Hola chichis!!! El miércoles 20 de octubre tenemos Luna Llena en el grado 27 de Aries. Esta es una lunación particularmente dinámica, porque se da involucrando a Marte y Plutón, con quienes forma una T cuadrada.
De ahí que traiga una atmósfera de corte, de incendio, de pasión que se afirma y frente que se lucha. Esta es una lunación guerrera, que nos empuja a la acción y a la decisión definitiva en alguna cosa, y por tanto, no está exenta de conflicto.
Mercurio y Júpiter directos
Algo crucial para comprender esta Luna Llena es que el lunes 18, solo unos días antes del plenilunio, Mercurio y Júpiter entran directos en signos de Aire.
Mercurio entra directo en el grado 10 de Libra, mientras que Júpiter lo hace en el grado 22 de Acuario.
En el momento de esta lunación, ambos planetas continúan aún en esos grados en los que entraron directos, por lo que decimos que se encuentran estacionarios.
Y eso es bastante clave, porque si han llegado recientemente noticias que habíamos esperado, o si sentimos que hay algo aún estancado que necesitamos mover, es posible que en esta Luna Llena nos lancemos a movilizarlo con una energía potencialmente desmedida. Como si quisiéramos matar a una mosca a cañonazos.
Si nuestra mente está dando vueltas una y otra vez a asuntos recientes, como por ejemplo novedades que aún no hemos experimentado pero ya han sido pensadas y habladas, en este momento tendemos a reaccionar de forma bastante instintiva, defendiendo lo que sea necesario para nutrir nuestro deseo.
El deseo encendido
El deseo es el corazón de Aries. Qué deseo, y de qué lado de la lucha estoy. Qué hago, y qué me propongo hacer. Cómo me afirmo en mi propio camino, contradiga a quien contradiga. Aries es la precisión de la aguja liberando tensión; haciendo saltar al músculo.
Zanja cualquier ambigüedad, cualquier duda; cualquier evasión. Clarifica las situaciones, manifestando y definiendo realidades a través de su determinación. Es el signo mago de los comienzos y principios, que nos lanza a la vida para nacer al deseo.
De ahí que una Luna Llena en Aries sea siempre un momento de máxima energía a nivel anímico.
La Luna Llena, de por sí, alumbra el aullido de las fieras y las sombras en las noches de los cuentos. Y trae, cuando se ilumina en Aries, una narrativa interna bastante épica, donde chisporrotean voluntades que nadie puede prender por nosotras. Que requiere de nuestra propia acción, de nuestro propio cuerpo; de nuestra propia lucha.
Lo que viví motivando lo que deseo vivir
Venimos de una etapa muy focalizada en Libra, el signo complementario de Aries, donde hemos tenido mucho movimiento. Hemos estado trabajando intensamente las relaciones, los acuerdos, las concesiones y consideraciones civilizadas, justas, en el mundo de lo compartido.
Hemos tenido, tal vez, paciencia, al venir de una temporada de pura interiorización, en un clima astral lleno de retrógrados. Y ahora, en esta Luna Llena, algo claro despierta. Algo comienza que ya no se mide necesariamente con la atmósfera que nos rodea.
La Luna Llena es la culminación de un proceso interior que hemos destilado durante seis meses. En este caso, lo que llega a su punto álgido es algo que empezaba a nacer en abril, cuando tuvimos la última Luna Nueva en Aries, al comienzo del año astrológico. ¿Cómo hemos vivido los deseos personales desde entonces?
¿Qué hemos luchado? ¿Qué hemos querido conquistar por derecho propio? Ahora algo de eso levanta cabeza, se agiliza; se mueve.
Y tal vez nos resulte estimulante. Pero también puede resultar tan claro y definitorio que pueda asustarnos. ¿Por qué? Porque al otro lado, formando cuadraturas con las luminarias, está Plutón.
Marte y Plutón: la valentía necesaria
Plutón, ya muy fuerte, habiendo entrado directo recientemente, rasga las veladuras de lo aparente y nos muestra una serie de hechos y realidades pragmáticas en plena transformación. ¿Seguir mi deseo impacta de alguna manera en todo eso que me daba estabilidad y seguridad?
¿Siento que transgredo normas, propias o ajenas, al seguir adelante con mi deseo? ¿Qué viejo mandato estoy aniquilando para lanzarme a esto que hago? ¿Qué autoridad ceniza permanece aún, como un viejo personaje interiorizado, lanzándome una mueca de desaprobación desde mi propio interior?
¿Qué temor profundo parece amenazar mi avance en la dirección que estoy siguiendo? Plutón tan presente introduce un rasgo de profundidad y complejidad psicológica al panorama.
Tal vez, tras haber luchado contra los límites que nos oprimían, y al ver el camino ya despejado, descubrimos que la verdadera batalla viene cuando toca transgredir los límites internos.
Encontronazo de intenciones
Con Marte, el planeta regente de esta lunación, en Libra, y aún en conjunción al Sol, ¿tal vez tememos dañar o defraudar a alguien si hacemos lo que deseamos? Si habíamos contenido nuestro deseo de autoafirmación, porque deseábamos ser consideradas en alguna cosa, o porque temíamos que al pisar demasiado fuerte otras personas puedan molestarse, ahora esos muros de contención se ven seriamente comprometidos.
El deseo está vivo, y nace a la acción con rapidez, de forma explícita, como si la represión fuera solo una cáscara endeble que queda atrás.
Tal vez, muy a nuestro pesar, cortemos por lo sano con alguna que otra situación, cambiando sustancialmente las formas con las que habíamos gestionado el conflicto interno previamente. Se acabó el tiempo de la sonrisa forzada. Es tiempo de decir quién somos, qué queremos, y avanzar a por ello.
Además, la cuadratura de Marte y Plutón, de por sí, que será exacta días después de la Luna Llena, trae a la atmósfera la activación de luchas de poder, la focalización máxima en ciertos deseos, y el hallazgo desnudo de lo evidente, más allá del muro de los secretos.
Este es un tiempo en que el deseo personal ya no puede guardarse bajo llave. Y, gracias a él, desencadenamos todos los movimientos necesarios para transformar nuestra realidad.
El desafío con esto es que, naturalmente, nunca llueve a gusto de todas, y de la misma forma que nuestro deseo estalla a la vida, también el deseo de las demás personas lo hace. De modo que las brechas entre el tú y el yo pueden resultar más supurantes que nunca.
Pienso que en este panorama no viene mal recordar el viejo dicho de que más vale maña que fuerza, y aprovechar la influencia de Plutón en Capri para introducir la estrategia en lo que estamos haciendo.
Por gritar más alto lo que queremos no vamos a hacernos oír más, necesariamente.
¿Cómo podemos conectar con nuestro sentido de autoridad interna, para respaldar nuestras propias batallas con energía, pero con serenidad? Ahí la dificultad de integrar esos signos cardinales que tan poco tienen que ver entre sí y que sin embargo se activan ahora: Aries, Libra y Capricornio.
Si tenéis planetas o cúspides en signos cardinales, es posible que en esta lunación comiencen a moverse las cosas, casi con una sensación de aceleración de la vida, que pueda resultar muy demandante de energía.
También sería interesante observar en qué casas de nuestra carta astral caen los signos cardinales, porque será en esas zonas donde haya más actividad. Y especialmente, observar dónde cae el grado 27 de Aries, porque será ahí donde la Luna se ilumine, permitiéndonos reconocer hacia qué ámbito de vida se orienta nuestra sed de iniciativa y autodeterminación.
Júpiter: ¿qué motiva nuestra lucha?
Más allá de lo que proponen los planetas de esta T cuadrada, Júpiter es otro planeta que entra en juego con una fuerte presencia en este momento, porque desde Acuario hace aspectos armónicos a las luminarias. Además, ya que entra directo solo dos días antes de esta lunación, está cargado de potencia.
Al fin y al cabo, venimos trabajando intensamente ese tránsito de Júpiter desde el 20 de junio, cuando entró retrógrado. Y ahora, con las cosas mucho más claras, nuestra mirada ante la vida es más vibrante, tal vez más lúcida, anhelando volcar a la realidad grandes planes visionarios, o tal vez grandes ilusiones y expectativas de crecimiento y expansión, que hemos estado madurando durante meses.
Con Júpiter en trígono al Sol y a Marte, en este tiempo hay puertas que se abren, y si no lo hacen, querremos abrirlas por nosotras mismas. Nuestros propósitos están hinchados de fe o de entusiasmo, tal vez, y buscamos dotar de sentido y nuevas perspectivas a nuestras acciones.
Lo que luchamos ahora no nace del capricho: nace de grandes motivaciones.
Si ubicamos en qué zona de nuestra carta astral está transitando Júpiter, podremos entender mejor esta Luna Llena. Júpiter está, como os decía, en el grado 22 de Acuario. El deseo de expansión y crecimiento en la casa de nuestra carta astral en la que transita Júpiter es la que nos motiva a poner energía y decisión en la zona en la que cae la Luna Llena.
Por otro lado, algo que me gusta mucho del papel que juega Júpiter es que, siendo el planeta de la ética, y haciendo guiños a los planetas en Libra, el signo de la justicia, nos invita a poner la fuerza justa para avanzar en el sentido escogido.
Nos invita a considerar, al menos hasta cierto punto, el papel crucial de las relaciones sociales, amistades y colaboraciones en los proyectos que estemos desencadenando. ¿Tal vez no es necesario avanzar solas? ¿Tal vez podamos encontrar, al fin y al cabo, compañeras de lucha?
Si en esta lunación se apagan las nociones morales constrictivas que vienen de nuestra propia costumbre, se iluminan ciertas nociones éticas que nos permiten reflexionar de forma más abierta.
Abandonar el mandato invita a construir nuevas reglas, nacidas de nuestros propios principios.
Igual que abandonar la inercia invita a entrar en acción y poner energía en la creación de un nuevo panorama.
La oportunidad de crecer
Una dimensión de esta Luna Llena que viene a dulcificar la atmósfera con una cara más amable es el gran séxtil que forman Mercurio, Venus y Saturno.
Con Venus en Sagitario liderando la configuración en la cúspide del gran séxtil, esta puede ser la oportunidad de encontrar paz mental a largo plazo, comprometiéndonos con lo que consideramos prioritario, o con lo que consideramos más viable en términos de seguridad, estabilidad y madurez.
Además, este gran séxtil también apunta hacia la revitalización y el disfrute de todo lo que nos es valioso en la vida, casi como si pudiéramos habitar nuestra propia historia, por fin, desde un lugar protagonista. Lanzándonos a algo estimulante que nos entusiasma o ilusiona, y que es verdaderamente realizable, concreto; coherente.
¡Es tiempo de aplicar lo que hemos aprendido! De llevar planes e ideas a su materialización.
Por otro lado, este gran séxtil también favorece la comunicación clara y el entendimiento tolerante, ayudándonos a recrear o fortalecer las relaciones y compromisos que sí queremos en nuestra historia personal.
Las relaciones y colaboraciones que han sobrevivido a la intensa retrogradación de Mercurio en Libra pueden mostrarse ahora un bastión de seguridad y bienestar. Una zona de alegría y gratitud, tal vez. No es un mal momento para recabar apoyos o plantear colaboraciones, porque si se dan, se darán desde un lugar auténtico.
La incomodidad sutil de lo que no queremos ver
Por último, hay dos aspectos que resultan algo desafiantes también. Aunque son bastante abiertos, ya resuenan en el clima astral como una voz secundaria que, a pesar de no reconocer con mucha claridad, puede estar impactando en nuestra percepción de las cosas sutilmente.
Uno de ellos es el quincuncio entre Venus y Urano. ¿Nos estresa, tal vez, la falta de garantías en las cosas nuevas que anhelamos hacer para expandirnos? ¿Minimizamos la importancia de dotar de sostenibilidad práctica a lo que estamos iniciando? ¿Dispondremos de tiempo, espacio, energía para dar consistencia a eso que nace? ¿Ponemos en duda el valor de lo que nos motiva a hacer las cosas como nos disponemos a hacer?
Detenernos a valorar con realismo nuestros sueños puede ser una buena idea en este panorama, porque además tenemos a Neptuno en cuadratura a Venus. Es una cuadratura que a penas empieza a formarse en esta Luna Llena, y que se perfeccionará en los días siguientes.
Si vamos a luchar alguna cosa, necesitaremos poner empatía, pero también saber poner límites personales.
Porque la tendencia es que en los días siguientes a la toma de decisión o a la toma de iniciativa aparezcan las neblinas neptunianas a introducir laberinto. Por ejemplo, con las espirales de la culpabilidad o la victimización, el encanto y el desencanto, la renuncia y la latencia, o la evasión.
Si vamos a hacer, hagamos las cosas bien, signifique lo que signifique eso para nosotras. Con claridad. Asumiendo lo que hacemos.
La importancia de gestionar el conflicto
Una Luna Llena en Aries puede ser una ogra que se irrita y escacha con su porra lo que la circunda, sea lo que sea, o puede ser una cirujana que, con absoluta precisión, da un corte limpio donde cura.
Asegurémonos de encauzar la ira, la irritación y la frustración a donde corresponda, y recordemos que tomar decisiones es el gran As que siempre tenemos en la manga.
Claro que todas las personas tenemos derecho a perder el control. Y sí, a veces es necesario decir que no, discutir, contrariar a otras personas. Pero el arte de Aries es cómo lo hacemos. También, el arte de Aries, es tomarse en serio la ira y la frustración y hacer algo al respecto.
¿Qué me enfada? ¿Qué me cansa? ¿Qué me frustra? ¿Qué me quema? Ahí es donde hay que levantar el bisturí.
Espero que esta lunación os ayude a cumplir vuestros deseos!
Un abrazo grande, chichis!!!
Muchas gracias por este análisis :)
ResponderEliminarUna Luna Llena bien potente cargada de transformación, justo lo que me hace falta, y seguro que lo notaré en mi Saturno retrógrado en Aries en 29 grados ajajja
Saludos de parte de una chochona fiel seguidora de tu web 💋
Muchisimas gracias Ava :)
ResponderEliminarA desatar la furia interna sin dar golpes a diestro y siniestro 😂
Geniaaaaa total !!!!!
ResponderEliminarGraciasss!!!! Ava!