Especial: 10 claves sobre la Era de Acuario y la Gran Mutación

Hola chichis!!! Alentada por vuestras preguntas, aquí os cuento todo sobre lo que viene a partir de diciembre de 2020 en Acuario, qué significan los acontecimientos astrológicos que vienen en 2021 y 2022, por qué son tan especiales, y por qué últimamente hay tanta gente entusiasmada hablando de la Era de Acuario.

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1. ¿Qué es la Era de Acuario?

Vamos a pasar por esta cuestión breve y estilosamente. Es muy fácil, en realidad. Imaginad una peonza que gira. Gira sobre sí misma, pero su eje también rota, de modo que si pusiéramos un pincel en su punta, dibujaría círculos. Eso es lo que ocurre con la rotación de la Tierra.

Y es lo que se conoce como precesión de los equinoccios, porque a causa de este lentísimo desplazamiento, el punto vernal (que marca el equinoccio de marzo) cambia de signo. Dependiendo de ese signo, decimos que estamos en una Era u otra.

Para dar una vuelta entera tienen que pasar 26.000 años. Por eso se calcula que cada era astrológica duraría 2160 años. La idea es que dependiendo de la Era en la que nos encontramos, hay una serie de símbolos, imágenes y acontecimientos que reflejan y dan desarrollo a la temática propia de su signo.

Sin embargo, el paso de una era a otra es como una gradación de color, en la que cosas de ambas eras se superponen, en una transformación que abarca siglos. 

Por ejemplo, se considera que el nacimiento del cristianismo marcó el comienzo de la Era de Piscis, en la que por cierto se observaron símbolos como el de los peces, o se puso en valor la culpabilidad, el sacrificio, la caridad o la empatía pisciana. Como ya hace 2000 años de eso, desde hace algún tiempo se viene anunciando el cambio a la Era de Acuario, el signo siguiente a Piscis, porque las Eras avanzan por el zodíaco en el sentido de las agujas del reloj.

Generación tras generación, la gente está ansiosa de declarar que está presenciando el cambio de Era. Sin embargo, en mi opinión, tendríamos que preguntarnos en qué nos ayuda verdaderamente este concepto de Era astrológica.

Obviamente, es interesante y tentador pensar que un gran ciclo da orden a nuestro mundo. Pero es un tema que no siempre invita a la conversación calmada y madura. De hecho, podéis encontrar de todo si tecleáis en el buscador “era de Acuario”. Sobre todo, fascinación.

2. La era de Acuario: ¿amor fraternal y universal?

Algo en mí se resiste a hablar de la Era de Acuario, porque hay mucha idealización de lo que supone, y cada generación ha dado sus propias fechas para el momento del cambio. Las personas somos así, en cada momento histórico hubo gente agorera anunciando su apocalipsis peculiar, siempre al caer, o gente idealista anunciando la salvación final y la época dorada.

Para todas las generaciones, su tiempo es El Tiempo. Y cada una proyecta en un futuro cercano cambios de lo más variopintos. Es un poco como las películas de ciencia ficción (muy acuarianas, por cierto). Cómo cada generación imaginó el futuro dice más de su presente que de lo que está por llegar.

Así que, en mi opinión, cuando se habla de la era de Acuario lo que debemos tener presente es que la historia avanza siempre como un proceso coherente, irregular y complejo. 

Y no como habrían supuesto algunas películas setenteras, con bolas disco lanzando destellos y gente abrazándose en un perfecto amor fraternal. Al fin y al cabo, ¿a quién no le viene a la cabeza la conocida canción de Hair cuando escucha hablar de la era de Acuario? Aquí el famoso fragmento de “It is the dawning of the age of Aquarius” traducido:

Armonía y entendimiento

Solidaridad y confianza

No más falacias o sarcasmo

Sueños vivos de visiones doradas

Revelación mística y cristalina

y verdadera liberación mental

¡Acuario! ¡Acuario!

Si queremos poner la astrología a disposición de la gente de verdad con una vida real, necesitamos verlo desde un punto de vista crítico. Pero, más allá de esa necesidad de desmitificar lo que supone, o de ver con calma este supuesto “cambio” de Era, que diferentes astrólogas fechan para épocas distintas, lo que sucede en diciembre de 2020 es un acontecimiento, y aquí os cuento todo para que podáis haceros una idea propia del cambio de paradigma que puede venir. Empecemos por el principio.

3. ¿Por qué hay tanta gente hablando de la era de Acuario?

El año 2020 supuso una sacudida sistemática en muchos sentidos, y probablemente sea el año más crítico que muchas de nosotras recordemos cuando hagamos retrospectiva. Fue un año de shock. Esto se ve reflejado en el cargadísimo clima astral que hemos tenido, con la triple conjunción de Júpiter, Saturno y Plutón en Capricornio, que ha estado activa durante todo el año.

A finales del año 2020, la triple conjunción se deshace de una forma muy espectacular, porque Júpiter y Saturno entran simultáneamente en Acuario, haciendo una conjunción en el grado 0 del signo que se denomina Gran Mutación. 

Y esto, ¿por qué es tan importante? ¿Por qué hay tanta gente que ve en esto un acontecimiento que marca una era? Primero os explico de qué va esta conjunción tan especial de Júpiter y Saturno, y luego hablamos de lo que puede implicar.

4. ¿Qué es la Gran Mutación?

Cuando la gente miraba al cielo para escrutar las estrellas, y aún no se habían descubierto los planetas transpersonales, Júpiter y Saturno eran los planetas más lentos que se conocían. Por eso se los denominó cronocratores, es decir, señores del tiempo.

Con cada conjunción de Júpiter y Saturno (también conocida como katún), parecían inaugurarse nuevas lógicas y direcciones de progreso colectivo, por lo que pronto se asoció el ciclo de estos planetas a cambios sociales e históricos de gran importancia.

Ahora bien, como estas conjunciones se dan cada 20 años, un tiempo algo corto para alguien que quiere comprender la historia más allá, se estudió el comportamiento de estos dos planetas en ciclos más grandes de 200 años (10 conjunciones), que permitieron a la gente identificar el carácter de etapas más extensas de tiempo.

Y es que, durante aproximadamente 200 años, las conjunciones de Júpiter y Saturno suceden en signos de un mismo elemento. Pero pasado ese tiempo, cambian de elemento. Y eso es lo que se conoce como Gran Mutación.

De ahí que cada 200 años, de acuerdo a este gran ciclo de Júpiter y Saturno, hay un cambio de paradigma importante, relacionado con lo que representa ese nuevo elemento en el que tienen lugar las conjunciones.

5. ¿Por qué es importante la conjunción de Júpiter y Saturno?

Ahora, a finales de diciembre de 2020, sucede que cambiamos de elemento, de Tierra a Aire. Y ese cambio se conoce como Gran Mutación. Para que os hagáis una idea, el ciclo que se abre ahora en signos de aire dura hasta 2219, cuando sucederá la conjunción de Saturno y Júpiter en Escorpio, pasando al elemento Agua.

Puesto que hay cuatro elementos, Fuego, Tierra, Aire y Agua, tienen que transcurrir 800 años (4 x 200) para que se reinicie el ciclo de conjunciones Júpiter–Plutón en un elemento. Así que la última vez que empezó un ciclo de conjunciones Júpiter–Saturno en signos de Aire fue alrededor del año 1200, durando hasta 1400 aproximadamente.

Vivir la Gran Mutación en Acuario, tras la demoledora triple conjunción en Capricornio, y a los 2000 años del comienzo de la Era Piscis, ha incrementado el interés por la era de Acuario, un fenómeno sobre el que se depositan grandes esperanzas.

Más adelante estudiaremos desde otras ópticas el tránsito de Júpiter y Saturno por Acuario, porque se mire por donde se mire será importante. Por ahora os cuento más sobre la gran Mutación, para que conozcáis de qué va. Da que pensar. Bueno, ya que ahora empezamos un gran ciclo de Aire de 200 años, ¿qué pasó en el último ciclo semejante?

6. ¿Qué pasó en la última Gran Mutación de Aire?

Si pensamos en qué transformaciones hubo entre 1200 y 1400, identificamos un cambio de paradigma, por supuesto. ¿Qué tenía toda aquella época de aéreo?

¡Hasta la arquitectura se hizo aérea! Los muros se aligeraron, y enormes ventanas de colores se abrieron a la luz. En el pensamiento de la gente empezó a entrar, también, la luz, que fue cambiando poco a poco la lógica densa y más conservadora de siglos previos.

Fue una época de viajes. Por ejemplo, Gengis Khan lideró la conquista de la mayor extensión de tierra que perteneció nunca a un imperio; al Imperio Mongol. Se pusieron de moda los sabios y los exploradores, que adornaban sus anécdotas de literatura y fantasía, como el veneciano Marco Polo.

Pero no solo se expandieron ideas que maravillaban con sus narraciones, poniendo de moda lo “exótico”, en un incipiente orientalismo. Por ejemplo, se difundió en Europa la numeración que usamos hoy, una enorme revolución creada mucho tiempo atrás en la India.

También se inventaron las gafas, se fundaron las primeras universidades medievales, reapareció una primera filosofía, la escolástica, y poco a poco se recuperaron textos clásicos, hasta el punto de que Aristóteles encontró hueco en bibliotecas de monasterios y conventos, ya en el siglo XIII.

Algunos años después, Petrarca escribiría que para tener cultura había que leer a los clásicos, impulsando y vinculando el conocimiento y el humanismo. Fue una época muy efervescente, de cambio. En la que el conocimiento vino aparejado al intercambio cultural que propició el comercio.

De hecho, la última vez que Saturno y Júpiter se vieron en Acuario, se sentaron las bases del humanismo renacentista, que justamente se caracterizó por poner al ser humano en el centro de la cosmovisión.

No fue una época particularmente empática ni pacífica, pero sí inventiva, ingeniosa y creativa, en la que el conocimiento, las ciencias y las artes experimentaron una revolución asombrosa.

Sabemos que la historia nunca se repite, pero nadie pondrá en cuestión que, ahora mismo, la sociedad se ha visto transformada por el intercambio del conocimiento y la información. Para saber qué pasa ahora, tal vez tengamos que estudiar los ciclos de Júpiter y Saturno más recientes.

7. ¿Cómo fueron las últimas conjunciones de Júpiter y Saturno?

La última conjunción de Júpiter y Saturno fue en el grado 23 de Tauro, en el año 2000. Curiosamente, se dio en cuadratura a Urano en Acuario. La conjunción de Júpiter y Saturno que se dará en Acuario en 2020 también hace cuadratura a Urano, en Tauro. Casi la misma configuración en la misma pareja de signos, con 20 años de diferencia.

Tauro tiene que ver con la economía y los recursos, y con la última conjunción de Júpiter y Saturno en Tauro, en el año 2000, se impuso la lógica del lucro y el imperativo del crecimiento ilimitado de la economía.

¿Os suena, eso del beneficio creciente? Parece que ahora esa lógica vampírica puede ponerse en tela de juicio a partir de ahora, para crear otra perspectiva desde la que pensar nuestro mundo compartido. Aunque, claro está, que haya un cambio de lógica no significa necesariamente que vaya a ser a mejor. Simplemente, diferente.

Pero tampoco es de esperar un cambio rotundo y abrupto, como si de repente apretáramos un interruptor. Hacia dónde se inclina el nuevo ciclo es algo que ya empezamos a vislumbrar en cosas del presente.

De hecho, la transición de la lógica de Tierra a la lógica de Aire comenzó en 1981, cuando excepcionalmente hubo una conjunción de Saturno y Júpiter en Libra, un signo de Aire, que ya anticipó hacia dónde iban los tiros de este cambio de paradigma.

La conjunción de Saturno y Júpiter en Libra en 1981, que además involucró a Plutón, sentó las bases de la informática, la desmaterialización del comercio, la tecnología y las telecomunicaciones. Un anticipo del cambio al que nos asomamos ahora.

8. Abandonando el paradigma de Tierra

El ciclo de conjunciones de Júpiter y Saturno en signos de Tierra comenzó en 1802, cuando ambos planetas hicieron una conjunción en Virgo. Los siglos XIX y XX han estado marcados por el protagonismo de la economía, la propiedad privada, y la lucha por el control del territorio y los recursos. 

Lo que más destaca del ciclo de Tierra que abandonamos ahora es el desarrollo de la revolución industrial. Y las bases que marcaron ese ciclo de Tierra se asentaron, precisamente, durante el anterior tránsito de Plutón por Capricornio, lo que también sugiere que esa etapa está por cerrarse, porque con el tránsito actual de Plutón por Capricornio se cierra ese ciclo. De hecho, fue durante el anterior tránsito de Plutón por Capri (1762–1778) cuando Adam Smith sentó las bases del liberalismo económico (1776), cuando se inventó la máquina de vapor (1769), o cuando se fundó EEUU (1776).

La era de Tierra que termina ahora estuvo basada en el uso de combustibles fósiles y la contaminación, el éxodo rural a las ciudades, la mecanización, la producción a gran escala, y la concentración de recursos. 

Obviamente esos fenómenos no acabarán de la noche a la mañana, pero ya presenciamos una creciente incomodidad ante todas esas cuestiones. Ahora mismo convivimos con la vieja y la nueva lógica.

9. ¿Hacia dónde apunta la próxima conjunción de Júpiter y Saturno en Acuario?

Bueno, obviamente internet, la tecnología, el mundo virtual y la omnipresencia de los dispositivos electrónicos están aquí para quedarse, y no es baladí que desde la breve entrada de Saturno en Acuario, en marzo de 2020, coincidiendo con el confinamiento, estamos tratando de integrar el teletrabajo, el estudio online, y todo lo demás online, como nunca antes. 

También se habla de aislamiento, soledad, enajenación, adicción a las redes… y hasta compramos bienes materiales o practicamos sexo por internet. ¡La vida se desmaterializa!

Ocio, vida social y vida laboral se hacen a través de dispositivos que, por cierto, paseamos por la casa para tener siempre a mano. Las experiencias, el disfrute, y aquella cosa de arreglarnos para salir (cosas leoninas) han sido desplazadas por las ideas, el equilibrio emocional irregular, o la tensa presión vivida a todas horas con ropa de estar por casa, mientras desconectamos de nuestro cuerpo. 

Durante este tiempo también hemos visto a través de nuestras pantallas cómo se innova en el viaje espacial y aeronáutico, la biomedicina, la incorporación de dispositivos al cuerpo humano, excéntricas visiones a futuro, idealismos y debates, exabruptos y bellas colaboraciones online. 

La incertidumbre ante el futuro ha disparado la moneda digital, y el ecommerce no ha hecho más que crecer, amenazando viejas estructuras que antes protagonizaban el pulso de la economía, como bancos o empresas, mientras las empresas digitales baten récords de beneficios y son acusadas por los estados de monopolio. 

Y ante la crisis que nos viene, se ha hablado de renta básica, y de qué grupos de personas deberían o no incluirse en los derechos sociales etiquetados “para todos”. 

También ha habido una mayor conciencia sobre el impacto de los combustibles fósiles en la naturaleza, y junto a la conciencia ecológica, parecemos haber entendido que lo que pasa en una punta del planeta tiene una repercusión en todo lo demás. 

Más allá de lo local, conversamos virtualmente, con una idea global de la humanidad en la que se intercambian ágilmente idiomas, culturas y bienes.

Vivimos en el mundo virtual. Vivimos en la cabeza, en un mundo de aire en el que nos sentimos solas, y en el que sostener nuestro equilibrio mental es un desafío. Si esto no tiene que ver con Acuario, que bajen las de la peli Hair y lo digan. Acuario es un signo frío y genial. Ahora estamos en el frío. Pero poco a poco, a medida que lo integremos, llegará también la parte genial.

Los cambios que vienen ya están aquí, pero a partir de ahora les vamos a ir dando forma con más conocimiento de causa. 2020 fue el shock en el que no supimos cómo gestionar este cambio. 2021 y 2022 toca dar la bienvenida a los cambios gestionando alternativas conscientemente, porque, de otro modo, nos puede llevar el tifón.

10. En conclusión, ¿qué empieza en diciembre de 2020 en Acuario?

El 17 de diciembre de 2020, Saturno entra en Acuario, y solo dos días después, el 19, lo hace Júpiter. El día 21, coincidiendo con el solsticio, una fecha importantísima para la astrología mundial, Júpiter y Saturno hacen una conjunción en el 0º28’ de Acuario, ya en una cuadratura (abierta) a Urano en Tauro (que estará en el 6º).

Júpiter saldrá de Acuario el 29 de diciembre de 2021, mientras que Saturno permanecerá allí hasta el 7 de marzo de 2023. Y acto seguido, el 23 de marzo de 2023, será Plutón el que entre en Acuario.

Júpiter es un planeta visionario, que nos da confianza en que los horizontes por conocer merecen la aventura. Y Saturno es el planeta que nos ayuda a materializar las cosas. Juntos, nos ayudan a crear algo innovador, inventivo, alternativo, genial. 

Algo que nos sorprenda y que cambie las cosas. 

Si empieza o no la era de Acuario importa poco, en realidad. Lo que está claro es que vamos a tener Acuario para rato. Hablaremos de todo esto con profundidad, desde distintas perspectivas, porque es el tema estrella de 2021. Y veremos también cómo nos afecta a nivel personal.

Por ahora, un abrazo grande, chichis!!! Gracias por leer hasta aquí.

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