La Luna en Virgo es como una hormiguita que sostiene el mundo a sus espaldas. Es amante de la precisión, y para sentirse a gusto necesita mantener bajo control los aspectos más prácticos de la vida. Por eso, a menudo puede sentir que está luchando contra los elementos, poniendo orden en cosas que irremediablemente están destinadas al caos.
Es una Luna muy eficaz para encargarse de tareas que a otras personas pueden resultar tediosas, porque es muy consciente de que todo en este mundo está sujeto al cambio, y reacciona siempre tratando de prevenir posibles desbarajustes prestando una atención exhaustiva a los detalles. Es una Luna muy atenta y despierta, que puede experimentar cierta tensión por la sobrecarga de trabajo con la que se compromete.
Por eso necesita poner orden, para crear una atmósfera y unas rutinas respetuosas con la vida, que le permitan tener la sensación de que está siempre preparada para todo. De hecho, es una de las Lunas más capaces para reaccionar en momentos difíciles, porque siempre están en disposición de afrontar las crisis con precisión y ánimo resolutivo.
Es esa necesidad de saberse preparadas lo que las mueve también a tener al día todo tipo de asuntos cotidianos, resultando de ello un extraordinario sentido de higiene física, mental y emocional que les permite economizar esfuerzos a largo plazo, y encargarse mejor de lo que tienen entre manos.
Son expertas en la gestión del tiempo diario, y acaban por diseñar rutinas extraordinariamente eficaces, en las que resuelven todo tipo de cosas prácticas sin dilación. Por eso se considera que son Lunas muy trabajadoras, porque para sentirse seguras y tranquilas necesitan resolver todas las tareas pendientes con sumo cuidado, y con mucho afán de perfección.
Además, son maestras en el autoperfeccionamiento de los hábitos, alcanzando a lo largo de la vida cierto virtuosismo y autocontrol en su alimentación y el cuidado de su cuerpo, prestanto mucha atención a las señales que les manda su propio cuerpo, para hacer ajustes que les permita vivir de forma saludable.
Son Lunas, por tanto, responsables en su cuidado personal y en el cuidado de aquellas personas que le importan, muy trabajadoras y diligentes para sus propios asuntos personales. También gestionan hábilmente sus recursos, y captan como una esponja, del exterior, grandes cantidades de detallada información.
Eso puede hacer de ellas voraces lectoras y estudiantes, porque antes de integrar conocimientos hacen, sin darse cuenta, una ordenación de la información que les permite ubicar y tener siempre disponible lo que aprenden, sabiendo aplicar lo aprendido mejor que nadie.
Son Lunas que no toleran estados de incertidumbre o caos, y crearán certezas, planes y organigramas que les ayuden en su día a día. No obstante, son también bastante flexibles en sus ideas, y saben amoldarlas a las demandas cambiantes del entorno, con una actitud siempre dispuesta a actualizarse.
Además, las personas con la Luna en Virgo son educadas y tienen un fuerte sentido de lo que es correcto, reaccionando con autonomía y dignidad en todas las circunstancias.
De hecho, son tan poderosas cuando se trata de resolver sus propios asuntos, que también tienden a resolver las necesidades prácticas de las personas que aman, con una actitud de ayuda y servicio que trasciende sus obligaciones, de forma muy generosa.
Al fin y al cabo, es una Luna modesta que no se esfuerza buscando el aplauso, sino tener al final del día la sensación de haber hecho todo de la mejor manera posible. Son muy autoexigentes, y para sentirse bien necesitan verdaderamente haber rayado la perfección en los asuntos que manejan, sencillamente porque sienten que es su responsabilidad.
Por su amor al orden, a menudo necesitan bastante espacio personal, porque es raro que encuentren a alguien que respete su extraordinario sentido de higiene holística, digamos. Es decir, no son Lunas amigas de tormentas emocionales, susceptibilidades ni desórdenes relacionales, y buscarán establecer vínculos de apoyo mutuo en los que ellas tienden a dar el 200%.
De ahí que, a menudo, las demás personas acaben por ejercer actitudes algo abusivas hacia ellas, o tengan la tentación de ponerlas en un plano de subordinación, siendo difícil que puedan corresponder de forma cotidiana a su perfeccionamiento y buena disposición.
Y las personas con la Luna en Virgo pueden tolerar eso un tiempo, pero llegadas a un punto dejarán ir los vínculos tiránicos en una de sus limpiezas. Porque prefieren una vida vincular sencilla que puedan limpiar fácilmente, en la que no caben los abusos ni las dependencias, que son estorbos para el discurrir de su día a día.
Es una Luna cuya fortaleza emocional radica en el valor de lo sencillo, y por eso mismo suelen tener un sentido de elegancia muy acusado. Son Lunas que tienden a lo práctico, lo moderno y lo limpio, también a la hora de escoger en qué entornos se adentran.
Además, por su habilidad para integrar y manejar información útil, y gracias a la seguridad que les da su capacidad analítica, sin ningún ánimo de levantar asperezas ni de acaparar protagonismo, pueden tener grandes momentos de gloria por su sentido de desnuda ironía, y por su capacidad crítica.
A veces reaccionan verbalmente de una forma que si pica, cura. Suelen ser directas y eludir los dramas sociales o emocionales, de los que desconfían, arrojando un punto de vista resolutivo y práctico que puede cambiar las cosas. Gracias a su capacidad analítica, y al propio análisis que han hecho de su universo emocional, las Lunas en Virgo son grandes terapeutas.
Sin embargo, son susceptibles a las críticas que reciben en lo personal y en su trabajo, porque son exigentes y necesitan sentir que rozan la perfección con las yemas de los dedos en cada cosa que hacen. Tal vez ese sea su talón de Aquiles: reaccionan ante la presión y las exigencias de otras personas incrementando hasta el límite su carga de trabajo.
En este sentido, un trabajo en grupo puede ser sumamente exasperante para las Lunas en Virgo, a las que puede irritar sobremanera que alguien haga mediocremente lo que ella puede hacer mucho mejor. ¡Son grandes correctoras por eso mismo! Y grandes supervisoras, hábiles para ponerle a todo el mundo los puntos sobre las íes. También son muy valoradas por las demás personas para buscar consejo, o para pedir ayuda, por la receptividad que emana de ellas para arreglar los platos rotos de las demás.
A nivel vincular, son Lunas generosas que agradecen muchísimo lo que reciben de las demás, porque no dan por hecho que otras personas tengan alguna responsabilidad hacia ellas. Sin embargo, son Lunas que darán a quienes aman todo lo que tengan. Son Lunas responsables de sí mismas y de todas, que asume compromisos en sus relaciones, aunque no necesariamente brillantes en su vertiente afectiva o íntima. Sobre todo valoran que sus relaciones sean pacíficas, ordenadas y respetuosas, en las que exista una fluidez de apoyo mutuo y refuerzo.
A nivel más anecdótico, las casas de las personas con Luna en Virgo son lugares ordenados y limpios, en los que no se acumulan trastos innecesarios, y en la que posiblemente hay un flujo constante de libros. La casa es un santuario de orden frente al caos de ahí fuera, donde pueden sentir que todo está bajo control, y por tanto un lugar en el que les apetecerá estudiar o trabajar en sus propias cosas, algo que las hará sentir muy bien.
Wow! Que precisa! Te felicito!
ResponderEliminarHola. Sabes como neutralizar la un poco? Soy piscis con ascendente piscis y esta luna en virgo me está acabando
ResponderEliminarGracias Ava!
ResponderEliminarSoy de tauro, ascendente en geminis y luna en virgo, y la verdad que la luna en este signo me describe tal cual soy, más que por mi signo solar
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