Júpiter en Piscis: ver más allá

 

Hola chichis!!! Por fin ha llegado el momento de hablar de un tema que llevo queriendo desarrollar desde hace mucho tiempo; ¡Júpiter entra Piscis! Este es el cambio de signo más importante de todo el año. Yo tengo la Luna en Piscis, así que en lo que voy a contaros he puesto ilusión. 

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Júpiter entra en Piscis el 13 de mayo, recorrerá los dos primeros grados de signo, y el 28 de julio regresará a Acuario, donde pasará un tiempo más. Es decir, del 13 de mayo al 28 de julio tendremos a Júpiter brevemente en Piscis. 

Más adelante, el 29 de diciembre, regresará definitivamente a Piscis donde pasará gran parte de 2022. A partir de ahí no regresará a Acuario hasta dentro de unos 12 años, porque Júpiter es relativamente lento y tiene ciclos largos.

Un primer sabor de paz

Júpiter entra en Piscis el 13 de mayo, después de 12 años sin haber estado allí. Sería buena idea preguntarnos qué vivíamos hace 12 años. ¿Qué emociones estábamos comprendiendo, abarcando, trabajando? ¿En qué punto de nuestro viaje personal estábamos? ¿Qué guías encontramos en 2010? Ahora damos otra vuelta a esas cosas.

Entre el 13 de mayo y el 28 de julio de 2021, tendremos un primer sabor de la atmósfera que podemos esperar en 2022. 

Aparecen nuevos sueños, anhelos y perspectivas. La zona de la carta natal en la que caigan los primeros grados de Piscis es donde podemos esperar algún tipo de apertura o desarrollo durante estos meses. Algo crece, se expande, se ilumina. Algo respira. Tal vez, también, algo se exagera. 

No todo es color de rosa con este tránsito, por supuesto, pero tendremos ganas de que lo sea. En algún lugar de nuestra vida puede florecer un nuevo optimismo, o un nuevo entusiasmo. Y si en vuestra carta natal tenéis a Júpiter en Piscis, ¡feliz retorno de Júpiter! 

Júpiter vuelve del exilio

Júpiter lleva enclaustrado en signos que lo limitan demasiado tiempo, desde diciembre de 2019, cuando entró en Capricornio. Desde aquel momento, su expansivo entusiasmo se ha expresado de una forma más bien comedida. Simultáneamente, desde mayo de 2020 hemos tenido al Nodo Sur en Sagitario, el signo que precisamente rige Júpiter. 

El planeta más grande del sistema solar ha tenido que acomodarse como ha podido a un lugar bastante más estrecho y humilde del que le habría gustado. 

De hecho, la época de la que venimos tiene muy poco de jupiteriana. Júpiter rige la narrativa con la que nos contamos la vida, y eso ha estado en crisis desde 2020. No tenemos referencia, enfrentamos situaciones inéditas para las que no sirven las viejas fórmulas que habíamos aplicado previamente a nuestra vida. 

Además, si lo pensamos, ¿qué significa Júpiter? Viajes y aventuras, espacios abiertos, universidades y estudios reglados, editoriales, bibliotecas, museos y vida cultural, vida cosmopolita, fe y optimismo, hedonismo y celebración, tolerancia y apertura, bienvenida... ¡Todo lo que ha brillado por su ausencia! 

Júpiter ha estado, en definitiva, dos añitos en los dominios de Saturno: los dominios del límite, la estructura, el rigor y la disciplina. Júpiter ha estado contraído, deshinchado. Pero al entrar en Piscis tras dos años de exilio vuelve a casa, y eso trae cierta relajación a la atmósfera.

Júpiter en casa: vuelve la ilusión

Antes de incorporar a Neptuno al lenguaje astrológico, Júpiter era el antiguo regente de Piscis. Así que Júpiter en Piscis está en su domicilio, como un pez en el agua. Con la entrada de Júpiter en Piscis, nos encaminamos al fin de este período amargo que llevamos arrastrando desde finales de 2019. Hay razones para ser optimistas. 

No tanto porque vayan a amainar los desafíos, algo que está aún por determinarse, sino porque poco a poco vamos a recuperar nuestra conexión con el arquetipo Júpiter. 

Con este tránsito, estamos invitadas a integrar lo sucedido. A comprender y a soltar el dolor. Y a partir de aquí, nos podremos contar las cosas de otro modo. De una forma que haga sentido, que perfile nuevos horizontes y alumbre esperanza. Eso es Júpiter en Piscis a rasgos generales. Voluntad de hacer que crezca lo que nos inspira. 

Júpiter es un visionario, y en Piscis nos conecta con el misterio de vivir, alentándonos a ir más allá de las estrecheces cotidianas para soñar, intuir e imaginar otros mundos. De por sí, Júpiter entrado en Piscis es siempre algo contundente, porque es su signo. Pero además de eso, el cambio de signo de Júpiter afectará al eje nodal.

El Nodo Sur cambia de tono

Desde mayo del 2020 tenemos al Nodo Sur en Sagitario, gobernado por Júpiter. El Nodo Sur es la zona en la que respondemos ante las circunstancias repitiendo inercias y automatismos. Con ello buscamos ahorrar energía. Sin embargo, esa dinámica nos encierra en un círculo de repeticiones que nos acaba enredando en un lugar que no es. 

Por eso, el Nodo Sur acaba por revelar lo que no da más de sí, invitándonos a dejarlo atrás. Estando en Sagitario, lo que dejamos atrás es toda una forma de comprender de dónde venimos, dónde estamos y a dónde vamos. 

Dejamos atrás toda una visión de la realidad y de la vida. 

En este proceso hemos visto cómo muchas personas han reaccionado resistiéndose a la despedida, aferrándose mucho más a supuestas verdades. Muchas personas han necesitado convencerse de que dos mas dos son cinco, con tal de eludir una realidad dolorosa. 

La sombra del Nodo Sur por Sagitario ha compuesto un clima social de negacionismo, intolerancia y muy poca generosidad. Al fin y al cabo, ¡los dogmas suelen nacer en épocas de incertidumbre! Sin embargo, el Nodo Sur en Sagitario nos llama a soltar lo que creíamos certero. A amoldarnos a un ecosistema social en el que son mucho más valiosas las preguntas que las respuestas que creíamos saber. 

Júpiter y los Nodos Lunares

Con el Nodo Sur en Sagitario, cualquier movimiento que haga Júpiter nos ayuda a detectar esos mecanismos repetitivos que nos impiden crecer. En otras palabras, Júpiter está indicando qué nos pesa y qué necesitamos zanjar.  

Hasta ahora, con Júpiter en Capricornio y en Acuario, hemos estado llamadas a soltar el espejismo de la invulnerabilidad, además de diversas creencias sobre las que habíamos estructurado nuestro modo de vida, incluyendo nociones de éxito, contexto, prioridades, mandato o libertad. 

¿Hacia dónde va esto con la entrada de Júpiter en Piscis? Cambia de color, por supuesto. Hasta el 19 de enero de 2022, el Nodo Sur estará en Sagitario, y Júpiter será su regente. 

De este modo, Júpiter en Piscis nos da la oportunidad de renunciar a lo que habíamos arrastrado por miedo a dejar ir lo que fue. Piscis trae a menudo ese tipo de renuncias que nos quitan carga. Es, al fin y al cabo, el último signo de la rueda astral, y a menudo habla de desintoxicación. De dejar que se disuelva lo que origina el dolor. 

Tenemos la oportunidad de renunciar a tener la razón, abrirnos a grandes preguntas e indagar en el misterio de lo que aún no sabemos.

Júpiter en Piscis en 2022

El 19 de enero de 2022 el Nodo Sur pasará a estar en Escorpio. En ese momento será Plutón el regente del Nodo Sur, abriendo un período idóneo para limpiar las cenizas y continuar el proceso de depuración colectiva. Sin embargo, a partir de ahí Júpiter en Piscis se mostrará de otro modo, invitándonos a desarrollar un nuevo significado. 

¿Qué sentido vamos a dar a nuestra historia reciente? ¿Cómo vamos a pacificar, unir, conciliar? En 2022, Júpiter en Piscis trae grandes sueños de paz.

De hecho, entre marzo y mayo de 2022, Júpiter hará una conjunción a Neptuno en Piscis. Una conjunción espectacular, de carácter histórico. Se trata de la unión de los dos planetas regentes de Piscis, en su propio signo. ¡Algo que no sucedía desde 1856!

Con esta conjunción de Júpiter y Neptuno son de esperar nuevas miradas. Podremos desarrollar nuevas interpretaciones de lo que aún es confuso, comprender lo que se está gestando, y asomarnos a nuevas esperanzas. Hacia ahí vamos: hacia un amplio horizonte en el que soñaremos la vida con otro color.

Después de eso, Júpiter dejará Piscis brevemente, entre el 11 de mayo y el 28 de octubre de 2022. Sin embargo, será el 20 de diciembre de 2022 cuando Júpiter abandonará definitivamente Piscis, y no volverá al signo en 12 años. Pero, a grandes rasgos, ¿qué más podemos esperar de la estancia de Júpiter en Piscis?

Exaltación de emociones

Como Júpiter hace crecer lo que toca, y Piscis habla de inconsciente colectivo, es posible que con este tránsito crezcan grandes emociones, ilusiones y sueños que albergábamos bien guardaditos en un lugar impreciso. Querremos más que nunca viajar, movernos. Fluir más allá de nuestro pequeño recipiente. 

Albergaremos grandes ilusiones, que pueden también traer la sombra de grandes frustraciones. 

Júpiter visibiliza las cosas: las agranda y sobredimensiona. En Piscis, muestra todo aquello que está al margen del relato oficial. Además, inicialmente se harán notar mucho más las sensaciones de aislamiento, soledad y enclaustramiento, despertando nuestra sed de horizonte. 

El truco del dolor colectivo

Júpiter en Piscis puede hacer explotar alguna burbuja por la que nos intentábamos convencer de que determinadas cosas estaban bien, dando lugar a grandes expresiones de victimismo o dolor colectivo. Pero se trata de una parte necesaria en nuestro proceso de integrar emocionalmente lo que hemos recorrido. 

El desafío es cómo gestionar el dolor colectivo. Si se buscan culpables, pueden buscarse chivos expiatorios. Eso es tan pisciano como peligroso. Por ejemplo, preocupa la manipulación informativa, o la deformación de los discursos, por los que el dolor se transforma en arma arrojadiza. 

Lo importante es quién describe el sentir de la época, desde qué lugar y con qué propósito. 

Es posible que en esta etapa se aprovechen las emociones colectivas para fines dudosos, como manipular el sentir popular hacia ciertas ideologías o políticas, cosas que también rige Júpiter. Al fin y al cabo, Piscis es el signo del ardid, de la confusión y el engaño, o incluso de las falsas promesas. Nacionalismos excluyentes, fanatismos y populismos pueden ahuecar las alas. Ese es el rostro más difícil de este tránsito.

Grandes misiones solidarias

Pero no todo va a ser tan sombrío. Este tránsito abre un enorme potencial. Piscis es el signo del significado, la misión y la solidaridad. Representa la empatía genuina, que se vuelca para paliar el dolor ajeno y ayudar de forma altruista. 

Por tanto, Júpiter en Piscis puede dar inicio precisamente a nuevos planes (regidos por Júpiter) orientados a la ayuda entre países, a la ayuda entre comunidades, o a la ayuda entre personas. Durante este tránsito se verá si el idealismo de las instituciones, países y personas que se consideran solidarias será capaz de bajar a tierra y ayudar, además de prometer esperanzas.

Júpiter en Piscis está poniendo a prueba las ideologías más involucradas en el bienestar popular, que seguramente experimenten un desarrollo, o una reinvención. 

Especialmente teniendo en cuenta que Júpiter se unirá a Neptuno en Piscis en 2022, es posible que haya un desarrollo importante en conceptos humanitarios. Al fin y al cabo, con Júpiter en Piscis no se podrá correr un tupido velo para ocultar que hay personas que no tienen qué comer, dónde trabajar ni dónde vivir. 

Asuntos que se desarrollan más en esta etapa

Son de esperar nuevas legislaciones sobre viajes, gestión de residuos, plásticos, sobrepesca y contaminación de los océanos. Con Urano en Tauro llevando la batuta, algo puede moverse en la defensa de la biodiversidad de los mares. Además, serán particularmente sensibles temas relacionados con el racismo, la migración y la exclusión, temas piscianos por excelencia. 

Tendremos que posicionarnos ante situaciones delicadas, aparentemente ambiguas, en las que la sensibilidad juega papel fundamental.

La parte positiva de esto es la posibilidad de que, ya que Júpiter es el planeta que nos guía, como la aguja de una brújula, desarrollemos nuestra conciencia, nuestro desarrollo y nuestro sentido de propósito y significado. Será un gran año para meditar, soñar, adentrarnos en conocimientos sutiles y conectar con nuestro interior.

Por otro lado, tal vez podamos esperar un auge en el consumo de drogas y formas de alteración de la conciencia, así como la emergencia de grandes figuras espirituales, gurús y prácticas religiosas. 

También cabe la posibilidad de que el mundo audiovisual, el cine, la fotografía, la música y la moda experimenten un desarrollo. Tal vez nazcan nuevos lenguajes y medios de expresión. Además, algún contenido artístico que dé voz al sentir colectivo puede popularizarse rápidamente, ya que el público buscará referencias visuales o culturales para entender el presente. Es tiempo de grandes hits, digamos. Noticias de celebrities y personalidades estarán a la orden del día. 

Cómo aprovechar el tránsito de Júpiter en Piscis

A nivel personal, el tránsito de Júpiter en Piscis está movilizando nuestros anhelos hacia un desarrollo mucho más amplio de nuestro ser. Nos invita a indagar en asuntos emocionales irresueltos para encajar las cosas e intensificar la conexión con nuestro interior. Navegamos en grandes preguntas, para arrojar luz a los procesos inconscientes que han estado operando en nuestra vida de forma invisible. 

Es una época en la que abrazamos el laberinto y disolvemos sus murallas, para crecer más allá de nuestra forma habitual de entender las cosas. En esta etapa el significado va de la mano de la intuición, del sentir y de la sensibilidad, de modo que tenemos a nuestra disposición una fuente inacabable de inspiración, para enfocar nuestros dilemas desde un lugar diferente. 

Podemos aprovechar este tránsito para conectar con nuestras creencias, contemplar con más fe nuestro campo de oportunidades, y explorar caminos que hasta ahora nos habían parecido imposibles. 

Se trata de un momento de recuperación, estupendo para hacer las paces y crecer conectando con lo que nos inspira.

En definitiva, una etapa expansiva, en la que tenemos la oportunidad de transitar el viaje sintiéndonos ya en casa. Durante este tránsito, cualquier cosa puede ser un templo. Cualquier causa, una misión. Lo importante es que sean las que elegimos nosotras. Y que, siguiendo la tónica pisciana, sean generosas con todas las formas de vida. Compasivas. 

Ojalá este tránsito os traiga bellos sueños. 

Un abrazo grande!!!

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