Especial: 15 claves sobre Saturno en Acuario y Urano (2021-2022)

 

Hola chichis!!! Este es probablemente el post más relevante para 2021 y 2022, porque de lo que hablamos aquí es del núcleo de lo que sucede estos años. Será largo, pero nos servirá para entender en profundidad la raíz de lo que sucede.

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Primero os cuento sobre el tránsito de Saturno en Acuario, luego vemos de qué va el ciclo de Saturno y Urano, y qué podremos esperar de los aspectos que están haciendo ahora mismo esos colosos. Antes que nada, si os sentís muy estresadas en este clima tan uraniano, buscad formas de conectar con la seguridad, la calma y la estabilidad, ¡porque vienen aires de cambio!

1. Una avanzadilla en marzo - julio de 2020

¿Recordáis qué pasó en esas fechas? Cómo no, ¿verdad? Nos dejaron en un estado cercano al shock. Saturno tarda unos dos años y medio en atravesar cada signo, por lo que su tránsito se siente bastante lento. Tienen que pasar cerca de 30 años para que Saturno vuelva a pasar por una zona de la carta natal. Por eso, cuando cambia de signo es importante.

Saturno pasó una breve temporada en Acuario, entre el 22 de marzo y el 1 de julio de 2020, cuando nos dio una nota de lo que nos traerá estos años por allí.

De hecho, en mayo de 2020 Marte se unió a Saturno en Acuario, y en muchos lugares del mundo se vivió una aceleración en las múltiples y complejas noticias de actualidad. Al fin y al cabo, Saturno en Acuario habla de un contexto sorprendente y disruptivo que llama al cambio. ¡Y hemos tenido mucho de eso últimamente! 

¿Qué pasó en nuestra vida personal en aquel momento? ¿Cómo nos sentíamos? Necesitaremos encontrar formas de relajarnos durante este tiempo tan movido, ¡porque las ideas, la información y las noticias volarán!

2. La gran mutación y la nueva etapa

Aunque la avanzadilla de Saturno en Acuario que tuvimos entre marzo y julio ya nos dio una pincelada de hacia dónde van los tiros, consideramos que Saturno entró en Acuario el 17 de diciembre de 2020, cuando precisamente se deshizo su larguísima conjunción a Júpiter y Plutón en Capricornio, y ya nos hizo cambiar de etapa de forma contundente.

Si recordáis, Júpiter y Saturno entraron juntos en Acuario en diciembre de 2020, para hacer una conjunción exacta en el grado 0 del signo, el 21 de diciembre de 2020. 

Una conjunción excepcionalmente importante que planteó una nueva etapa que estamos por explorar las próximas décadas. Y estos años son inaugurales, para plantear cómo nos relacionaremos como humanidad tras los cambios que hemos atravesado.

3. Saturno en Acuario y su cuadratura a Urano en Tauro

A partir de ahora, el tránsito de Saturno por Acuario está caracterizado por las tensiones que hace a Urano en Tauro. Tensiones que durarán desde finales de diciembre de 2020 hasta diciembre de 2022. 

Dos años enteros marcados por la cuadratura de Saturno en Acuario y Urano en Tauro.

En los primeros meses de 2021 la cuadratura de Saturno y Urano también es movilizada por Júpiter y otros tránsitos de planetas rápidos que tendremos en Acuario. Y, de forma interesante, en 2022 ya no estará Júpiter por allí, pero a la cuadratura de Saturno y Urano también se sumarán los Nodos lunares, que ya estarán en el eje Tauro–Escorpio desde enero del 2022.

4. Evolución de 2021 y 2022

Sea como sea, esto promete ser intenso. No podía ser de otra manera, con los tiempos que corren. 2021, puesto que toma el testigo de lo que fue 2020, es un año inestable, con desafíos propios.

En 2021 tendremos tres momentos clave, que será cuando Saturno y Urano hagan cuadraturas exactas. 

La primera ocurre el 17 de febrero, en el grado 7 de Acuario–Tauro. La segunda, el 14 de junio, en el grado 13. Y la tercera, el 24 de diciembre, en el grado 11. Son los momentos de máxima tensión entre Saturno y Urano. 

En 2022 continúa habiendo tensiones del mismo tipo, pero con otro carácter más abierto y amable, ya que Júpiter y Neptuno estarán juntos en Piscis, y harán allí una conjunción asociada a procesos de paz y resolución de conflictos. 

A medida que nos vayamos alejando del 2020, las tensiones irán aflojando para dar lugar a una nueva atmósfera social.

Pasada la larguísima cuadratura de Saturno y Urano, de 2021 y 2022, Saturno abandonará Acuario el 7 de marzo de 2023, cuando entrará en Piscis. Y ya no volverá a Acuario hasta 2050. Ese, sin duda, será un momento a celebrar también, porque 2023 da inicio a un clima astral muy bello, esperanzador, que durará siete años.

5. El ciclo de Saturno y Urano

Cuando hay dos planetas que hacen un aspecto, como en este caso la cuadratura de Saturno y Urano, ayuda mucho verlo como parte de un ciclo mayor, porque nos permite tomar como referencia otros momentos importantes del ciclo para descubrir qué tipo de temáticas se mueven, y qué podemos esperar que se mueva ahora.

Un ciclo planetario es cómo se relacionan dos planetas, desde una conjunción hasta la siguiente. En este caso, el ciclo planetario de Saturno y Urano dura unos 45 años.

Es decir, el ciclo de Saturno y Urano en el que estamos ahora comenzó en 1989, la última vez que ambos planetas hicieron una conjunción en Capricornio, y terminará en 2032, cuando harán su próxima conjunción en Géminis.

Los temas cruciales de un ciclo planetario se desarrollan en momentos clave, en que los planetas dibujan entre sí cuadraturas y oposiciones. Ya vivimos la primera cuadratura de este ciclo de Saturno y Urano en 1999, y la oposición de ambos planetas en 2008. Ahora mismo, en 2021, vivimos la última cuadratura del ciclo, preparándonos para cerrar el proceso en 2032.

6. La cuadratura de 2021 y 2022 es decreciente

Ahora mismo nos encontramos en la última cuadratura del ciclo de Saturno y Urano, antes de que termine. Como es una cuadratura que precede la finalización del proceso, es un momento de maduración de los temas principales del ciclo, en el que hacemos un esfuerzo por recolocar eventos ya sucedidos, para integrarlos y ubicarlos.

De ahí que sea uno de los momentos más tensos del ciclo planetario: ahora es cuando hacemos balance de lo sucedido y hacemos un esfuerzo por cerrar cosas importantes. 

Ahora es cuando los conflictos abiertos durante todo el ciclo pugnan por cerrarse y resolverse. Y eso, de por sí, genera estrés en todo lo que representan ambos planetas.

7. ¿De qué va el ciclo de Saturno y Urano?

Saturno y Urano son como el agua y el aceite. Incluso en la mitología, los personajes en los que se inspiran estos arquetipos se llevaban mal. De hecho, eran padre e hijo, y ambos se vieron involucrados en una compleja historia de castración y enemistad.

Juntos, hablan del desplazamiento de una generación por otra, tensionando tradición y libertad creativa. Y también impactan de forma directa en asuntos contextuales.

Son dos principios que organizan y desorganizan nuestro mundo, para abrir puertas a la reformulación del sistema social.

Se cuestionan normas y leyes, perspectivas, Estados, autoridades, sociedades, libertades, derechos civiles... Se abre el debate social. De hecho, el ciclo de Saturno y Urano reconfigura formas de comprender y estar en el mundo, y moviliza ideologías hasta determinar cuál será la lógica dominante durante el próximo período de tiempo. 

Mientras que Saturno tira hacia lo conocido, seguro y tradicional, Urano rompe hacia lo novedoso, lo inventivo, hacia lo que aún no conocemos, que nos pone en riesgo, pero nos abre a algo más y nos permite avanzar.

Cuando Saturno y Urano se tensionan, vivimos etapas en que la historia se mueve, generando una fuerte inestabilidad, y cierto sentido de inmediatez, emergencia, vértigo y aceleración.

Algo irrumpe en la normalidad para dar lugar a grandes reformas e ideas. E incluso a nuevas formas de organización social, nuevas formas de entender el éxito, el poder y la jerarquía, y nuevos marcos ideológicos, legislativos y sociales desde los que organizamos nuestro mundo compartido.

8. ¿Qué podemos esperar?

Con ambos planetas en cuadratura, podemos esperar propuestas legislativas sin precedente, con un gran esfuerzo por avanzar en la transparencia y la anticorrupción, y por resolver debates sobre la regulación y desrregulación a todos los niveles. La digitalización y agilización del trabajo, la productividad y la burocracia también serán protagonistas de grandes reformas.

También podemos esperar la aparición de nuevos conceptos y experiencias de individualismo, libertad y comunidad social.

Más allá de eso, podemos tener la sensación generalizada de estar perdiendo materia, cuerpo. Ambos planetas nos traen una atmósfera que tiende a lo frío, delgado y enjuto. Y también liberan y polarizan miedos, ponen sobre la mesa cualquier tensión relacionada con la desigualdad, y marcan un punto de inflexión en nuestra idea sobre el pasado, la tradición, y las normas.

También podemos sentir que acaba un viejo proyecto a futuro, mientras hacemos por construir algo diferente a lo que habíamos imaginado. 

De ahí que la innovación y la originalidad se aceleren, dando lugar a descubrimientos, ideas y propuestas que transformen nuestra comprensión del mundo y de cómo hemos estructurado nuestra vida. Con un especial énfasis en el avance científico y tecnológico, la razón, la ciencia, la ingeniería o la carrera espacial, entre otras cosas.

Aquí hablamos de la realidad saturnina y la inventiva uraniana, demandando de la humanidad energía y esfuerzo para cambiar nuestros marcos de referencia, y crear una nueva forma de plantear el progreso, el presente y el futuro.

Esto puede sonar abstracto, sin embargo. Hablaremos de todo esto con más calma, a medida que vaya avanzando todo el proceso. Pero por ahora creo que lo que más puede ayudarnos a imaginar el tipo de cuestiones que se pueden mover en esta etapa es analizar qué pasó en los otros momentos importantes de este ciclo de Saturno y Urano.

9. Este ciclo de Saturno y Urano

En noviembre de 1989 Saturno y Urano hicieron conjunción en Capricornio, dando inicio al ciclo actual.

En 1999, Saturno (que estaba en Tauro) hizo la primera cuadratura del ciclo a Urano (que estaba en Acuario). esta cuadratura es relevante para comprender lo que pasa ahora, porque Saturno y Urano estaban en la misma pareja de signos en los que están ahora, solo que al revés, estando ambos planetas muy fuertes.

En 2008, Saturno en Virgo hizo oposición a Urano en Piscis. Este fue el momento de máximo desarrollo del ciclo, y las tensiones de aquel momento son las que retomamos ahora de forma directa.

Vamos a traducir todo esto en eventos de actualidad para desentrañar qué podemos esperar ahora.

10. Economía y miedos sociales

En 1989 cayó el muro de Berlín, comenzó la disolución de la URSS, y el auge del capitalismo neoliberal como modelo dominante fue un hecho. La gente se liberó de viejos miedos relacionados con la Guerra Fría, y nuevos miedos sociales llegaron para instaurarse.

Avanzando en el tiempo, en 1999, se hace evidente la dependencia de la economía mundial del sistema financiero, precisamente con el temor al efecto 2000, y el impacto que podría tener en la tecnología que regía el funcionamiento del sistema.

En 2008, con la oposición de Saturno y Urano, se desata la crisis económica. El modelo instaurado al comienzo del ciclo, en 1989, muestra su peor cara, con un enorme paro, evidente corrupción, rescates a la banca a fondo perdido, e indignación generalizada entre la población.

Ahora retomamos todo eso con tambores de crisis, cuando aún la desigualdad y los estragos de la crisis previa no se han superado.

El desempleo parece un punto de no retorno en muchos sectores. El modelo económico que hemos tenido desde el comienzo del ciclo, basado en la meritocracia, es incapaz de responder a la encrucijada en la que nos encontramos.

Se habla de renta básica. De una moneda digital que comprometería al sistema bancario. De reformular el sistema de deuda. Al fin y al cabo, Urano en Tauro está cambiando la forma en que comprendemos los recursos, el dinero y el valor. 

La cuadratura de Saturno y Urano, ante todo, habla de inestabilidad económica. De seguridad versus lucro. E invita a plantear la producción y el valor en otros términos. 

¿Las libertades y los derechos son únicamente para quien pueda pagárselos? ¿Cómo puede haber dignidad y libertad sin garantizar la seguridad y la subsistencia? ¿Libertad o igualdad? Son preguntas que probablemente nos den más de un dolor de cabeza estos dos próximos años.

11. Reorganización política y territorial

En la última conjunción de Saturno y Urano, en 1989, cayó el Muro de Berlín, se reunificó Alemania y se encaminó el proyecto europeo, mientras surgieron duros conflictos en los países de Europa del Este que habían pertenecido a la URSS. 

Si avanzamos a la primera cuadratura del ciclo, en 1999, vemos que los países europeos se comprometen a asumir el euro y definen su marco legal, con Reino Unido debatiendo si conservar la Libra como moneda propia. La guerra de Kosovo y Serbia termina, sin resolver diferencias.

Si avanzamos a 2008, a la oposición de Saturno y Urano, vemos que Europa se ve sometida a serias tensiones internas a causa de la gestión desigual de la crisis, con una especial tensión entre Grecia y Alemania. Por otro lado, Kosovo declara su independencia.

¿Qué nos dicen estos procesos del momento actual? El liderazgo que EEUU ganó tras la Guerra Fría se ve comprometido, mientras el proyecto europeo se resiente.

Por ejemplo, la salida de Reino Unido de la unión abre la puerta a otras fragmentaciones parecidas, mientras los países de Europa del Este, que han tenido un viraje ultraderechista, tensionan cada vez más la lógica de los otros estados miembros. Seguramente volveremos a estas cuestiones en 2032, con el cierre del actual ciclo Saturno-Urano. Aquí de lo que hablamos es de un cambio de liderazgos en la geopolítica mundial. China nos saluda.

12. Liderazgos icónicos cambian

En 1989, con la conjunción de Saturno y Urano, empezó la decadencia de sistemas dictatoriales, como el de Pinochet o Fujimori, que acabarían meses después. Tatcher y Reagan se van del poder también en ese momento. Con la conjunción, personajes que constriñen a la sociedad se van del poder.

Con la primera cuadratura, en 1999, Chávez asume la presidencia de Venezuela. Y se lleva a cabo el jucio contra Bill Clinton, demostrando que el presidente de EEUU no es indestructible. En esta primera cuadratura, las ideas sobre el modelo de liderazgo cambian.

En 2008, con la oposición de Saturno y Urano, el momento en que culmina el ciclo, Obama es elegido como primer presidente negro de Estados Unidos. En la oposición es donde se comprende hacia dónde apuntan las nuevas ideas de liderazgo, estatus y poder.

Ahora, con la cuadratura decreciente, hacemos por liberarnos de personajes que representan modelos de liderazgo obsoletos. 

Curiosamente, en un momento marcado por el debate sobre la presidencia de Estados Unidos, con Trump al borde de un proceso judicial, mientras el país se moviliza contra la brecha racial. 

13. Brecha social, rebeldía y desacuerdo

En esta etapa, no solo cuestionamos y cambiamos liderazgos políticos. También nos cuestionamos seriamente quién tiene legitimidad para ejercer la autoridad y quién no a niveles más cotidianos. Quién puede ocupar una posición dentro del entramado social y quién no. Quién representa, y quién no, las ideas y debates colectivos del momento. Quién hace bien, quién hace mal.

La tendencia es a adoptar posicionamientos muy fuertes y poco dialogantes. Por ejemplo, unas personas desearían forzar a todas a ponerse la mascarilla o a respetar la cuarentena, y otras querrían forzar a todo el mundo a no hacerlo, porque sienten que ponerse la mascarilla atenta contra su libertad personal. 

Ahora cada persona desearía hacer de sus valores un valor universal. El peligro con esto es acrecentar la brecha social, hasta el punto de no poder entendernos.

Nos da irritación depender del civismo de las demás, ahora que hemos descubierto que estamos todas conectadas. Hay odios intensos a causa del comportamiento social en estos momentos, y estallidos de rebeldías diversas, algunas con más causa que otras. ¿Se está perdiendo la fe en la gente? ¿Se está perdiendo la fe en la democracia? Otra crisis muy propia de esta cuadratura de Saturno y Urano.

14. Tecnología para todo

En 1989, con la conjunción de Saturno y Urano, nace el internet actual. Increíble, ¿verdad? Ahora estamos en esa parte del ciclo en el que comprendemos de forma madura, experimentada y consciente cómo hemos integrado ese invento clave en nuestro mundo.

En 1999, con la primera cuadratura de Saturno y Urano, se inventó Messenger, el primer sistema de mensajería instantánea. También se realizó la película Matrix, una peli que impactó en nuestro imaginario y que se está mencionando mucho últimamente. También se lanzó Gran Hermano, el exitoso programa televisivo que hizo de la vida privada un espectáculo.

Si avanzamos a 2008, cuando sucedió la oposición de Saturno y Urano, ahí lo tenemos: la popularización del smartphone y la creación de Android. Nuestra vida cambió para siempre.

¿Qué podemos esperar ahora? Ya lo tenemos aquí: teletrabajo, mundos virtuales, quedadas online y economía digital. Con la última cuadratura de un ciclo integramos, comprendemos, asimilamos, maduramos. ¿Qué comprendemos ahora? 

¿Qué dice la tecnología de nosotras? ¿Cómo organiza nuestro mundo, nuestros tiempos, nuestras prioridades, nuestros afectos?

Saturno en Acuario habla de realidad tecnológica, de mundo virtual. Podemos debatir lo que queramos, pero las cosas apuntan a un rápido desarrollo tecnológico como solución para todo, como os comenté en el post de Urano en Tauro. Veremos hacia dónde van los tiros.

15. La naturaleza se mueve

Por último, cabe señalar que en 1999 se dio el tornado más fuerte registrado en la historia, en Oklahoma. Mientras que en 2008 tuvimos el Katrina. Cuando Urano y Saturno se tensionan, la naturaleza también se rebela. 

Lo que es malo para la naturaleza también es malo para la humanidad. ¿Cómo recuperar el balance?

Al fin y al cabo, Urano en Tauro nos llama a la ecología, y a comprender nuestra relación con la naturaleza. Urano y Saturno en cuadratura nos llaman a repensar nuestro modelo de sociedad y productividad desde ahí. 

Conclusión

Todo esto puede sonar a mucho, pero lo viviremos a lo largo de dos años, y tendremos capacidad para gestionarlo todo en tiempos coherentes.

2021 y 2022 son años ajetreados, en los que negociamos socialmente qué hacer ante la inseguridad, incertidumbre e inestabilidad del presente. Son dos años para idear un futuro que no podríamos haber imaginado antes del shock del 2020, y para dar forma a grandes ideas, llevándolas a la realidad. 

Se trata de una época de esfuerzos y tensiones, que podemos aprovechar para introducir el experimento, la alternativa y la inventiva, y encontrar espacios de libertad desde los que replantear los cimientos de nuestro mundo. 

Veremos cómo nos sorprende este clima tan acuariano y uraniano. Si habéis llegado hasta aquí, muchísimas gracias, porque ha quedado larguísimo! 

Un abrazo gigante, chichis!!!

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