eclipse? ¡No! Este eclipse se da activando a Mercurio y a Júpiter, y viene a enseñarnos algo valioso. ¡Yo diría que tiene un carácter pedagógico! Vamos a estudiarlo desde varias ópticas y veréis que, a pesar de ser potente, viene justo a tiempo para que reconozcamos la realidad desde una óptica más constructiva. 

Eclipse parcial de Luna en Tauro

Los eclipses suceden cuando la Luna y el Sol se alinean con la Tierra, es decir: cuando hay lunaciones sobre los Nodos Lunares. En este caso, el Sol en Escorpio se opone a la Luna en Tauro a solo 4º de los Nodos lunares (que aún siguen en el eje de Géminis y Sagitario). 

En otras palabras, esta Luna Llena en Tauro se dará muy cerca de los Nodos, así que este eclipse será casi total, ya que la Tierra se interpondrá casi en su totalidad entre la Luna y el Sol, impidiendo que la luz del Sol llegue a nuestro satélite. 

Esto creará un efecto de oscurecimiento y enrojecimiento de la Luna en el 97% de su superficie, dando lugar a lo que popularmente se conoce como Luna Roja de Sangre: un espectáculo digno de verse. 

Además, de acuerdo a la NASA este será el eclipse más largo del siglo, con una duración de tres horas y veintiocho minutos.

Esto es así porque el día 19 la Luna se encontrará en su apogeo, a la máxima distancia de la Tierra, y tardará más tiempo en deshacer su oposición al Sol.  

¿Qué quiere decir esto? ¡Que los efectos de este eclipse pueden tener una gran relevancia! 

Al fin y al cabo, en astrología tradicional se consideraba que la duración de un eclipse tenía relación con el tiempo en que se desarrollarían sus efectos. Un eclipse de Luna tendría influencia durante todo un mes por cada minuto que pasa eclipsada. Yo no pongo la mano en el fuego por esta idea, pero si fuera así, ¡el efecto de este eclipse duraría 17 años y pico! 

¿Qué significa un eclipse de Luna sobre el Nodo Norte?

Cómo sabéis, la Luna Llena es la culminación de un ciclo lunar, en la que un proceso llega a su madurez. En este caso, este eclipse es la culminación de procesos que empezaron en la última Luna Nueva en Tauro, el pasado 11 de mayo. ¿Recordáis algo que empezara en esas fechas? ¿Algo que empezabais a sentir, a necesitar, a integrar...?

Cuando una Luna Llena viene en forma de eclipse, podemos esperar una mayor intensidad en lo que viene a mostrarnos. Porque lo que madura en un eclipse de Luna, sobre todo si toca puntos sensibles de vuestra carta, es algo definitorio en la historia de nuestra vida. De hecho, tiene cierto aire de destino, como si catalizara precisamente situaciones que nos transforman, movilizando justamente esas  fichas de dominó que aceleran la vida. 

Los eclipses de Luna sobre el Nodo Norte traen la culminación de situaciones clave que desafían nuestra capacidad de respuesta y, con el tiempo, nos llevan a integrar algún aprendizaje nuevo. 

Suelen traer situaciones que nos sirven para tomar conciencia de cuáles son esos asuntos en los que necesitamos conducirnos de una nueva forma. Al presentarnos la máxima expresión de alguna cosa, estos eclipses nos permiten reconocer nuestras carencias en algún área, definiendo nuevas líneas de trabajo personal.

A partir del eclipse se abre una ventana de tiempo en la que estaremos tratando de responder a esas nuevas necesidades que nos mostró la Luna eclipsada. Y, en ese proceso, podremos aprender algo valioso que nos servirá por los siguientes 9 años.

Aprender a oscuras

Las noches de Luna Llena son las más luminosas, por lo que los plenilunios se han asociado siempre a la toma de conciencia: a la clarificación de algo que había estado gestándose y que ya podemos reconocer. Sin embargo, cuando se trata de una Luna Llena eclipsada, como ahora, ese efecto de claridad y luz puede verse enrarecido.

La falta de luz de los eclipses se asocia a momentos de confusión, sobrecarga e impulsividad, en los que no nos valemos de los recursos de siempre para buscar respuestas. Y, en caso de este eclipse, necesitaremos estar abiertas a encajar alguna que otra sorpresa. 

Puede tratarse de un momento en que miramos hacia dentro en búsqueda de respuestas, y nos cuesta reconocer lo que hay ahí, a pesar de que la intuición nos dice que es importante.

En otras palabras, en los eclipses la búsqueda de respuestas se vive de otro modo. Por eso, tal vez, se ha asociado siempre a los eclipses con el misterio. 

De hecho, siendo un eclipse de Luna podemos esperar una mayor inquietud anímica, física y emocional. O la desestabilización de nuestro sentir habitual, con cierta sensación de estar viviendo un momento especial: extracotidiano. De emociones exaltadas. 

Sin embargo, nuestra claridad crecerá en los días posteriores al eclipse, permitiéndonos reconocer lo que vino a mostrarnos. 

¿Cómo nos afecta el eclipse?

En este caso, tratándose de un eclipse en Tauro, que es un signo tan pragmático y concreto, es muy posible que vivamos sus efectos en forma de hechos y realidades observables que marcan una nueva dirección en algún ámbito de nuestra vida. 

Esto no tiene por qué darse el mismo día del eclipse, aunque si aspecta a vuestros planetas y cúspides de forma muy exacta, es posible que lo sintáis de forma más inmediata. 

Podemos esperar que sus efectos se manifiesten durante toda la temporada de eclipses, que finalizará el 2 de enero de 2022, con la siguiente Luna Nueva no eclipsada.

Si tienes planetas o cúspides al final de los signos fijos (Tauro, Leo, Escorpio y Acuario) o al principio de los signos mutables (Géminis, Virgo, Sagitario y Piscis), este eclipse puede afectarte de una forma más directa. 

Si ya tienes más manejo con la astrología y quieres profundizar, si tienes planetas entre el grado 24 y 30 de Tauro, Leo, Escorpio o Acuario, también pueden moverse en tu vida asuntos relacionados con su significado, y con las áreas de tu carta en las que caigan los signos que rigen. Por ejemplo, si este eclipse activa a tu Luna, también activará la casa de tu carta natal en la que caiga su signo, Cáncer. 

Pero de forma general, y para todas, los temas asociados a Tauro pueden tensionarse y dar un salto: cuerpo y alimentación, placer, paz y seguridad, apegos, valores, subsistencia, gestión de dinero y recursos, talentos, realización personal y autoestima, naturaleza, tenacidad y resistencia... Como veis, cosas bastante básicas que solo queremos mover si es absolutamente necesario, lo que puede ser inquietante. 

En el lado positivo, puede ser un momento tremendamente creativo, perceptivo y plástico, en el que despertar los sentidos y apostar por cosas nuevas. Luego hablaremos de esto más. 

El eclipse en las casas

La casa de tu carta natal en la que caiga el grado 27 de Tauro es el área de vida en la que culmina una nueva realidad que te llevará poco a poco a tener más certezas, más seguridad, y a valorar esa zona de experiencia de otro modo. 

Si el eclipse cae en casas angulares (la 1, la 4, la 7 o la 10) es posible que sus efectos sean mucho más notorios, invitándote a desencadenar algo nuevo por ti misma, con la finalidad de responder mejor a tus deseos (casa 1), necesidades (casa 4), relaciones (casa 7) y objetivos a largo plazo (casa 10).

Si el eclipse cae en casas sucedentes (la 2, la 5, la 8 o la 11) los efectos de este eclipse te llaman a llevar un paso más allá algo que ya venías realizando, valorándolo de otra manera, con la finalidad de aprovechar mejor tus recursos (casa 2), identificarte más con tus experiencias vitales (casa 5), transformar las vulnerabilidades en una ventaja (casa 8), o integrar nuevas certezas en tu forma de pensar (casa 11).

Si el eclipse cae en casas cadentes (la 3, la 6, la 9 o la 12) te invita a aprender algo nuevo a partir de lo que se presente, asumiendo cambios que requerirán de adaptación, con la finalidad de comunicarte mejor con tu entorno (casa 3), perfeccionar tu habilidad resolutiva (casa 6), definir nuevas miradas ante la vida (casa 9) o conectar con tu fuente de seguridad interna (casa 12).

¿A qué zonas geográficas afectará más este eclipse?

Venimos de unos años muy singulares, en los que hemos experimentado un cambio de paradigma muy importante. Y este eclipse es el comienzo de ciertos cambios que empiezan ya a concretarse, definiendo nuevos desafíos colectivos que nos ocuparán durante, al menos, dos años. 

Los efectos colectivos de un eclipse suelen incidir más en las áreas geográficas desde las que es visible. Curiosamente, el eclipse será visible en la parte más oriental de Asia y Oceanía, y en todo el continente americano. 

Pero muy especialmente, será visible en Norte América, mientras Estados Unidos inicia su retorno de Plutón. 

A nivel colectivo, creo que este eclipse va a afectar bastante a EEUU, incidiendo en la reforma de la cultura occidental y trayendo cambios de liderazgo mundial. 

También despertará la necesidad de ajustar nuestras nociones económicas a nuevas fórmulas más sostenibles. A fin y al cabo, se trata de un eclipse en Tauro, el signo de la madre Tierra. Y Urano en Tauro puede traer expresiones naturales (y populares) bastante definitorias.

Ya hablamos sobre eso en el post sobre los Nodos Lunares en Tauro y Escorpio, que trata sobre el proceso de fondo al que pertenece este eclipse. Si no lo habéis visto, sería interesante tenerlo en cuenta para entender mejor lo que sigue a partir de aquí.

El clima astral que rodea al eclipse

En el momento del eclipse, la tensión de los signos fijos es máxima: tendremos al Sol, a Mercurio y a Marte en Escorpio, formando un stellium que tensiona a los planetas de Acuario y Tauro.

Afortunadamente, ya que el eclipse se dará con la Luna en el grado 27 de Tauro, las luminarias no involucrarán directamente a Urano en Tauro. Pero sí a Mercurio (que estará en conjunción al Sol) y a Júpiter, que formará cuadraturas con el Sol y la Luna.

Además, Neptuno y Plutón harán aspectos armónicos al eclipse, así que puede haber una atmósfera bastante terapéutica y resolutiva, que nos permitirá sortear los obstáculos y granar mucha perspectiva en nuestros desafíos de fondo, aunque con una buena dosis de intensidad emocional. Vamos a ver todo poco a poco.

El rol crucial de Mercurio y Júpiter

La influencia directa de Mercurio y Júpiter trae un clima muy comunicativo y reflexivo, en el que las ideas, conversaciones y noticias pueden agilizar significativamente las cosas. ¡En este momento, las palabras sacan a relucir lo que nos sale de las entrañas! Se caen las veladuras. 

En particular, Júpiter en Acuario jugará un rol crucial. El ciclo actual del Sol y Júpiter comenzó a finales de enero del 2021, la última vez que hicieron una conjunción. Y con la cuadratura decreciente que forman ahora, estaremos inclinadas a reflexionar sobre la dirección que hemos seguido durante el año. 

¿Necesitamos hacer algún ajuste en la forma en que nos narramos la vida, al albor de nuevos acontecimientos que desafían nuestras certezas previas? 

Júpiter representa la apertura, el desahogo y el optimismo, entre otras cosas. Así que también nos tocará preguntarnos si hemos sido negligentes, exageradas o sobreconfiadas en alguna situación. ¿Hay algo que ya nos resulte excesivo? 

Si es así, este eclipse puede marcar un punto de inflexión, en el que necesitaremos encontrar nuevas formas de gestionar nuestros recursos, talentos y voluntades de forma más sostenible.

Por otro lado, Júpiter y Mercurio hacen énfasis en el valor del conocimiento y el intercambio con otras personas, cuestionando hasta qué punto hemos sido coherentes en esos aspectos. ¿Qué importancia damos a determinadas ideas, o determinados relatos? ¿Hemos sido intransigentes?

Este elipse viene a mostrarnos que tenemos el poder de cambiar nuestra forma de pensar o de difundir información. Por ejemplo, si habíamos tratado ciertas cosas sin el conocimiento suficiente, ahora tendremos el impulso de aprender. 

Pueden emerger valiosas preguntas de cara a nuestro futuro, invitándonos a investigar encrucijadas, intereses y relaciones que puedan darnos otra perspectiva.

De hecho, en este momento puede haber un mayor reconocimiento del valor del saber, y del valor de compartir lo que sabemos. También puede haber cambios en cuestiones propiamente jupiterianas: viajes, estudios, creencias, legislaciones, mundo global...

Además, con esta configuración es posible que veamos de forma objetiva los efectos que el consumismo genera en la naturaleza. Otros temas cruciales a nivel colectivo serán la crisis y la inflación, ya que el eje de Tauro y Escorpio tiene que ver con la economía, y Júpiter es un planeta que hincha las cosas.

Este es, en definitiva, un momento inestable, que tensiona nuestras ideas y demanda nuevas visiones a futuro, en el que vamos a preguntarnos cuál es el verdadero valor de las cosas, y cuál es el precio que pagamos por ignorar lo que ya es evidente.

Venus en Capricornio

Venus será el regente del eclipse. Se encontrará en Capricornio, en trígono exacto a Urano en Tauro. Venus en Capri hace un efecto de separar el trigo de la paja, y el trígono a Urano agiliza este proceso. 

Ahora veremos qué queremos que entre, y qué no, en nuestros proyectos a futuro y en nuestra relación con la sociedad. De hecho, ahora podremos reformular compromisos, responsabilidades y estructuras de vida, o ajustar objetivos a largo plazo, apostando por cambios y alternativas que hayamos venido cavilando todo el 2021.

Alternativas que ya muestran su potencial, desafiando viejas nociones de progreso, autoridad, orden, productividad, éxito o utilidad.

Este momento inclina a asumir cambios prácticos para reorganizar nuestra vida según las nuevas prioridades que estén surgiendo. Y contaremos con una mayor disciplina y visión para elaborar todos esos reajustes. Ahora la revolución uraniana entra por la pequeña rendija de lo real, permitiéndonos aplicar de formas concretas nuestros principios e ideales. 

De un modo u otro, necesitaremos libertad para experimentar, buscando nuevas fuentes de seguridad y autenticidad en situaciones precipitadas. Por ejemplo, es posible que tengamos ganas de invertir talento y recursos en la materialización de ideas renovadoras que nos lleven a otra etapa. ¡Y esto puede ser estimulante!

Incluso si no tenemos garantías de que los propósitos que se perfilen en este momento vayan a salir bien, tendremos ganas de lanzarnos a la piscina, depositando fe y esfuerzo en lo que visualizamos. 

¿Reconocemos el valor de lo que hacemos? ¿Ponemos el esfuerzo hacia la construcción de lo que nos resulta valioso y genuino?

Tal vez podamos reconocer mejor si necesitamos afirmar nuestra valía, capacidad y legitimidad en algún ámbito. Y es posible que pongamos límites a quienes traten de darnos una segunda opinión no solicitada, porque trataremos de avanzar de acuerdo a nuestro criterio, considerando únicamente la aportación de quienes comparten nuestros propósitos. 

Obviamente, eso puede tener sus propios desafíos si nos mostramos excesivamente intransigentes. Pero puede ser muy constructivo cuando se trata de depositar fe en lo que hacemos, o de acrecentar nuestro círculo de personas afines, desarrollando asociaciones y proyectos compartidos. 

Al fin y al cabo, Venus en Capricornio es una posición tremendamente madura y competente, que nos permite acotar nuestro campo de esfuerzos para poner todo lo que tenemos a disposición de nuestros objetivos más valiosos.

Con todo, este es un momento en el que cada persona se posicionará fuertemente frente a las circunstancias, y podremos descubrir quién es quién, y qué tenemos para aportar en ese panorama. Con Marte en séxtil a Venus, tendremos la oportunidad de tomar decisiones en ese sentido, afirmando apasionadamente nuestra postura y focalizando energía en lo que merece la pena a largo plazo. 

Otra relación (con el cuerpo y lo material)

Como inciso, con el trígono de Venus y Urano también podremos gozar de un desapego muy estimulante en las relaciones amorosas, redescubriendo quiénes son esas personas que amamos cuando se sienten libres, y cómo cambian nuestras relaciones al darnos también un margen amplio de libertad para explorar. ¡También pueden aparecer nuevas personas en nuestra vida! 

Además, muchas relaciones pueden revitalizarse o progresar en este momento, redefiniendo compromisos, costumbres y expectativas.

Y con los planetas que hay en Escorpio, puede haber mucho apasionamiento en la atmósfera, lo que podría conducir a una redescubrimiento de la sexualidad y el erotismo. Os escribí más sobre estas alineaciones en relación a la sexualidad en Instagram, por si os apetece echarle un vistazo. Pero lo que yo destacaría ahora es que:

Tauro es un signo muy asociado al placer de los sentidos, al propio cuerpo y a lo que nos pide, y esto será algo a tener muy en cuenta durante este eclipse. 

Por ejemplo, si hay excesos que ya pesan sobre nuestro cuerpo, este eclipse puede demandar que hagamos ajustes en nuestra alimentación o en nuestros hábitos, para sentirnos mejor. Será importante escuchar a nuestro cuerpo estos días. Y preguntarnos en qué lugar de prioridades está cuidarlo, o qué relación tenemos con él.

De forma similar, también será interesante preguntarnos qué relación tenemos con el placer, y con el mundo material que percibimos a través de los sentidos. Por ejemplo, qué tocamos, olemos y saboreamos cada día, y cómo nos hace sentir eso. ¿Necesitamos encontrar nuevas fuentes de disfrute?

Y, por supuesto, plantearnos cuál es nuestra relación con el dinero y nuestra fuente de ingresos, y cómo gestionamos recursos, posesiones, tiempos y espacios para hacer la vida más segura, estable y gozosa. ¿Necesitamos tomar alguna medida para gestionar nuestro mundo práctico de forma más sostenible? ¿Con qué alternativas contamos? 

Marte y la tensión de los signos fijos

Marte está formando tensiones importantes con Saturno y Urano, que empezaron a sentirse dos semanas antes del eclipse, y que en este momento ya habrán dejado ver muchos de sus efectos. 

Por un lado, Marte en cuadratura a Saturno nos lleva a reflexionar cuál es el motor de nuestras responsabilidades. ¿Somos disciplinadas porque es lo que se espera de nosotras, o porque realmente tenemos la voluntad de sacar adelante lo que nos es fundamental? 

¿Tomamos decisiones escuchando nuestra voz interna, o respondiendo a la autoridad que reconocemos en otras personas? 

Marte en cuadratura a Saturno se puede sentir como un bloqueo, pero también nos da un tiempo para reevaluar cuáles son los propósitos que subyacen tras nuestras acciones. Está creando un efecto de estabilización dentro de los cambios a los que inclina el clima astral. Al fin y al cabo, esta cuadratura puede ser muy constructiva, siempre y cuando tengamos claro por qué deseamos hacer lo que hacemos.

 

Por otro lado, Marte en oposición a Urano trae una tónica muy diferente. Esta oposición crea un clima de hiperactividad y tensión que nos inclina a la reacción precipitada, las decisiones abruptas, y la afirmación enérgica de nuestros principios y nuestro espacio para actuar de forma independiente. 

Si algo nos indigna, también podremos descubrir que no somos las únicas, ya que puede haber expresiones de descontento popular ante la inseguridad del contexto. 

¿Reconocemos la influencia de nuestras acciones en el curso de los acontecimientos?

En este sentido, si nos sentimos atrapadas por la forma de vida que cristalizó a nuestro alrededor, estos días podemos esperar mucha inestabilidad, con arranques súbitos de motivación, y momentos en que nuestra energía pierde fuelle. 

Pero la tendencia, con Saturno a la cabeza de estas tensiones, es romper súbitamente las formas que nos contenían. Encontrando, gracias a la influencia de Urano, alternativas que nos permitan salir por la tangente y plantear en otros términos nuestra reacción ante los límites. 

Nuevos hallazgos

Como hemos visto, en este eclipse hay una gran tensión que hará saltar muchas cosas, trayendo descubrimientos e importantes reflexiones. Porque no solo estaremos movilizando las cosas nosotras. Muchas personas estarán tomando decisiones importantes, ¡y con cierta urgencia! Y eso puede hacer que desvelemos el truco de todo lo que se hubiera sentido ambiguo previamente. 

De hecho, un eclipse de Luna en Tauro es siempre un momento en que las cosas se definen. 

Con el ajetreo de estos días, muchas situaciones pueden mostrar algún lado oculto que no habíamos reconocido hasta ahora, y que cambia bastante el paisaje. En este mismo sentido, es interesante que el Sol y la Luna estén formando aspectos armónicos con Neptuno y Plutón, dos planetas sumamente introspectivos; guardianes de secretos. 

Con la Luna eclipsada en trígono a Plutón, es posible que las nuevas situaciones que se presenten traigan consigo un reconocimiento de nuestro poder personal para cambiar, por lo que contaremos con una gran resiliencia para asumir con tenacidad nuestros propósitos más importantes. 

En particular, Plutón en Capricornio también representa la crisis que experimentamos a nivel colectivo y personal desde 2019. Tal vez ahora podamos dar un pasito más en la superación de todo lo ocurrido, cosechando la seguridad interna que nos dejaron la paciencia, la resistencia y la perseverancia que pusimos los últimos años en alguna esfera muy demandante de la vida. 

Mientras tanto, la Luna en séxtil a Neptuno genera un efecto de definición y concreción de asuntos que habíamos sentido inconclusos, o que veíamos con incertidumbre.

Además, Neptuno en séxtil a la Luna trae la posibilidad de relacionarnos con la realidad de una forma más soñadora, generosa y empática, dotando de significado y sensibilidad a las nuevas vías que estamos por recorrer en los próximos años. Este aspecto también sugiere que ciertos sueños que habíamos albergado durante mucho tiempo pueden empezar a materializarse, tras un largo camino de búsqueda. 

En otras palabras, ahora tendremos un gran séxtil de los planetas en Escorpio (Sol, Mercurio y Marte) con Neptuno y Plutón, que abre la oportunidad de transformar nuestro sentido de alerta y vigilancia en algunas situaciones, abriendo puertas con las que esperamos luchar por mejorar nuestras circunstancias.

Ahora combinamos provechosamente intuición y objetividad.

Al otro lado, también tendremos un gran séxtil formado entre la Luna, Neptuno y Plutón, que abre la posibilidad de aprovechar este momento para sanar viejas heridas e incertidumbres, o de comprender por fin cosas importantes de nuestro entorno, y cómo intervienen en nuestro sentido de dirección. 

Los regalos del eclipse

A nivel emocional, este eclipse puede traer el clima que necesitábamos para encontrar nuevas vías hacia la seguridad y la valoración propia, o para aprovechar mejor nuestros recursos y talentos, apostando por lo que nos hace sentir más realizadas. También puede ser clave para descubrir en qué punto de desarrollo se encuentra nuestra autoestima. 

Con las tensiones del clima astral, este eclipse no será cómodo. Pero la presencia de Júpiter y los planetas transpersonales trae un color visionario a la atmósfera. 

Este eclipse viene a mostrar algo que venía formándose y no habíamos visto. Viene a darnos un sabor de futuro. O, al menos, del futuro que estaremos creando los próximos años. 

La zona más frágil de este clima astral es la zona Acuario, en la que Saturno y Júpiter reciben casi toda la tensión, llamándonos a reconsiderar nuestra filosofía y nuestra forma de vida. 

Lo que trabajamos ahora es cómo nos relatamos de dónde venimos, dónde estamos y a dónde vamos, y cómo hacemos para organizar nuestra cabeza y nuestro mundo práctico en torno a eso. ¿Qué pasa si el presente desafía esas nociones? ¿Qué pasa si ahora valoramos otras cosas? 

Este eclipse viene a mostrarnos que tenemos la libertad de cambiar de dirección. Que estamos a tiempo de reformular lo que sea necesario. 

Disfrutar de la vida

Decimos que la Luna en Tauro es una Luna exaltada, porque identifica necesidades bien concretas, a menudo sencillas, que está en nuestra mano satisfacer. Como la necesidad de seguridad y dignidad, la importancia de atender a nuestras necesidades de subsistencia, o el deseo de desarrollar lo que nos es más valioso, honrando a la vida al disfrutar de lo sencillo. 

La Luna en Tauro nos lleva a identificar necesidades muy definidas, y con ello facilita que las podamos cubrir mejor, nutriendo nuestro bienestar de forma realista. 

Porque si no sé lo que necesito, o si siento que necesito algo impreciso y vaporoso, es muy posible que viva insatisfecha. Pero si lo que necesito para sentirme bien se encuentra en este mundo y es accesible, entonces satisfacerlo es cuestión de saber gestionar las circunstancias. Y podemos aprender a hacer eso. Así que:

¿Qué necesitas realmente para vivir en paz y disfrutar de la vida? ¿Qué nuevas vías aparecen ahora para satisfacer esas necesidades? 

Espero que este eclipse mueva las fichas exactas que os ayuden a avanzar en esa dirección.

Un abrazo grande!!!

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