Hola chichis!!! Mercurio es el inquieto planeta del pensamiento, las ideas, la comunicación, el humor y la curiosidad. Y cuando se encuentra en Leo, el signo del Sol, se manifiesta de una forma radiante, dispuesto siempre a brillar para que proyectemos nuestro carácter de forma creativa y positiva. Nos da mucha predisposición a valorar lo que tenemos que decir, y, en consecuencia, a ser escuchadas.
Jugar a ser
Mercurio en Leo nos da predisposición a comunicar de forma exhuberante, sin pasar de puntillas por ninguna experiencia. Comunica lo que le interesa poniendo todo el corazón en los asuntos. Todo lo vivido importa, y merece comunicarse, con un enorme entusiasmo hambriento de atención: de foco; de escenario.La comunicación brilla de forma estelar, y busca audiencia. Es una posición de grandes comunicadoras, humoristas, comediantes, y personas que saben hacer de la atmósfera un lugar de disfrute, gracias a su informal y desenfadada extroversión. ¡Con Mercurio en este signo, la comunicación se llena de presencia!
Su diálogo frecuentemente destaca por transmitir una vibrante y fuerte motivación: un verdadero antídoto para las situaciones cenicientas y apagadas.
También es una posición estupenda para encarar grandes desafíos y tomar decisiones en firme, porque en Leo, las ideas de Mercurio tienden a ser claras, lúcidas: muy conscientes. El pensamiento puede ser una fuente de fortaleza y confianza.Además, Mercurio en Leo es versátil, adaptándose a un montón de roles distintos como lo haría una actriz que ama su trabajo. Es capaz de jugar a ser niña espontánea, amante de la vida, líder de estatus, comerciante ¡y todo lo que se proponga!, siempre desempeñando su papel con respeto hacia lo que hace.
Curiosidad ante la vida
Cuando Mercurio se encuentra en el signo del Sol, su relación con el conocimiento de la vida se pone en relieve, indagando en todos los pormenores de la existencia con una inquietud deseosa de entrar en juego y de aplicar sus ideas generando algo. ¡Es una posición tan pedagógica como creativa!Leo es un signo tan vitalista que siempre tiende a engendrar algo: obras de arte, performances, situaciones creadas para disfrutar el instante y afirmar su valor... Es decir: hijos e hijas metafóricos. Y cuando Mercurio está en Leo, nos ofrece las ganas y la inspiración necesaria para hacer de las ideas un punto de inicio que genera más vitalidad, más motivación: más presencia.
Aquí estoy yo, y lo que tengo que decir importa.
Las personas con Mercurio en Leo vienen aquí a hablar de lo que más les importa, a ser escuchadas. Eso sí, tienen por delante el aprendizaje de valorarse más allá de la forma en que otras personas puedan valorarlas. Porque, al menos en el comienzo de la vida, hay cierta predisposición a complacer y a gustar que puede generarles cierta dependencia del aplauso.Mercurio en Leo indaga en la eterna pregunta "¿quién soy?" y conociéndose a sí mismo conoce el mundo desde una mirada propia, personal y creativa, que despliega su ingenio de forma creativa.
Mercurio en Leo, expresándose de forma madura, piensa la vida, piensa el presente, piensa la identidad, y se expresa de forma auténtica, abriendo la puerta a la exploración de la propia seguridad personal. Nos ayuda a encontrar una voz propia desde la que afirmar el mundo con la calidez, la seguridad y la alegría solar.Todo ello con un pensamiento propio, siempre fiel a nuestros principios, que nos mueve a ser portavoces de la vida y de la experiencia.
La seducción de las palabras
Ante situaciones que lo requieran, es una posición proclive a persuadir o a aconsejar con el corazón en la mano, generosamente, o a dejarse amar con la valentía de quien no teme abrirse.Mercurio en Leo está radiante, ávido de correr hacia todo lo que merece la pena ser vivido. Es la curiosidad por conocer verdaderamente a quien está ahí en frente, y la honestidad para crear vínculos sociales en los que brille la estabilidad y la confianza.
Además, como planeta del humor y la diversión, Mercurio en Leo nos ayuda a quitar hierro a los asuntos, acercándonos de forma singular y agradable al mundo del juego compartido.
Hay algo muy infantil en esta posición, que se revela sabio en ocasiones. Como la sabiduría de las niñas que juegan sin preguntarse por qué, encarnando la vida con respeto al pulso que la mueve.
Ícaro: volando bajo el Sol
Mercurio es el planeta más cercano al Sol, y en la carta astral siempre está cerca de nuestra estrella. Por eso, Mercurio siempre se consideró el gran comunicador de mundos, que merodea como un abejorro alrededor de la luz de la conciencia solar para luego posar las alas sobre la tierra y dejarnos saber.Como todas las posiciones planetarias, cuando Mercurio está en Leo también tenemos retos. ¿Conocéis el mito de Ícaro? Para escapar del laberinto del minotauro, su padre y él construyeron unas alas con plumas y cera de abeja, con las que consiguieron volar lejos.
El padre de Ícaro le había advertido que no se acercara al Sol. Pero Ícaro, atraído por su bellísima luz, se acercó tanto al astro que terminó por caer precipitado al mar, ya que el excesivo calor derritió sus alas.
Mercurio en Leo tiene por delante el reto de gestionar su fijación por ciertas certezas. O su apego a lo que tiene entre manos.
¡Nadie tiene las respuestas definitivas! Y a veces, al sobrestimar nuestra propia forma de entender las cosas, podemos caer en la soberbia o en la prepotencia, y desoír las cosas importantes que tienen que decirnos otras personas.
Mercurio en Leo ofrece tanta confianza en nuestras propias decisiones, que puede hacer que nos cueste cambiar la forma en que hacemos las cosas si no nos hemos dado cuenta por nosotras mismas de que nos perjudica. Mercurio en Leo es extraordinario para ofrecer consejos lúcidos, pero ¡no los toma facilmente!
Un abrazo, chichis!!!
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