Juno: la fidelidad que te debes a ti misma

 

Hola chichis!!! Existen millones de asteroides, pero no todos ellos forman parte del lenguaje astrológico. De todos ellos, Juno es uno de los asteroides más conocidos y utilizados en astrología, tal vez porque fue el tercer asteroide que se descubrió, en 1804, y desde entonces hemos tenido mucho tiempo de integrarlo y descubrir cómo nos afecta.

Juno como cuerpo celeste 

Juno, como la mayoría de los asteroides utilizados en astrología, forma parte del cinturón de asteroides, navegando el espacio entre Marte y Júpiter. Eso ya nos da una idea de su efecto, ya que se posiciona entre los planetas personales y los sociales, mediando de alguna forma entre el yo más personal y el conjunto de la sociedad.

Su órbita está inclinada 12º respecto a la eclíptica, y es algo excéntrica, es decir, no está totalmente centrada respecto al Sol, por lo que tarda un tiempo irregular en atravesar cada signo. Tarda algo más de 4 años en atravesar toda la rueda astral.

¿Quién era Juno?

Juno (o Hera) era una de las diosas más importantes del panteón grecolatino. Sabemos que la mitología de la Antigua Roma y Grecia era fundamentalmente patriarcal, y daba posiciones subalternas a las diosas. El arquetipo de Juno no escapa a eso, lamentablemente.

De hecho, en la literatura se ha representado a la diosa Juno como una esposa celosa, atravesada y molesta, o, directamente, como la enemiga de héroes popularmente admirados, como Hércules o Eneas. 

Juno fue considerada guardiana del matrimonio y la familia, defensora de los valores morales de la esposa virtuosa, y matrona que asistía los partos. Pero el tiempo avanza y es hora de leerla de otra manera.

Actualizar nuestra mirada sobre este arquetipo nos ayudará a entender mejor cómo se puede manifestar este asteroide en nuestra carta astral.

Juno no era la "esposa de": nadie lo es

Juno era la reina de los dioses en el Olimpo, y aún así se le atribuía el papel segundón de consorte, por haber desposado a su hermano Júpiter (Zeus). 

Pero atentas al dato, porque no es menor: Juno podría lanzar rayos y organizar tormentas, del mismo modo que Júpiter. E intervenía en cuestiones políticas, geográficas y bélicas sin pedir permiso a nadie. De hecho, cuando más leemos sobre ella, más claro se hace que Juno no tenía un ápice de esposa complaciente y subalterna.

La poderosa diosa de ojos de vaca

En Roma, Juno llegó a formar parte de la Tríada Capitolina, es decir, el grupo de tres divinidades principales del panteón, junto a Júpiter y Minerva. Pero su culto se desarrolló con especial intensidad en el período más arcaico de la Antigua Grecia, sugiriendo que las raíces de este arquetipo vienen de mucho antes.

De hecho, se decía de Juno que tenía ojos de vaca, u ojos de buey, lo que permite establecer un paralelismo con otras diosas madre, creadoras de vida, que también se asociaban al símbolo de la vaca en otras regiones. 

Otro animal importantísimo que se asoció a la diosa fue el pavo real. También se llegaron a asociar a esta diosa la granada (símbolo de vida y muerte) y la amapola (por su efecto narcótico). 

Esto sugiere que, al igual que sucede con otras diosas antiguas, se atribuía a Juno el poder de unir mundos, comprendiendo el funcionamiento misterioso de los portales de la vida. 

De hecho, también se la conocía como “la que da forma a los huesos”, o “la que trae a la luz”, por estar fuertemente vinculada a los nacimientos. Hay varios mitos asociados a esta diosa en los que ella facilita u obstaculiza los partos de las mortales según su voluntad.

Un poder autónomo

Juno tuvo una importante descendencia, y en algún relato se decía que había engendrado por sí misma a sus hijos e hijas, golpeando con su mano la tierra, en un gesto solemne. E incluso participó en una rebelión contra Júpiter, logrando atarle, aunque la insurrección no fue exitosa.

Incluso si consideramos a Juno como diosa del matrimonio, los mitos que quedan de ella sugieren que fue de todo menos una esposa complaciente, dulce y obediente. Juno tenía voluntad propia, y hacía y deshacía libremente, escuchando las inclinaciones de su propia autoridad interna.

Creó seres míticos y legendarios, como la Hidra o la Pitón, y se servía de la fauna para lograr sus propósitos. Cuando Juno se oponía a algo, su voluntad era manifiesta, y cuando alteraba algo con su poder, nadie (tampoco su esposo) podía revertirlo.

Juno era poderosa. Tenía carácter. Seguía solamente su propia voluntad. Se oponía a lo que no quería, y removía cielo y tierra para realizar sus deseos, contradiciendo a quien fuera preciso para seguir el dictado de su propio interior.

¿Qué significa Juno en astrología?

Tradicionalmente, Juno se ha considerado el asteroide del matrimonio. Señala qué tipo de personas nos atraen, qué idea tenemos de las relaciones duraderas, y qué tipo de relación formal aspiramos o no a tener. También señala nuestras experiencias y sensaciones ante amistades y familiares emparejadas, como por ejemplo el pack abuelito – abuelita, mamá – papá, o hermana – cuñada.

También tiene que ver con la familia y la maternidad, y se ha vinculado a temas de partos, lactancia, adopción u orfandad, ya que la diosa Juno también gobernaba en esos temas. 

Además, se refiere a la familia política y la parte más legal y burocrática del matrimonio y las parejas de hecho, así como la tutela legal, la custodia compartida, la viudedad y, desde la época de la Grecia Antigua, el divorcio.

Juno se relaciona con todos los cambios en la familia, tanto por fallecimiento o nacimiento, como por sus modificaciones de estatus legal. 

Por ejemplo, el día que se aprobó el matrimonio homosexual en España, la Luna estaba en conjunción a Juno y al Nodo Norte en Aries, en cuadratura a Saturno en Cáncer. Una medida innovadora que entraba en tensión con las ideas conservadoras sobre la familia.

Juno señala con qué nos comprometemos 

Juno es mucho más que familia y matrimonio. Tiene que ver con nuestro compromiso tenaz con lo que consideramos más importante, le pese a quien le pese. Representa la fuerza natural que tenemos a nuestra disposición para perseverar, y para moldear nuestra vida a través de decisiones conscientes y posicionamientos explícitos.

Juno en nuestra carta natal señala con qué “estamos casadas” en nuestra vida. Con qué nos comprometemos “para siempre”, sin que sea negociable.

Por ejemplo, una conjunción de Juno con Plutón señala compromiso con la verdad y el cambio. Juno con Neptuno, compromiso con la compasión y la solidaridad. Juno con Urano, compromiso con los principios personales y la autonomía. Juno con Júpiter, compromiso con el conocimiento y la aventura. Juno con Saturno, compromiso con la objetividad y la disciplina. Juno con Marte, compromiso con la lucha y la conquista. Juno con Venus, compromiso con la realización personal y el entendimiento. Juno con Mercurio, compromiso con la curiosidad y el saber. Juno con el Sol, compromiso con la creatividad y con la vida. Juno con la Luna, compromiso con las raíces y los vínculos.

En conclusión

Juno representa la habilidad para crear por nosotras mismas una norma, independiente de las normas externas. Y cómo el compromiso con nuestra norma personal nos guía para intervenir en nuestro entorno y organizar nuestro mundo más cercano. Juno crea su propia norma y la asume. 

Es un punto de nuestra carta asociado a la coherencia, en el que podemos encajar en el mundo de otras personas y crear un espacio de autonomía simultáneamente.

Podéis averiguar dónde cae Juno en vuestra carta natal en astro.com, o en otros portales gratuitos. ¿Cómo diríais que os afecta?

Un abrazo grande, chichis!!!

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