Eclipse de Luna en Capricornio: desoír el mandato

Hola chichis!!! El 5 de julio tenemos un eclipse penumbral de Luna en el grado 13 de Capricornio, sobre el Nodo Sur. Esta temporada de eclipses ha venido larga, pero después de este eclipse de Luna ya no tendremos más hasta noviembre.

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Eso sí, aún estaremos eclipsadas hasta la próxima lunación del 20 de julio, cuando tendremos por fin una Luna Nueva con la que recobraremos la normalidad, porque ya estará alejada de los Nodos Lunares.

¿Qué es un eclipse penumbral de Luna?

Un eclipse de Luna es una Luna Llena (una oposición entre el Sol y la Luna) que tiene lugar sobre los Nodos. Es decir, las luminarias se alinean con la Tierra, de forma que nuestro planeta proyecta su sombra sobre la Luna. Como el Nodo Sur está en Sagitario, este eclipse no es exacto, y solo veremos una leve sombra sobre la Luna. Sin embargo, aunque no sea un eclipse espectacular, se hará notar. 

Si recordáis, una Luna Llena es el momento en que culmina un ciclo que se sembró seis meses atrás, con la anterior Luna Nueva. ¿Y cuándo fue eso? El 26 de diciembre de 2019, cuando tuvimos un eclipse de Sol en Capricornio, o, lo que es lo mismo, una Luna Nueva en Capricornio que sucedió sobre los Nodos Lunares.

Lo que culmina ahora en forma de eclipse, se sembró hace seis meses con otro eclipse.

Si os acordáis, el eclipse solar que tuvimos en Capricornio el 26 de diciembre tuvo lugar sobre el Nodo Sur, e inauguró este 2020 tan turbulento, dando inicio al proceso de la triple conjunción.

La vieja normalidad nos parece extraterrestre

Este eclipse está marcando un momento de culminación, y dándose sobre el Nodo Sur, se trata de una culminación que cierra algo en nuestra vida. A partir de ahora, progresivamente, iremos tomando una conciencia más clara sobre qué es lo que este 2020 nos está llamando a despedir. ¿Qué asuntos Capricornianos cerramos? ¡La vieja normalidad social, por ejemplo!

¿No os pasa que tras estos meses de distanciamiento os sorprende que los personajes de las películas se acerquen tanto al hablar? Están cambiando muchas cosas en nuestro sistema, y es profundo y duradero.

Aparte de eso, puede que también revisemos a nivel social el trato que han recibido las personas mayores, o cuestiones relacionadas con la soledad, que también son temas capricornianos muy pujantes.

A nivel personal, estaremos cerrando asuntos capricornianos en la casa de nuestra carta natal en la que cae el grado 13 de Capricornio, un signo relacionado con la norma, la autoridad, la objetividad, el progreso vital, las ambiciones y objetivos a largo plazo, la disciplina, la resistencia y el esfuerzo. Esos son los asuntos que se mueven.

Adiós al mandato: buscando nuevas formas de vida

Este es un punto de inflexión en el que podemos empezar a deshacernos de viejos mandatos, viejas formas de vida y viejas ambiciones que han caducado ante este mundo cambiante en el que nos encontramos ahora.

Si habíamos estado presionándonos con algo muy pesado los años previos, es posible que ahora empecemos a aligerar responsabilidades, o al menos a deshacernos de discursos internos autoritarios, o presiones relacionadas con los méritos.

En mis consultas veo a menudo que la triple conjunción de Júpiter, Saturno y Plutón en Capricornio está moviendo a muchas personas a deshacerse de los objetivos por los que habían luchado desde hacía mucho tiempo, porque están descubriendo que tal vez esos objetivos no son lo que más les llena en este momento, o porque directamente están experimentando en ellos muchas limitaciones y obstáculos.

En consecuencia, muchas personas se están preguntando si serían más felices persiguiendo otras metas que les puedan interesar de una forma más genuina. Tal vez este eclipse sea la gota que colma el vaso para quien se esté replanteando su trayectoria laboral, su vocación, o las cosas a las que aspiraba en la vida.

No hay solo un camino a la cima. Y no hay solo una cima

Capricornio es un signo muy tenaz cuando se trata de avanzar, paso a paso, hacia nuestras metas. Camina progresivamente, poco a poco, asegurándose de que es seguro pisar antes de poner el pie. Sin embargo, ¡a veces también podemos preguntarnos si estamos escalando la montaña adecuada!

¿Cómo quiero estructurar mi vida? ¿Cómo quiero gestionar mi tiempo?

¿Dónde he puesto mi esfuerzo, y por qué? ¿En qué merece la pena que me esfuerce ahora? ¿Por qué había estado aspirando a ciertos logros? ¿De dónde surge mi autoexigencia? ¿Quién es una autoridad o una referencia para mí? ¿En qué me presiono? ¿Cómo me he relacionado con la disciplina y el autocontrol? ¿Hay otra forma de vida en la que puedo construir mi avance de forma práctica y estar mejor? ¿Por qué cosas quiero ser reconocida? ¿Qué es el éxito según mis necesidades reales, más allá del mandato y de la norma?

Ya sabéis que cuando sucede un eclipse nos falta luz; es decir, estamos "a oscuras", por lo que probablemente no alumbremos a nivel consciente qué procesos se cierran en nuestra vida en este momento, como ocurriría con una Luna Llena habitual. Los eclipses requieren un tiempo de desarrollo para revelar sus efectos. Y aunque podamos tener una idea de qué cosas pueden cerrarse, tendremos que esperar para verlo con lucidez.

Sin embargo, es buena idea aprovechar este momento para hacernos preguntas, confiando en nosotras mismas, y dándonos toda la legitimidad para decidir sobre nuestra vida. Al fin y al cabo, ¿quién, sino nosotras, tiene derecho a decidir hacia dónde vamos?

El clima astral de este eclipse

De los tres eclipses de esta temporada, este es el menos turbulento a nivel emocional. Sin embargo, es un eclipse potente en el tipo de cosas que remueve, porque vamos a tener nada menos que 7 de 10 planetas en signos cardinales. Además, todos los planetas (exceptuando a Marte y Venus) están en signos de Agua y Tierra. Y tenemos a 5 retrógrados. 😅

¿Qué significa todo esto? Es un momento fértil para crear iniciativas con las que liberar espacio. Sobre todo, para dar cabida a objetivos más genuinos. Pero todo esto se desarrollará con mucha, mucha lentitud.

Además, la energía concentrada que hay en Capricornio, y los aspectos que hace Urano a las luminarias, dan al clima astral un tono bastante gélido a nivel emocional, y eso puede vivirse como presión.

En este eclipse, el Sol y la Luna hacen aspectos a Urano y Mercurio, que inciden en la dimensión mental de todo esto. Así que podemos sentirnos divididas entre lo que anhelamos a nivel personal, con ese tierno Mercurio retro en Cáncer, y la dinámica más racional que plantea Urano.

Nuevamente, el dilema está entre lo que nos apetece y lo que "deberíamos". Entre lo pasado y lo futuro.

La triple conjunción unida: una tregua retrospectiva

Saturno, el planeta regente del eclipse, regresó a Capricornio solo unos días antes del eclipse, y aún está retrógrado. Todo esto sitúa el mundo de la retrospectiva en un primer plano, haciendo que miremos atrás para descubrir el camino que hemos recorrido, y cómo hemos gestionado los asuntos capricornianos.

Eso nos va a permitir, poco a poco, ir deshaciéndonos de todo lo que ya no tiene cabida en el presente. Y lo mismo ocurre a nivel colectivo, porque Capricornio rige la historia.

En este eclipse lidiamos a nivel social con qué relato queremos construir sobre lo que hemos vivido estos seis meses previos, y sobre la "vieja normalidad". Y eso puede llevar, nuevamente, a la crispación.

De forma interesante, en el momento del eclipse Saturno está en el grado 29 de Capri, mientras que Júpiter y Plutón están en conjunción en el grado 23. Los tres titanes están, oficialmente y por primera vez en el año, en conjunción, a solo 6 grados entre sí.

Si la triple conjunción comenzó de forma simbólica con el eclipse de Sol que tuvimos el 26 de diciembre en Capri, este eclipse de Luna es la culminación de este proceso de cambio, justo en la mitad del año.

Ojo, no es que su efecto acabe: de hecho, la triple conjunción va a dar mucho más de sí. Lo que hemos vivido hasta ahora es solo la primera temporada. Más bien, este eclipse marca un punto medio, en el que nos detenemos a ver lo que colapsó de nuestra sociedad y nuestra forma de vida hasta este momento. Pero esto continúa. 

La torre

Además, en el momento del eclipse, Neptuno retrógrado sigue dibujando su largo séxtil a los planetas de la triple conjunción. En la atmósfera, en la sensibilidad colectiva, hay un silencio en el que se ven caer las cenizas de "la torre que cayó fulminada por el rayo". Hermoso, melancólico, nostálgico: cargado de preguntas sobre qué ha pasado para que nuestro mundo haya cambiado tanto en solo seis meses.

Por otro lado, este eclipse en Capri puede traer en los próximos meses el adiós de alguna persona de autoridad que haya metido la pata. Sobre todo, el adiós de personas que representen y encarnen viejos modelos de liderazgo. La autoridad capricorniana pierde fuelle.

Marte: la estrategia

Todos los aspectos planetarios de este eclipse son armónicos (lo que también sugiere lentitud en el desarrollo de sus efectos), exceptuando la cuadratura de Marte a Mercurio y el Sol en Cáncer. A diferencia de los dos eclipses previos de esta temporada, Marte no hace contacto con la Luna, y la cuadratura que hace al Sol es más abierta y algo menos abrasiva.

O, por lo menos, más explícita, porque Marte, esta vez, está en su propio signo, Aries, y empuja a la acción poniendo todas las cartas sobre la mesa. De hecho, entró en su propio signo solo unos días antes del eclipse, el 28 de junio.

Marte está exhultante, lleno de energía para mover las cosas hacia delante. ¡Pero el resto de planetas no acompañan sus ganas de avance! Porque están, casi todos, retrógrados.

Eso puede dar lugar a algunas rabietas o reacciones descontroladas por parte de personas que sientan que no tienen campo de acción. ¡Este eclipse requiere paciencia! Lo mejor, por ahora, es expresar esa energía marcial en forma de estrategia. Pensar con sangre fría antes de tomar decisiones o actuar precipitadamente.

Urano, ese alien del futuro que cree en la humanidad

Urano es el planeta que siempre mira hacia delante, porque anhela proyectar a futuro, con un horizonte de progreso muy idealista, cargado de fe en la humanidad. Urano en Tauro plantea la necesidad de buscar alternativas que nos desmarquen de lo que dábamos por sentado, y que nos ayuden a progresar dando forma a un nuevo orden de cosas.

¡Y Urano está en aspectos armónicos a las luminarias! De hecho, es un planeta con mucha voz en este eclipse, porque está haciendo un trígono a la Luna y un séxtil al Sol.

¿Qué quiere decir esto? La Luna eclipsada en Capricornio nos llama a deshacernos de una vieja normalidad, de una vieja forma de vida, o de un viejo orden social, y Urano tiende la mano a la renovación. De hecho, este va a ser uno de los temas protagonistas del próximo 2021:

Lo viejo y lo nuevo mareando un presente social y aspiracional confuso.

Además, dependiendo de cómo afecte el eclipse a nuestra carta, es posible que la presencia de Urano en el clima astral desencadene algo. Al fin y al cabo, es el planeta de las sorpresas y los puntos de inflexión. Pero, sobre todo, puede acelerar el pensamiento colectivo, y arrojar luz a la forma en que comprendemos a nivel social todo lo que ha pasado los seis meses previos.

Mercurio: hemos sostenido el orden, pero ¿a qué precio?

Además de Urano, el otro planeta que mete la mano hasta el fondo del eclipse es Mercurio, que hace una conjunción algo holgada al Sol en Cáncer, y una oposición a la Luna. Mercurio está retrógrado, y apela a la memoria.

De forma interesante, cuando nos preguntemos sobre la forma en que hemos vivido los temas capricornianos, también nos preguntaremos, con Mercurio retro en Cáncer, si escuchamos suficientemente a nuestras necesidades. Si valió la pena desoír qué necesitábamos para poner toda nuestra energía en lo que debíamos.

Mercurio aquí es una oportunidad para repensar qué necesitamos para sentirnos bien y qué debemos hacer para sostener una forma de vida responsable, y cómo equilibrar ambas cosas. 

Venus ante la vieja encrucijada

El planeta que nos quedaría comentar es Venus, que entró directo el 25 de junio, pero aún continúa en sombra, es decir: avanzando sobre sus pasos por tercera vez. Venus retrógrado nos dio dos meses complicados, en los que nos enfrentamos a algún tipo de encrucijada.

Y en el momento del eclipse puede que estemos gestando ya una decisión sobre cuál de las dos opciones que estuvimos manejando queremos tomar.

De hecho, Venus está dibujando un séxtil a Marte, y eso abre la oportunidad a decidir sobre los asuntos venusinos que nos habían traído de cabeza los meses anteriores. Sin embargo, sabemos que Marte en Aries no es amigo de la diplomacia, precisamente. Y Mercurio sigue retro. Así que es mejor esperar a que pase la temporada de eclipses y valorar las cosas bien.

La calma antes de la tormenta

Recapitulando, ¿qué caracteriza al clima astral en el que tiene lugar el eclipse? Estamos en un momento de tregua en el que miramos atrás y contemplamos lo perdido, y también empezamos a descubrir qué parte de lo que aún permanece quedará atrás.

Con todo ello, la renovación y la búsqueda de alternativas son posibles. Pero los ánimos pueden estar caldeados, y podemos tener sensación de inseguridad o miedo ante la incertidumbre.

Podemos estar sintiendo que algo sucede tras las bambalinas. Y en cierto modo es así. Porque en los próximos seis meses aún tendremos a Marte en Aries haciendo cuadraturas a la triple conjunción, que entrará directa soltando muchísima energía, y a Neptuno y Urano movilizando a la gente. ¡Al fin y al cabo, sabíamos que este 2020 venía denso y complicado! Con todo esto, ¿cómo aprovechar el eclipse?

Centrémonos en lo que está en nuestra mano, y sopesemos buenas decisiones que nos ayuden a estar ligeras de carga.

Como siempre os digo, lo mejor es esperar a ver cómo se desarrolla la influencia de este eclipse, sin tomar determinaciones prematuras. Escuchemos qué necesitamos, escuchemos a nuestra realidad, y tengamos paciencia. La sensación de obstáculo que podemos sentir ahora irá destrabándose poco a poco, en su debido momento.

Que la fuerza os acompañe, chichis!!!
Un gran abrazo!!!

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