Hola chichis!!! El 2 de septiembre es la Luna Llena en Piscis, que sucederá en el grado 10 del signo, en un clima astral que, en la línea de este 2020, es bastante particular. Si tuviera que definir con una sola palabra a esta Luna Llena, sería: integración.
Piscis es un signo que nos lleva más allá del yo, así que primero os cuento sobre su efecto en lo colectivo, y luego sobre lo personal.
A la luz de la Luna
Esta Luna Llena es un momento de culminación, en el que un proceso que comenzamos a finales de febrero (el día 23) llega ahora a su punto de madurez. ¿En qué estábamos por aquellas fechas?Identifiquemos o no qué ha salido de este proceso, la luz de la Luna alumbra algo que emerge de las profundidades piscianas a nuestra conciencia.
Piscis es un signo que se resiste a las definiciones, por su mimetismo y versatilidad. Pero como signo de gestación, de acuático inconsciente, y también como el signo de los sueños, con esta Luna Llena podemos comprender algo que se había tragado el mar. O incluso tomar una instantánea del laberinto en el que nos encontramos, que nos sirva para buscar tierra firme.Memorias de un naufragio
La cuarentena comenzó en muchos países tras la Luna Nueva en Piscis de finales de febrero, y recientemente, con el Sol en Virgo, se ha estado hablando mucho del desempleo y los problemas prácticos que hay que gestionar ahora a raíz del confinamiento. Ahora es cuando, a nivel colectivo, comprendemos el gran estrago que ha dejado todo esto.Muchas personas no saben cómo van a subsistir, y la incertidumbre corroe todo intento organizativo, minando lo que sentíamos seguro.
No en vano, Piscis es el signo de las excluidas, las parias, las necesitadas. Y también es el signo de la solidaridad. Esta Luna Llena veremos hasta qué punto el colapso de la vieja normalidad ha estragado la vida de tantísimas personas.De hecho, la Luna está a la cabeza de una figura astrológica que se conoce como cometa, estableciendo un séxtil a Urano en Tauro y otro séxtil a Júpiter en Capricornio. Ahora vemos el gran mapa de lo que ha pasado. Vemos las ruinas. Las necesidades. Y también vemos la posibilidad de plantear las cosas distinto.
Pan y rosas
En esta Luna Llena tenemos una T cuadrada formada por Marte en Aries haciendo cuadraturas a Venus en Cáncer y a Saturno en Capricornio. Marte en cuadratura a Saturno se expresa como reestructuraciones laborales y recortes de empresas e instituciones.Las grandes organizaciones aprovechan la temporada Virgo para planificarse, defendiendo sus beneficios a costa de las trabajadoras. Y ahora eso puede explotar en forma de indignación.
De la misma forma, Venus en Cáncer en oposición a Saturno puede señalar necesidades esenciales frustradas, y austeridad. En la temporada Virgo nos planteamos asuntos relacionados con el sustento, y esta T cuadrada parece encender las iras ante la evidencia de que, una vez más, los hilos se mueven para que sean las de siempre quienes pagan la crisis. Una crisis que aún se está gestando y que ya nos amenaza.Mercurio en Virgo está exaltado, diligente y resolutivo, oponiéndose a Neptuno en Piscis. Eso es una declaración de intenciones de poner en orden confusiones e incertidumbres. De ahí que alrededor de la Luna Llena pueda haber comunicaciones que nos saquen de dudas si habíamos estado rumiando miedos y preocupaciones.
Alternativas solidarias
Pero lo interesante de esta lunación es que tenemos una figura astrológica conocida como rectángulo místico (que de místico tiene poco o nada, es nada más que el nombre), formado entre Venus, Neptuno, Mercurio y la triple conjunción. Esta figura astrológica está abriendo, digamos, una ventana de oportunidad.Ahora se esboza el plan. ¿Vamos a inclinarnos a soluciones estéticas, o vamos a atrevernos a hacer las cosas distinto?
Urano en Tauro llama a alternativas, y si no nos atrevemos a experimentar ahora, tendremos que hacerlo sí o sí el año que viene, cuando este planeta va a plantarse hasta que hagamos las cosas distinto.Tierra a la vista
Venimos de seis meses de laberinto, encierro y viaje interior, todo muy pisciano. Algunas personas se desquiciaron, se encontraron a sí mismas y se volvieron a desquiciar. Hemos atravesado muchas cosas dentro de casa. Hasta salir ahí fuera se hace extraño, ajeno, increíble. Las personas de las pelis se acercan demasiado. La idea de saludar con dos besos nos sube el cortisol.Ahora comprendemos nuestro trayecto personal. Piscis rige muchas cosas, y entre ellas, los monasterios y conventos. Personas de todas las culturas han buscado el aislamiento para enfrentar sus fantasmas, y eso es exactamente lo que hemos hecho estos meses, cada una a su manera. Esta Luna Llena alumbra con su luz a nuestros fantasmas piscianos particulares. Y ya no perturban tanto.
A partir de ahora, y sobre todo con la próxima Luna Nueva en Virgo, tendremos una sensación mucho más saludable de que controlamos nuestra vida. De que podemos dominar las turbulencias cuando la luz se apaga y se hace el silencio, y estamos a solas con nosotras mismas.
Algo ahí dentro, en el mundo interior de lo pisciano, ha madurado, y ahora sale a la superficie del océano para sacarnos a flote. Hemos atravesado naufragios, pero en nuestro interior hay tierra firme.
Dependencias en jaque
El eje Virgo-Piscis sacude también cuestiones importantes a nivel personal. Por ejemplo, aun siendo un signo inspirado que nos mueve a conectar íntimamente con las demás personas, y a expresar cosas realmente trascendentes, Piscis es un signo relacionado con la dependencia.Los malos hábitos y la dependencia emocional ya no dan para más. Ahora podemos comprender cuál ha sido nuestro sostén, y cuáles han sido las implicaciones de habernos agarrado a él.
De hecho, Saturno y Venus están en una oposición exacta, y eso señala restricciones afectivas bastante duras, además de una llamada a la disciplina y a la madurez en todo lo relacionado con el placer y los vínculos afectivos. Y, como Venus está en Cáncer, también con la convivencia. La subordinación nos resulta antipática, más que de costumbre, y con Marte en cuadratura a Venus y a Saturno, saltarán chispas si no logramos un equilibrio.¡Podemos sentirnos un tanto solas en este momento! La atmósfera relacional es tensa, y tendemos a analizarla con lupa en este momento. En temporada Virgo, y con este clima astral vamos a tener que preguntarnos una vez más algunas cosas que, aunque parezcan detalles, son fundamentales. ¿Quién lava los platos en casa? ¿Quién cocina? ¿Quién sostiene a quién emocionalmente?
¿Cómo queremos llenar nuestro tiempo del día a día?
Me gustaría acabar con una nota de luz importante. Con un clima astral tan lleno de Tierra y Agua, este es un momento muy fértil para recrear nuestro uso del tiempo. Ahora podemos entender qué abunda en nuestro interior, qué nos parece sublime, o qué aventura necesitamos transitar.Y tendremos la posibilidad de acercarnos a ella con una buena dosis de sentido común. Pero, por supuesto, atentas a los sueños e intuiciones, ¡porque pueden ser reveladores! Lo pisciano se muestra, y tenemos la oportunidad de palpar con la yema de los dedos algo fantástico.
Que disfrutéis esta Luna Llena, chichis!!!
Un gran abrazo!!!
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