Eclipse de Luna en Géminis: abrimos temporada de eclipses!!!

 

Hola chichis!!! Me váis a matar por lo largos que me están quedando los posts últimamente, pero lo que está pasando en el clima astral es digno de atención. El 2020 entra en su recta final, y ahora tomamos impulso para saltar más allá.

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La última temporada de eclipses que tuvimos a mitad del 2020 fue extraordinariamente larga, con 3 eclipses sucesivos. Aunque la temporada de eclipses que comenzamos ahora, a finales de noviembre, no va a extenderse tanto en el tiempo (solo tendremos dos, como es habitual) será memorable. ¿Por qué? 

En corto, ¿qué está pasando?

Los eclipses son como catalizadores de algo que necesitamos desarrollar, y los eclipses que tenemos ahora para acabar el 2020 están rodeados de un clima astral muy potente, en el que profundos procesos pugnan por cambiar nuestra dinámica en lo personal y lo colectivo. 

Con estos eclipses que vienen ahora damos el salto a una nueva etapa, marcada por un cambio radical del clima astral. Son el pistoletazo de salida para que las cosas den un salto hacia delante. 

Primero os hablo de esta temporada de eclipses en general, y luego entramos a analizar en profundidad qué nos trae este primer eclipse de Luna en Géminis.

¿Cuándo serán los eclipses?

El primero de la temporada será un eclipse penumbral de Luna, y ocurrirá el 30 de noviembre, sobre el Nodo Norte en Géminis, en el grado 8. Se trata de un eclipse penumbral porque, debido a la distancia de la Luna al eje nodal, solo se ensombrecerá un poquito: no se oscurecerá totalmente.

Un eclipse de Luna es una Luna Llena que ocurre sobre los Nodos. Es decir, que el Sol y la Luna harán una oposición, cada uno sobre uno de los Nodos Lunares. En esta ocasión, la Luna se eclipsa sobre el Nodo Norte.

Tras este primer eclipse, la Luna sigue avanzando, menguando hasta juntarse con el Sol en una Luna Nueva sobre los Nodos. Por eso, el 14 de diciembre, dos semanas después del eclipse de Luna, tendremos un eclipse total de Sol en el grado 23 de Sagitario, sobre el Nodo Sur. 

Como véis, los eclipses siempre suceden seguidos. Los de Luna corresponden a Lunas Llenas, relacionadas con culminaciones y toma de conciencia. Y los de Sol corresponden a Lunas Nuevas, relacionadas con cierres y nuevos comienzos. 

¿Cómo nos afectan estos eclipses?

Siempre que hablamos de eclipses es importante observar sobre cuál de los Nodos sucede. Puesto que el eclipse de Luna del 30 de noviembre sucederá sobre el Nodo Norte, se trata de alguna culminación que está ayudándonos a avanzar, a desarrollarnos y a crecer en una dirección que necesitamos integrar. Mientras que el eclipse de Sol del 14 de diciembre ocurre sobre el Nodo Sur, y está ayudándos a soltar patrones que ya no nos ayudan, o que nos limitan.

Tal vez no nos demos cuenta de qué se trata en el mismo momento del eclipse, porque cada eclipse actúa con su propia huella dactilar. 

Dependiendo de cómo se ubiquen estos eclipses sobre nuestra carta, podemos sentir que desencadenan algo inmediatamente, durante la misma época de eclipses, o, por el contrario, puede que necesitemos unos meses para hacer retrospectiva y comprender cómo estábamos colaborando en nuestro crecimiento en este momento. 

Lo que está claro es que no hay nada que temer, el mundo seguirá girando de la forma habitual, y no hay ningún motivo para perder la calma. Lo digo simplemente porque sé que hay interpretaciones algo agoreras por ahí. Esto se trata, como todas las temporadas de eclipses, de la humanidad aprendiendo a hacerlo mejor. Y somos libres para enfocarlo de la manera que prefiramos.

Los eclipses sobre la carta natal

Cada eclipse es particular, y viene a impulsar algo concreto, dependiendo de la zona de nuestra carta donde se dé. Por eso es importante ver dónde cae el grado 8 de Géminis, porque ahí sucederá el eclipse de Luna del 30 de noviembre. Mientras que el área de nuestra carta en la que caiga el grado 23 de Sagitario será movilizada por el eclipse de Sol del 14 de diciembre. 

Si tenemos planetas o cúspides en signos mutables (Géminis, Virgo, Sagitario o Piscis), también estarán siendo movilizados por estos eclipses. 

Además de prestar atención a dónde caen los eclipses, también debemos ver en qué área de nuestra carta está transitando el planeta que rige a cada eclipse.

Por ejemplo, durante el eclipse de Luna en Géminis puede venir muy bien observar en qué parte de nuestra carta está transitando Mercurio, que se encontrará en el grado 27 de Escorpio. Mientras que durante el eclipse de Sol en Sagitario, nos vendrá muy bien saber dónde se ubica Júpiter por tránsito, que se encontrará en el 28º de Capricornio. 

¿Cómo se sienten los eclipses?

Como todas las lunaciones, los eclipses movilizan de forma directa nuestras emociones, nuestro estado anímico y nuestro contacto con la parte más irracional de nuestro interior. De ahí que en ocasiones podamos sentirnos un tanto alteradas durante los eclipses, porque en realidad actúan como lunaciones más potentes, con una tonalidad de misterio que siempre parece movernos más allá de nuestra comprensión.

Los eclipses son momentos en que las luminarias, nuestra estrella y nuestro satélite, se ensombrecen; se apagan. Por eso puede ser un momento en el que nos podemos sentir algo perdidas, o en el que no terminamos de percibir conscientemente lo que nos pasa. 

Estos son eclipses bastante amistosos, que vienen a impulsarnos para cambiar de etapa en el tipo de asuntos que hemos estado barajando este año. Pasamos de nivel: las cosas se mueven.

Esta temporada de eclipses se da en un importante momento de transición, en el que las cosas parecen empezar a moverse después de haber pasado un 2020 bastante bloqueado. Tenemos a todos los planetas directos (menos a Urano) y la triple conjunción empieza a deshacerse: cada vez hay más espacio entre los tres planetas lentísimos de Capri, que nos han dado tantos quebraderos de cabeza, y el clima se aligera. 

Después de esta temporada de eclipses ya empiezan a moverse todas las fichas, y empezaremos a cerrar este año tan difícil para dejar atrás lo que no podamos cargar más allá. Pero ahora me gustaría hablaros sobre todo del eclipse de Luna que tenemos en Géminis, ya que es el primero. 

El eclipse de Luna en Géminis

De dónde viene lo que madura ahora

Este eclipse sucederá en el grado 8 de Géminis, y como os comentaba, es simplemente una Luna Llena muy especial que sucede sobre el Nodo Norte. Como todas las Lunas Llenas, corresponde a un momento de culminación. 

Algo que sembramos seis meses atrás llega a hora a manifestarse de forma madura, permitiéndonos comprender cómo hemos transformado nuestro mundo en este espacio de tiempo.

De forma interesante, lo que culmina ahora fue algo que iniciamos (consciente o inconscientemente) la última Luna Nueva en Géminis, que sucedió el 22 de mayo. Aquel fue un momento de relativo optimismo dentro del panorama global del 2020, cargado de curiosidad y de preguntas con difícil respuesta.

En aquel momento estábamos sometidas a la presión de escoger camino ante una confusa encrucijada, puesto que Mercurio, el regente de aquella Luna Nueva, estaba en conjunción a Venus retrógrado, y en cuadratura a Neptuno en Piscis. Fue una Luna Nueva que nos preguntaba qué nos gustaba realmente; qué queríamos. Pero no sabíamos muy bien hacia dónde encaminarnos.

Este eclipse marca el rumbo de la 1ª mitad de 2021

Pues bien, ahora sí estamos en mejor disposición para responder a aquellas cuestiones que estábamos tanteando a mitad de año. Este eclipse de Luna sobre el Nodo Norte nos ayuda a decidir ante la vieja encrucijada, o a reconocer, con cierto asombro, que había cierta guía que orientaba nuestros pasos, y que ahora marca una trayectoria más clara. 

En este eclipse de Luna reconocemos una respuesta a la incertidumbre, o un sentido de dirección que puede guiarnos en el proceso de reconstrucción que viene en 2021. 

Si 2020 ha sido un colapso que nos ha dejado en shock, en 2021 nos encaminamos hacia el experimento. Este eclipse señala cuáles son nuestras preferencias, por fin. 

Salimos del shock y nos reconocemos con más claridad. Si no es en el momento mismo del eclipse, esa claridad necesaria llegará desde que Saturno y Júpiter entren en Acuario, a finales de diciembre, y se desarrollará durante toda la primera mitad de 2021. La primera mitad de 2021 será un tiempo de experimentación, en el que esclarecemos estrategias y tanteamos alternativas, dejándonos sorprender. 

Este eclipse hace culminar un sentido de dirección interna, un propósito de tirarnos a la piscina. Y si hasta ahora habíamos estado lidiando con retos y obstáculos, intentando atravesar los muros que nos limitaban, el eclipse de Sol sobre el Nodo Sur, que sucederá poco después, nos ayudará precisamente a cesar el intento de ir por el camino imposible. A rodear el obstáculo para ir por otro lado. 

Mercurio en Escorpio: las llaves del viejo muro

De hecho, durante el eclipse de Luna del 30 de noviembre, el planeta regente, Mercurio, estará en Escorpio. Y dibujando nada menos que un séxtil, un aspecto armónico que habla de oportunidades, a la triple conjunción de Capricornio. 

Puede que ahora nos demos cuenta de cuánto nos hemos transformado durante este 2020, de cómo ha cambiado nuestra forma de pensar, de hablar y de preguntar. 

Pero también nos damos cuenta de que ya no tenemos tanto apego a la normalidad que se cayó este 2020, y de que los duros obstáculos con los que hemos lidiado nos asustan menos que antes. 

Con Mercurio en séxtil a Júpiter, Saturno y Plutón, este eclipse invita a decisiones duraderas, en las que por fin tenemos claridad y ganas de comprometernos con algo que no habríamos sospechado si nos hubieran preguntado hace seis meses. ¿Qué pasa si ahora hemos cambiado de prioridades?

Mercurio en Escorpio, como regente del eclipse, llama a la profundidad de nuestras reflexiones, llama a la honestidad de desnudar nuestra realidad para reconocer ahí hacia dónde nos inclina nuestro deseo. Llama a ejercer la libertad de decidir, y a desempeñar nuestra fuerza de voluntad de manera resiliente. 

Este 2020 colapsaron cosas que nos eran muy queridas, o que nos daban seguridad. Ya no las necesitamos. Ahora somos diferentes, más fuertes. Y tenemos el poder de transformar nuestro mundo. De eso va el 2021, y este eclipse es el punto de inicio a esa transición.

Neptuno directo: los mares abiertos

Otra cosa muy destacable de este eclipse de Luna es que sucede solo un día y medio después de que Neptuno entre directo. Cuando un planeta entra directo despliega toda su fuerza, evidenciando los resultados de su período de retrogradación: es decir, de las reflexiones e interiorizaciones por las que nos condujo durante meses. 

Neptuno es el planeta de los laberintos, de los viajes interiores y el victimismo, entre otras muchas cosas. Y el echo de que el eclipse se dé cuando Neptuno acaba de entrar directo refuerza su carácter claro. ¡Rompemos con dinámicas que nos debilitan!

Ahora es cuando el océano pisciano se abre, y nos deja ver lo que se había gestado en sus profundidades. A nivel interior, con Neptuno directo es tiempo de certezas. De una sensibilidad brújula, que conspira para mecer a las náufragas hasta la costa y ponerlas a salvo.

De forma interesante, el único planeta que permanece retrógrado en este momento es Urano, que despertará el próximo enero con una potencia increíble. Por ahora, vemos cómo las cosas se ubican, comprendemos y sentimos hacia dónde nos encaminamos. Y si había algún asunto emocional pendiente, es posible que también ahora nos inclinemos a tomar alguna decisión al respecto.

Tú y yo

Ni el Sol ni la Luna hacen aspectos a otros puntos de la carta, y eso sugiere que este eclipse tiene una dimensión relacional muy importante. Además, otro planeta que se encuentra muy potente en el clima astral de este eclipse de Luna es Venus. 

Venus estará en Escorpio haciendo una oposición a Urano en Tauro, y un trígono a Neptuno, que acaba de despertar de su letargo. Mientras, Marte directo ya solo hace cuadratura a Plutón, pero se trata de una cuadratura bastante abierta, mucho más relajada que las que vivimos los meses previos. 

De lo que está hablando todo esto es de un momento de mágica pasión por algo que verdaderamente nos motiva. Puede ser una persona, una causa, un talento que queremos realizar... 

El deseo ya no enfrenta tantos obstáculos, y se encuentra, quizás, en lugares insospechados. Buscaremos expresar lo que descubrimos interiormente. También comprenderemos mucho sobre el placer, el merecimiento, la autoestima y la dignidad. Y no solo en cuanto a nosotras mismas: también podremos reconocer lo que se mueve dentro de otras personas.

Libertad y autogestión

También tenemos la posibilidad de comprender qué hay en nuestros vínculos, o qué ha implicado nuestra forma de relacionarnos. Por ejemplo, este es un momento excelente para saldar deudas emocionales, o para marcar distancia ante relaciones de poder. 

Sabremos poner límites al influjo de la costumbre, y reconocer en nosotras mismas la autoridad más legitimada para encaminar nuestros pasos.

En temas de economía y recursos, este es el momento de la verdad. Tanto si nos sentimos en precariedad o en seguridad, en austeridad o en abundancia, ahora tendremos, quizás, visiones brillantes sobre nuestra situación. 

De hecho, querremos ver la realidad sin trampa ni cartón. Tal vez se intensifiquen la solidaridad y el egoísmo, el interés por el progreso común y el sálvese quien pueda. Nos ubicamos ahí tomando posiciones. Los aspectos de Neptuno y Urano a Venus nos ayudan a reconocer que vivimos en un mundo compartido, y que tenemos algo que decir en los cambios colectivos que estamos manejando.

En este momento tenemos a nuestra disposición el superpoder de ser analíticas y compasivas a la vez. Este eclipse tiene casi un tono terapéutico, que inclina, incluso, a algún tipo de catarsis colectiva. 

Viene muy liberador. Yo estoy expectante para ver qué noticias estaremos barajando durante todo diciembre, porque a partir de este eclipse de Luna las cosas se mueven mucho en el clima astral.

¿Cómo aprovechar este eclipse de Luna en Géminis?

Lo mejor es vivir los eclipses con la mente abierta, dispuestas a escucharnos. Además, como sugiere el Nodo Norte en Géminis, lo más importante en este momento no es tanto escuchar nuestro discurso interno a modo de pensamiento, sino tantear, explorar, y preguntar. 

Sentarnos a escribir, o hablar con alguien de confianza, puede resultar interesante: si estamos atentas, tal vez podamos sorprendernos a nosotras mismas con un nuevo enfoque del que no habíamos sido conscientes. 

¿Han cambiado nuestras respuestas? ¿Han cambiado nuestras preguntas? ¿La curiosidad nos lleva por un cauce inexplorado? Entonces estamos rumbo al 2021.

Puede que sintamos cierta inquietud en este momento, porque todos los eclipses de Nodo Norte nos impulsan hacia un camino que no hemos recorrido nunca. Pero también es un momento excitante, en el que entendemos que integrar algo nuevo es importante para reconstruir otro orden de cosas más adelante.

Cada persona vivirá el eclipse en sus propios términos, pero es buena idea no forzar las cosas, y darnos lo que nuestro cuerpo necesita. Y recordar siempre que es cada persona quien marca el rumbo en su vida con sus decisiones. ¡No esperemos el gran acontecimiento si no estamos dispuestas a desencadenar algo! 

En cualquier caso, espero que disfrutéis de esta temporada de eclipses, porque ya no queda nada para cambiar la dinámica. Poco a poco, las cosas irán perdiendo la densidad crítica que han tenido últimamente. ¿Hacia dónde queremos despegar ahora? Esa es la clave de este eclipse de Luna. 

Un abrazo grande, chichis!!!

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