Hola chichis!!! El 11 de mayo tenemos Luna Nueva en Tauro, en el grado 21 del signo. Se trata de una lunación importante, porque da inicio a un proceso que culminará en noviembre, con un eclipse de Luna muy particular.
Así que este es un momento de grandes intenciones, en el que hacemos por concretar afirmativamente nuevas oportunidades. En esta fase del año, esta lunación señala precisamente el momento en que las ideas de cambio son tomadas en serio, y hacemos por concretarlas.
Esta lunación se proyecta tanto hacia delante que dice adiós al recuerdo de lo que fue. Ya no extraña: mueve la primera ficha de todo un futuro que está por explorar, al que nos invitan nuevas causas que nos parecen necesarias. Causas que nacen de nuestra voluntad de defender y afirmar lo que amamos y valoramos por encima de todo, con las que buscamos realizarnos.
Tauro: ese territorio sensible
Tauro es un signo de Tierra fija, es decir, es un signo sumamente estable, habitualmente, en el que acostumbramos a disfrutar de lo sencillo de formas directas. Es el signo de la conexión corporal, sensual, con el momento presente. El signo del gozo sereno de la vida, el placer y la activación de los sentidos.
Sin embargo, en este momento en que Urano se encuentra espectacularmente activo, Tauro es un territorio que clama cambios, proclive a desencadenar puntos de inflexión que desbaratan nuestra sed de paz y confort.
Algo está cambiando rápidamente en nuestra experiencia de la realidad, y algo se está acelerando de forma poco previsible, desestabilizando lo que hasta ahora había parecido permanente.
Por tanto, una Luna Nueva en Tauro, en este clima, nos hace tomar contacto de lleno con todos estos cambios. Como todos los novilunios, este nos llama a la integración y a la interiorización de lo que hay ahí fuera, y nos ayuda a cerrar procesos previos para plantar una nueva semilla, con la esperanza de que crezca poco a poco y que, dentro de seis meses, cuando este proceso culmine, nos ofrezca resultados.
El experimento
En este caso, esta Luna Nueva, que se da en cuadratura a Saturno, inclina a que cortemos con ciertas nociones que teníamos acerca de la realidad, o incluso con ciertos objetivos y propósitos que habían guiado nuestros esfuerzos.
Esto es algo que llevamos trabajando ya bastante tiempo, pero en este momento puede tomar, como todo lo que concierne a Tauro, expresiones muy concretas. Algo a lo que estábamos acostumbradas puede parecernos en este momento demasiado estrecho, y llamar fuertemente al cambio.
Necesitaremos espacio propio para experimentar libremente nuevas posibilidades.
Al fin y al cabo, Urano en Tauro sigue muy activo, aunque las luminarias ya no estén directamente en conjunción con él.
En este momento, las circunstancias configuran un panorama en el que nos vemos inclinadas a los experimentos. Y esto puede resultar muy inquietante, en la medida en que costumbres, compromisos y responsabilidades continúen anclándonos a viejas zonas de seguridad.
Esta lunación puede sentirse algo precaria, casi como un salto al vacío, en el que damos los primeros pasos hacia algo que llevábamos visualizando desde un tiempo atrás.
Tal vez muchas personas sientan que a partir de este momento ya no hay retorno, o incluso que los cambios que llegan están aquí para quedarse a largo plazo. Atentas a las ideas o intenciones de estos días, porque tal vez tengan mucha más relevancia de la que ahora aparentan tener.
Un pequeño paso inicia un gran camino
Al fin y al cabo, lo que iniciamos esta Luna Nueva, ya sea conscientemente o no, madurará dentro de seis meses con un eclipse de Luna en Tauro. Y no será un eclipse cualquiera: será el primero que tendremos en Tauro desde hace 9 años aproximadamente.
Además, será un eclipse que sucederá en noviembre, que ya anticipa el tipo de temáticas que vamos a estar trabajando en 2022, con el paso de los Nodos Lunares al eje de Tauro y Escorpio.
Esto, junto con la entrada de Júpiter en Piscis, solo dos días después de la Luna Nueva, abre una ventana desde la que visualizar por primera vez asuntos importantes de cara al año que viene. De algún modo, los pasos que empecemos a concretar a partir de esta Luna Nueva pueden acabar siendo el primer movimiento hacia algo de mayor trascendencia más adelante.
Si pensábamos que nuestros deseos o inquietudes de estos días iban a ser solo un breve paréntesis, mejor pensémoslo dos veces. Porque las cosas apuntan a un cambio de estrategia.
Sería buena idea observar en qué zona de nuestra carta cae esta lunación, porque tal vez los asuntos de la casa en la que nos cae nos den indicios esclarecedores, casi como si fueran un hilo del que podemos tirar para descubrir algo más transversal.
Decisiones e iniciativas contundentes
El trígono de Saturno y Mercurio sugiere que las ideas y decisiones que tomemos ahora tienden a perdurar a largo plazo. Al fin y al cabo, es posible que con este clima astral podamos comprender desde una mayor templanza dónde nos encontramos y hacia dónde queremos encaminarnos. Así que tendemos a concretar asuntos con conciencia de causa.
Tendremos un séxtil exacto entre Marte en Cáncer y Urano, y eso favorece que desencadenemos iniciativas que verdaderamente necesitamos realizar.
Por ejemplo, es un momento excelente para dar los primeros pasos en algún proyecto personal, porque el clima es confiado y esperanzador. Tal vez tengamos más confianza en nuestra capacidad para renovarnos e ingeniar nuevas soluciones.
Se ven favorecidas las iniciativas compartidas, y puede ser un momento de mucho avance en agrupaciones basadas en la afinidad de ideas y la innovación. También es un momento perfecto para reconocer de qué modo hacemos encajar espacios de autonomía y espacios de colaboración, o para reconocer qué lugar damos a la amistad y los grupos de personas.
Por otro lado, es posible que estemos muy lúcidas en la gestión de recursos materiales, tiempos y espacios, y que podamos renovar nuestra autogestión. También puede haber, incluso, decisiones de cara a la alimentación, la convivencia y las rutinas diarias. Sería un momento perfecto para introducir hábitos que contribuyan a un mayor bienestar físico.
Lilith
Esta lunación trae una energía intensa, con un enorme potencial para que nos ubiquemos ahí donde verdaderamente necesitamos estar, porque además se da en conjunción a Lilith. Lilith habla, entre otras cosas, de puntos ciegos para la consciencia, que sin embargo movilizan fuerzas muy profundas.
Si negamos o reprimimos lo que nos pide Lilith, ésta puede manifestarse saboteando todo aquello que contraría lo que nos dice el instinto. Sin embargo, Lilith es un punto eminentemente creativo, porque nos ayuda a descubrir y satisfacer necesidades profundas que habíamos dejado al margen.
Conectar con Lilith a menudo supone transgredir ciertas normas que nosotras mismas habíamos interiorizado, pero en el proceso podemos liberarnos de condicionantes y acceder a experiencias transformadoras y empoderantes que nos habíamos negado previamente.
Con todo ello, esta Luna Nueva trae una atmósfera bastante revuelta, que nos pone delante los puntos ciegos de nuestras propias costumbres, y nos inclina a escuchar lo que habíamos silenciado en nuestro interior, y que pugna por salir. ¿Qué precio tiene lo que considero conveniente? ¿Qué he preferido omitir para poder continuar igual?
Lilith, en el mito, fue la mujer que abandonó voluntariamente el paraíso, con tal de disfrutar de la vida en sus propios términos.
Lilith y Urano rondando a las luminarias aseguran unos días de revoluciones personales, de lucidez, descubrimiento y súbita creatividad. Son días en que tal vez podamos sorprendernos a nosotras mismas materializando algo que desafía nuestra propia norma. Algo que abre nuevos espacios para ser, por derecho propio.
Sembrando paraíso
En el momento de esta lunación ya tendremos a Mercurio y Venus en Géminis, por lo que el signo de Tauro se aligera y empieza a mostrarse como un territorio más amable y constructivo. Venus, que abandona Tauro para entrar en Géminis el 9 de mayo, es el planeta regente de esta Luna Nueva.
Venus en Géminis nos ayuda a reflexionar de forma más abierta y flexible en todo lo que previamente hubiera parecido blanco o negro, y aligera bastante la atmósfera con un tono de humor, intercambio amable y diálogo.
Si las últimas semanas hemos podido sentir que perdíamos zonas de seguridad y control, o que nuestro sentido de seguridad se veía sacudido por nuevas vulnerabilidades y sorpresas, este es el momento en que integramos lo sucedido y lo miramos con otros ojos.
Tal vez el peso ya no esté tanto en el paraíso perdido, sino en el paraíso que proyectamos a futuro y que podemos sembrar.
El Nodo Norte, muy activo
Venus y Mercurio se encuentran rondando al Nodo Norte en Géminis, de modo que las ideas, conversaciones y ocurrencias que sopesemos estos días pueden atesorar un enorme potencial para crecer. Poco a poco, en la atmósfera se empieza a presentir una nueva dirección.
Venus como regente de esta Luna Nueva en conjunción al Nodo Norte en Géminis nos ayuda a integrar nuevas realidades, y a digerirlas a través de nuevas preguntas que nos sacan de lo conocido y nos impulsan hacia delante.
¿Cómo puedo responder ante la vida más allá de mi piloto automático?
El Nodo Norte es un punto de mucho potencial, que alumbra expansión y crecimiento, pero también puede ser un punto algo incómodo, porque nos saca de patrones de economización de energía y nos involucra activamente en la creación de nuevas respuestas ante las circunstancias, con el propósito de que nos adaptemos mejor.
Júpiter, intensamente acuariano
Además, Venus estará haciendo una cuadratura a Júpiter, el planeta de las grandes ideas y aventuras, que nos energiza para crecer. Esto habla de liberación en compromisos y relaciones previas, o de una comprensión amplia y novedosa de nuestras circunstancias. Algo puede estar cambiando en nuestra perspectiva de aquello que amamos y valoramos.
En el momento de esta lunación, Júpiter estará justo en el último grado de Acuario. Un planeta tan potente como Júpiter, que hace crecer lo que toca, ve intensificada su actividad cuando está en el último grado de un signo.
El último grado de un signo es siempre un lugar de acumulación de experiencia y resistencia.
Júpiter va a entrar en Piscis el 13 de mayo, y antes de cambiar de signo va a darlo todo en la atmósfera acuariana. De hecho, Júpiter en cuadratura a los planetas en Géminis ya ha venido generando durante la última semana toda una serie de noticias de actualidad de extrema importancia. Algunas de ellas de extrema gravedad, también.
En esta Luna Nueva podemos esperar una superabundancia de información y noticias cruzadas, e ideas que cambian nuestra visión general de lo que nos rodea. En particular, por la cuadratura de Júpiter a Venus, creo que en esta lunación pueden moverse especialmente debates sobre la dignidad, la economía, la gestión de recursos o la justicia.
La pregunta clave aquí es qué futuro imaginamos individualmente, y cómo negociamos ideas entre todas para sacar adelante un proyecto común, de convivencia.
Un proyecto que nos permita consolidar ciertas certezas y asegurar las bases de la libertad, la igualdad y la fraternidad, los valores acuarianos por excelencia. Al fin y al cabo, Acuario es el signo de los derechos civiles, la ideología y el impacto de las ideas y discursos en la vida social.
¿Hay sucesos que transgreden acuerdos previos, o que ejemplifican la precariedad de los compromisos sociales? ¿Hay algo que va más allá de lo previsto, que descalabra cómo habíamos imaginado el progreso? De repente podemos sentir la urgencia de entendernos, asumiendo que, tal vez, llevamos demasiado tiempo haciendo la vista gorda ante la creciente brecha de sensibilidades.
La bella oportunidad
Por último, me gustaría terminar con mi parte favorita de esta lunación, que nos abre a promesas de significado y oportunidades de transformación sumamente revitalizadoras. Se trata del gran séxtil que formarán la Luna y el Sol con Neptuno y Plutón.
Tal vez esta sea, después de todo, una lunación que planta cara a los cambios desde la honestidad y la voluntad de recrear nuestro sentido de seguridad, pero es una lunación que nos invita a hacer eso desde la concordia, la empatía y la conexión profunda con nuestro interior.
Este puede ser un momento increíble para cosechar la oportunidad que viene tras toda crisis.
Plutón en Capricornio encarna aún las reminiscencias del colapso crítico que arrasó con todo en 2020. Una Luna Nueva en trígono a Plutón habla de cómo florecemos a un nuevo paisaje. De cómo los cambios ya no tienen que ser necesariamente algo a lo que nos empujen las circunstancias, sino una decisión deliberada, propia, que nos nace de un lugar auténtico que no podemos obviar.
Este es el momento del año en que nos adueñamos de nuestras circunstancias y encaminamos conscientemente el cambio. Decimos adiós a lo que palidecía y visualizamos todo un nuevo horizonte de futuro. Desde lo práctico. Desde lo sencillo. Damos el paso. Grande o modesto, que sea el que hayamos decidido nosotras.
Espero que esta lunación sea amable!
Un abrazo grande, chichis!!!
Leí tu post con muchísimas lagrimas en los ojos, totalmente movilizada e impulsada a continuar... es increíble la sincronicidad del cielo y la tierra... Antes de leer esto estaba terminando de redactar lo que pretendo sea divorcio de común acuerdo.... estoy danzando al compás del cielo... Gracias Ava!
ResponderEliminarTete! Muchas gracias por leer con tanto cariño.
EliminarMuchas fuerzas con este proceso, ojalá pase pronto la tormenta y encuentres calma. Un abrazo fuerte!
Ala! Pues muchas felicidades, Ana! Espero que este año venga hermoso para ti. Si cumples el día de la Luna Nueva, cuando sea la "Luna Llena" dentro de seis meses, con el próximo eclipse, tal vez culmine algo importante :)
ResponderEliminarEsta lunacion cae en mi casa 8 en oposicion a mi luna y saturno natal alguno ayuda xf un abrazo enorme
ResponderEliminar