Eclipse Total de Sol en Sagitario: una puerta al futuro!!!

Hola chichis!!! Diciembre viene muy activo, y el día 14 ya entramos en palabras mayores, porque tenemos un eclipse total de Sol, y a partir de ahí todo empieza a moverse tan rápido que raya lo vertiginoso. Por fin salimos de las densidades críticas de este año, poniendo un broche de oro al 2020 para dar paso a algo más.

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El 14 de diciembre, el Sol y la Luna se unen en el grado 23 de Sagitario, junto a Mercurio. Se trata de un eclipse de Sol, es decir, una Luna Nueva sobre el Nodo Sur, de modo que la Luna se interpone entre el Sol y la Tierra, ocultando a nuestra estrella completamente durante unos minutos. 

Vamos a estudiar con detenimiento todos los pormenores de este eclipse, y luego hablamos de cómo nos afecta casa por casa.

Identificar patrones que nos cierran el mundo

El Nodo Sur es un punto matemático que nos invita a identificar patrones e inercias que nos cierran el mundo, o que ya no cumplen una función. A partir de ahí, el Nodo Sur nos mueve, casi de forma natural, a desprendernos de aquello que ya no nos sirve, casi como un punto de expulsión.

También cuando la Luna y el Sol se unen cada mes, en una Luna Nueva, vivimos un cierre. Es un momento en el que tendemos a la introspección, al descanso y a la recuperación, en el que tomamos contacto con el inconsciente, y nuestra sensibilidad despierta a las sutilezas de nuestro interior.

Un eclipse de Sol sobre el Nodo Sur es una potente llamada a sentirnos, a identificar qué automatismos hemos estado forzando a encajar en la vida, y a liberarnos por fin de ellos. 

Lo que hay en el Nodo Sur no es malo de por sí; cumple una función. A veces, por ejemplo, ponemos el piloto automático porque necesitamos economizar energía y poner la atención en algo distinto. 

Pero en esta ocasión, este eclipse nos invita a tomar conciencia de hasta qué punto nos limitan ciertas inercias. Qué automatismos adquirimos para hacernos fácil la vida en su momento, y que ahora más bien nos estorban.

Este eclipse pone en relieve que ciertas formas en que habíamos comprendido las cosas ya no nos resultan cómodas ni familiares. Que, de hecho, nos extrañamos ante ciertas cosas en las que habíamos basado nuestra mirada ante la vida. 

Este eclipse nos dice que algo que nos funcionó ya no da más de sí. Que ha llegado el momento de agradecer y decir adiós: de liberar carga. Hacer espacio. 

Porque lo que viene a partir de ahora y durante años es la novedad, volcándose con precipitación en nuestro mundo para sorprendernos con algo fresco, vital y vibrante. Tras el eclipse, Júpiter y Saturno entrarán en Acuario, harán su conjunción crucial, y ya después inauguramos el año con una energía muy uraniana, que revolucionará de sopetón las cosas. 

Este no es un eclipse cualquiera

No es exagerado decir que este eclipse, y lo que sucede los días posteriores, es uno de los momentos más hermosos, intensos y cruciales que vamos a vivir a nivel astrológico en nuestra vida. Todo en este clima astral es peculiar, especial y único. 

Para empezar, el eclipse se da en Sagitario. Sagitario es el signo de la cosmovisión, del relato que había ordenado nuestro mundo. Sagitario es donde gestamos una narrativa social y personal que orienta nuestros pasos. Se relaciona con un sentido intuitivo de lo que consideramos verdadero y significativo en la vida. Un eclipse de Sol en Sagitario sacude, en primer lugar, todas estas cuestiones. 

Para más inri, el eclipse se da a solo 5 grados del punto zodiacal en el que se encuentra el centro de nuestra galaxia. El centro galáctico se ubica en el grado 28 de Sagitario, y habla de la conciencia colectiva, y de nuestra comprensión vital y filosófica de la totalidad. Es un punto de abstracción y comprensión, de alta carga simbólica. 

De lo que nos desprendemos con este eclipse sobre el Nodo Sur, es de una forma de percibir, interpretar y orientar la vida.

Pero no os asustéis, porque todo esto se va a dar, obviamente, de forma orgánica, cotidiana, y tendrá un desarrollo paulatino. No va a ocurrir un grandísimo cambio de la noche a la mañana, pero desde luego, este eclipse siembra un gran cambio a largo plazo en nuestras creencias y certezas, desnudando la realidad de falsas proyecciones, y abriéndonos sobre todo a grandes preguntas.

Mercurio: una pieza clave

De forma interesante, el planeta que hace conjunción al eclipse es precisamente Mercurio. Mercurio es el comunicador de mundos, el planeta que merodea al Sol, que nos abre a la comprensión y al aprendizaje de aquello luminoso, verdadero y consciente. Y, además, es el planeta que rige a Géminis, el signo en el que se encuentra el Nodo Norte. 

En esta ocasión, no solo decimos adiós a creencias limitantes, a verdades obsoletas y a falsas ilusiones de grandeza o sobreconfianza, propias del Nodo Sur en Sagitario. También nos desprendemos de algo que antes había parecido marcar nuestros pasos de desarrollo. 

Podemos desprendernos también de aquello que aparentemente nacía. Nos damos cuenta de que cierta guía que habíamos seguido era, en realidad, otra proyección de nuestra vieja forma de ver las cosas.

Lo que antes nos había orientado pasa a un segundo plano, y empiezamos a cambiar el tipo de preguntas que nos hacemos. Nos desinteresamos de viejas encrucijadas, al comprender que serán otros los dilemas que marquen el paso. Estamos ante un cambio de paradigma.

Aún no lo conocemos, pero lo haremos a lo largo del 2021. Porque los eclipses de Sol tienen un desarrollo de un año, especialmente. El tipo de cuestiones que empezamos a hacer ahora se desplazan de la lógica con la que habíamos debatido, pensado y escogido opciones. En definitiva:

De lo que estamos hablando con este eclipse es de una semilla que nos abre a algo totalmente diferente. 

Plutón: el punto ciego 

El eclipse se da en el grado 23 de Sagitario, y el único aspecto exacto que hace es a Plutón, que está precisamente a 23 grados de Capricornio. El aspecto que hacen entre sí estos dos puntos es un aspecto tradicionalmente considerado débil, secundario. Pero en esta ocasión tiene mucha relevancia. 

Se trata de un semiséxtil exacto, un aspecto que muchas veces habla de puntos ciegos de la carta, de energías que no se reconocen, o de efectos que no resultan obvios, pero que operan sin que lo percibamos así. 

Aquí de lo que hablamos es de que ya no cabe la negación del cambio. Todas las formas de ver e interpretar el mundo que consideren la crisis de 2020 como un molesto paréntesis, esperando a que la vieja normalidad regrese, están destinadas a desaparecer. 

Ya no se puede negar la evidencia: en el relato del mundo ya no cabe regresar a los viejos patrones de consumo, a los discursos injustificadamente optimistas que evaden hacerse cargo y cambiar.

No: este eclipse nos lleva a reconocer que las cosas tal y como eran ya no vuelven. Que ya no podemos negar que todo lo que nos ha traído Plutón en Capricornio, con la triple conjunción, ha hecho mella. 

Por otro lado, por las características de este semiséxtil entre Plutón y el eclipse, hay en el aire una atmósfera de final. Este es un gran final de etapa. Viviremos la transición de forma paulatina, cotidiana, orgánica. Pero este eclipse lo que trae es un contundente fin de ciclo que nos abre a un nuevo paradigma. ¡Hay razones para pensar que los libros de historia habarán de este momento!

Júpiter y Saturno (y Urano) se preparan

Vamos al planeta que rige al eclipse: Júpiter. Júpiter ya está a solo un grado de Saturno, al final de Capricornio, preparándose para entrar en Acuario. Ambos planetas han tenido contactos tumultosos con Plutón durante el 2020, y ahora se preparan juntos para entrar en Acuario y hacer una conjunción exacta el día del solsticio, el 21 de diciembre. 

Esta conjunción se conoce como la Gran Mutación, y abre un ciclo de 200 años. En el momento del eclipse, Júpiter y Saturno al final de Capricornio están despidiendo una vieja forma de ordenar, entender y organizar el mundo. 

Adiós a la densa energía de Tierra: a partir de ahora entramos en un clima aéreo, electrizado, lleno de movimiento, innovación y sorpresa.

De hecho, Júpiter y Saturno ya están en cuadratura (aún muy abierta) a Urano en Tauro. A partir de este momento, Urano se activa para darlo todo los primeros meses del 2021. El elástico se estira, y queda poco para que salte. De lo que estamos hablando es de que la incertidumbre se abre paso, para que el mundo nos sorprenda con sus asombrosas posibilidades. Y si habíamos creído conocerlo todo, veremos cuán eqivocadas estábamos. Entramos en una etapa de pura experimentación. 

Por otro lado, Venus se encuentra en Escorpio, haciendo un séxtil exacto a Júpiter y Saturno en Capricornio. En esta despedida importantísima de la triple conjunción tenemos la oportunidad de transformar nuestros valores, de mirar honestamente cuáles han sido nuestras prioridades, y de empezar a valorar más otro tipo de cosas más relevantes.

El futuro no está escrito, pero desde la perspectiva astrológica hay razones para pensar que el mundo va a cambiar. De forma realista, como siempre. Gestionable. Pero estamos a las puertas de una sacudida bastante importante de ciertas cosas que dábamos por hecho. 

Las novedades que vienen en las próximas décadas desafiarán, sobre todo, nuestros viejos conceptos de las cosas. Y eso empieza a sentirse desde ya, con este eclipse y la conjunción única de Júpiter y Saturno en Acuario. 

Lo que pasa estos días de diciembre es suficientemente contundente y especial como para considerarlo un cambio histórico. Nos corresponde a nosotras decidir qué queremos construir colectivamente a partir de aquí, y eso es un privilegio, aunque no esté exento de tensiones.   

Acción reveladora

El eclipse también hace un trígono a Marte en Aries, que se siente como un flujo de motivación importante, en el que podemos comprender más a través de la observación de los hechos que a través de las ideas preconcebidas. 

Poner el foco en lo que verdaderamente ocurre, sin juzgar ni proyectar interpretaciones, puede resultar revelador.

Como Marte también hace cuadratura a Plutón, aquí estamos hablando de un corte importante con ciertas cosas que ya están en su fase final. Ciertas ideas de poder, de éxito, de estatus, de responsabilidad, de ordenación de las cosas. Marte en cuadratura a Plutón está catalizando el cambio, dejando morir lo que no da más de sí. 

Neptuno en tensión con el eclipse

Y por último, el eclipse también sucede en cuadratura a Neptuno en Piscis. Esto sugiere que podemos experimentar cierta confusión a partir de aquí. Al fin y al cabo, perder certezas y formas de entender la vida nos deja un poco a la deriva. Neptuno es un poderoso planeta transpersonal, y en esta ocasión diluye nuestra narrativa preconcebida, y nuestros prejuicios, para abrirnos más allá. 

En este momento tenemos la oportunidad de comprender algo que va más allá de lo racional, y más bien apela a la experiencia emocional, psíquica. 

Neptuno también habla de mundos colectivos. Algo cambiará dentro de todo el mundo a nivel interior. Por muy modesto que sea. Por muy cotidiano y poco glamuroso que sea. Ahora nos damos cuenta de que hemos cambiado por dentro. Somos diferentes, y nuestra conciencia de lo que es vivir cambia. 

Aquí hay un tono de supervivencia tras la hecatombe, pero también de unión. Estamos ante arquetipos que señalan un pulso de trascendencia global. Hay razones para pensar que a partir de ahora entramos en otra fase de la globalización. No necesariamente mejor, no necesariamente peor. 

Los eclipses de Sol, en la astrología antigua, se asociaban al derrocamiento de un rey. No es un momento nada brillante para quien había ostentado el liderazgo hasta este momento. Este eclipse inclina a una reorganización de la geopolítica, el comercio y la cultura de consumo. En la misma línea que los tránsitos importantes que tendremos a partir de ahora.

¿Cómo sentiremos el eclipse?

Lo que viene ahora es más realidad. No es ni la panacea, ni el apocalipsis. Viviremos el eclipse y todo lo demás como siempre. Tal vez pasen meses, años, y aún nos parezca que las cosas se han transformado de una manera más que comprensible. 

Eso sí, cuando pasen los años y recordemos este momento, reconoceremos que hubo un punto de inflexión en el que cambió todo, aunque viviéndolo desde dentro sea difícil reconocerlo. 

Los eclipses son momentos de cierto misterio, movilizan cosas a nivel inconsciente, abren y cierran procesos que comprendemos mejor cuando ha pasado el tiempo. Si el eclipse no desencadena nada en los días sucesivos, lo más posible es que tengamos que esperar de seis meses a un año para poder entender qué nos trajo. 

A nivel anímico, los eclipses remueven cómo nos sentimos esos días. Podemos sentirnos excesivamente cansadas o energizadas, porque los eclipses movilizan cosas en nosotras que se sienten inestables. Lo mejor de todo es vivir el día del eclipse con normalidad, abiertas a escuchar cómo nos sentimos, y qué nos pide el cuerpo. Es un día para cuidarnos, atendernos y darnos lo que necesitamos, sin forzar la máquina. 

Lo que está claro es que no hay ningún motivo para tener miedo o para sentir inquietud. Después de lo que hemos vivido en 2020, ningún evento astrológico debería asustarnos. ¡Después de esto ya somos resiliencia total! 

¿Cómo afecta el eclipse en la carta natal?

Este eclipse en particular se presta a interpretaciones grandiosas y abstractas.  Hemos hablado de cambios de conciencia, de cosmovisión, de paradigma... ¡Waw! ¿Y eso cómo se vive en primera persona? 

Por supuesto, a nivel personal el eclipse desencadenará efectos a diversas escalas. Sobre todo afectará más a las personas que tengan una concentración de planetas en signos mutables (Géminis, Virgo, Sagitario y Piscis), o a quien tenga planetas en signos de Fuego y Aire. 

Si el eclipse toca a alguno de nuestros planetas natales directamente, estaría ayudándonos a avanzar en el proceso que representa ese planeta, sobre todo haciendo una limpieza de limitaciones y obstáculos autoimpuestos. 

Es interesante para, por ejemplo, descubrir y eliminar patrones de autosabotaje, reservas, autocrítica, prejuicios... este eclipse es una limpieza rotunda de aquello que toca en nuestra carta. 

Incluso si el eclipse no hace contacto a ningún punto de la carta natal, se da en alguna de las casas de la carta. ¿Cómo saber en qué casa de tu carta natal cae? Sencillo, busca dónde cae el grado 23 de Sagitario. Si quieres, y buscas en qué casa cae el grado 28 de Capricornio, donde se encontrará Júpiter, el planeta que rige al eclipse, también tendrás más información. 

Te habrás dado cuenta de que la casa de tu carta en la que cae Júpiter es la casa en la que has tenido todo este año a la triple conjunción. Con este eclipse, los retos, dificultades, miedos y vulnerabilidades que has vivido este año en la zona donde tuviste a la triple conjunción, se van. Acaba ese transtorno por fin. A partir de ahora, las cosas se aligeran, se aclaran y se abren más. 

El eclipse por casas

Ya sabéis que esto son solo un par de pinceladas por si os sirven para indagar en vuestros propios procesos, pero os comento sencillamente algunas cosas de lo que puede movilizar el eclipse en cada casa.

El eclipse en la casa 1

Si el grado 23 de Sagitario cae en tu casa 1, durante el próximo año estarás diciendo adiós a creencias limitantes que te habían frenado a la hora de tomar decisiones o iniciativas por ti misma. Si habías tenido inseguridades o reticencias a la hora de afirmarte ahí fuera y abrirte camino en la vida, este eclipse te ayuda a despejar todo eso. ¿Hay algo que se te dé bien que hayas repetido hasta la saciedad porque te es cómodo? En el próximo año, es hora de descubrir, desarrollar y llevar a la acción nuevos talentos.

El eclipse en la casa 2

Si el grado 23 de Sagitario cae en tu casa 2, durante el próximo año estarás diciendo adiós a creencias limitantes que te habían parapetado en cierto sentido de seguridad personal, o que te habían impedido disponer de tus propios recursos y talentos de manera más creativa. Si habías tenido inseguridades sobre tu propia valía personal, este eclipse te ayuda a despejar eso, para que puedas gestar otra visión sobre lo que verdaderamente eres capaz de realizar. En el próximo año, es hora de descubrir, flexibilizar e integrar nuevas reflexiones y formas de relacionarte y comunicarte con el entorno.

El eclipse en la casa 3

Si el grado 23 de Sagitario cae en tu casa 3, durante el próximo año estarás diciendo adiós a creencias limitantes que te habían impedido ver más allá, o que te impiden comunicarte y relacionarte con tu entorno con una voz propia. ¿Hay algo que consideres una verdad rotunda y definitiva, que mine tu curiosidad por seguir aprendiendo? Este eclipse te ayuda a despejar eso, para que puedas empezar a hacerte otro tipo de preguntas. En el próximo año, es hora de descubrir, iniciar y fortalecer un nuevo sentido de seguridad personal.

El eclipse en la casa 4

Si el grado 23 de Sagitario cae en tu casa 4, durante el próximo año estarás diciendo adiós a creencias limitantes que te habían impedido sostener vínculos genuinos, o que te habían apegado excesivamente a aquello que tú consideras un refugio. ¿Qué precio pagas por permanecer donde te sientes segura? ¿Te sientes amenazada por el mundo de ahí fuera? Este eclipse te ayuda a despejar eso. En el próximo año, es hora de descubrir y desarrollar nuevas formas de presentarte ahí fuera, con confianza, y de proyectar quién eres con apertura.

El eclipse en la casa 5

Si el grado 23 de Sagitario cae en tu casa 5, durante el próximo año estarás diciendo adiós a creencias limitantes que te habían impedido ser de forma auténtica y proyectarte de forma creativa. ¿Qué disfrutabas y ya no te sabe a nada? ¿Te sientes presionada a dar continuidad a una forma de ser con la que ya no te identificas? Este eclipse te ayuda a despejar eso. En el próximo año, es hora de descubrir y desarrollar nuevas formas de cuidarte, de organizar tu vida y de contribuir con algo significativo a tu entorno.

El eclipse en la casa 6

Si el grado 23 de Sagitario cae en tu casa 6, durante el próximo año estarás diciendo adiós a creencias limitantes que te habían impedido integrar lo que demanda de ti el entorno, o concretar y materializar eficazmente tu visión del mundo. ¿Arrastras responsabilidades o hábitos que te impiden focalizarte en cosas importantes para ti, o sentirte bien en el día a día? Este eclipse te ayuda a despejar eso. En el próximo año, es hora de descubrir y desarrollar relaciones equitativas de cooperación, para sacar adelante algo en lo que verdaderamente crees.

El eclipse en la casa 7

Si el grado 23 de Sagitario cae en tu casa 7, durante el próximo año estarás diciendo adiós a creencias limitantes que te habían impedido relacionarte de forma equilibrada y agradable con otras personas. Si tenías algún mecanismo de idealización-desilusión en tus relaciones, este eclipse te ayuda a despejar eso, para valorar a las personas más allá de tus expectativas, por lo que son, y acordar con ellas formas para desarrollar la relación. En el próximo año, es hora de descubrir y desarrollar el compromiso con algo importante para ti, para dedejarte transformar, ¡y para cambiar algo del mundo!

El eclipse en la casa 8

Si el grado 23 de Sagitario cae en tu casa 8, durante el próximo año estarás diciendo adiós a creencias limitantes que te habían impedido asumir compromisos o ejercer tu poder de voluntad para realizar lo que quieres. ¿Habías evitado mirar hacia dentro, para investigar cómo te sientes respecto a algo importante? ¿Habías tapado con algo lo que te pide un cambio? Este eclipse te ayuda a despejar eso. En el próximo año, es hora de descubrir y desarrollar un nuevo sentido de confianza y entusiasmo, en el que te permitas ir más allá de lo que ya sabes y conoces, para crecer.

El eclipse en la casa 9

Si el grado 23 de Sagitario cae en tu casa 9, durante el próximo año estarás diciendo adiós a creencias limitantes que te habían impedido desarrollar una mirada propia de la vida y el mundo. ¿Hay certezas que te impidan continuar haciéndote preguntas, o continuar aprendiendo? ¿Algo te impedía lanzarte a alguna aventura significativa para ti? Este eclipse te ayuda a despejar eso. En el próximo año, es hora de descubrir y desarrollar una nueva línea de esfuerzos que te permita sorprenderte a ti misma, y experimentar más allá de lo que habías planificado en un principio.

El eclipse en la casa 10

Si el grado 23 de Sagitario cae en tu casa 10, durante el próximo año estarás diciendo adiós a creencias limitantes que te habían impedido estructurar y gestionar tu vida de la forma que necesitas. ¿Habías puesto esfuerzo en algo, pero te cuesta mantener la motivación o la constancia? ¿Tienes dudas sobre tu competencia para realizar lo que quieres? ¿Habías perseguido objetivos erráticos? Este eclipse te ayuda a despejar eso. En el próximo año, es hora de descubrir conocimientos y desarrollar colaboraciones con las que sacar adelante lo que te interesa, tomando el riesgo de equivocarte como una oportunidad para lograrlo.

El eclipse en la casa 11

Si el grado 23 de Sagitario cae en tu casa 11, durante el próximo año estarás diciendo adiós a creencias limitantes que te habían impedido establecer relaciones sociales y cooperativas con otras personas, o sacar adelante algún proyecto significativo para ti. ¿La forma en que imaginas tu futuro te condena a algo que ya no tiene sentido para tu presente? Este eclipse te ayuda a despejar eso. En el próximo año, es hora de descubrir y desarrollar una nueva forma de sentirte completa, de conectar contigo misma, o de contribuir al mundo.

El eclipse en la casa 12

Si el grado 23 de Sagitario cae en tu casa 12, durante el próximo año estarás diciendo adiós a creencias limitantes que te habían impedido poner en valor tus emociones y tu sentido de unión con lo que te rodea. ¿Habías tenido ideas que limitaban tu sed de trascendencia y aventura? ¿Algo te había impedido indagar en los laberintos de tu interior? Este eclipse te ayuda a despejar eso. En el próximo año, es hora de descubrir y desarrollar nuevas maneras de presentarte al mundo, tomar la iniciativa y desencadenar algo que lo que verdaderamente crees, con lo que puedas contribuir al mundo.

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En fin, ya sabéis que lo mejor a la hora de vivir un eclipse es experimentarlo con calma, con la mente abierta, escuchando muy bien lo que necesitamos. Espero que disfrutéis de este momento, y que los cambios que vienen a partir de ahora se sientan como un soplo de aire fresco. 

Un abrazo enorme, chichis!!!

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