Hola chichis!!! Ya sabéis que no suelo dedicar tanta atención a un tránsito de un planeta personal como Marte, pero esta ocasión es especial. Porque Marte empieza a tener un protagonismo cada vez más relevante en el clima astral.
Marte entra en Piscis el 13 de mayo, el mismo día que Venus entra retrógrado. Y en una semana nada sencilla, en la que el clima astral cambia su dinámica de forma rotunda, con múltiples retrogradaciones y planetas que cambian de signo.
Marte estará en Piscis hasta el 28 de junio, cuando entrará en Aries, su propio signo. ¡Y ya no se moverá de Aries hasta enero de 2021! Porque este año retrograda. De eso hablaremos más adelante, porque tiene tela.
Ya sabéis que cada vez que Marte cambia de signo, la dinámica de acciones, iniciativas, deseos, decisión, autoafirmación y lucha cambia de tono. Pero esta vez, además, lo que se gesta con Marte en Piscis va a ser importante para descubrir hacia dónde se encamina la energía marcial el resto del año. Os cuento.
Marte en Piscis: lucha en la niebla
Como el agua y el aceite: Marte en Piscis no cuaja. ¿O sí? El planeta de la acción, la autodeterminación, la decisión, la lucha y los deseos, en el signo de la empatía, la disolución del ego, la interiorización, la trascendencia, la renuncia y el sacrificio.En principio, este tránsito de Marte en Piscis puede sentirse un tanto confuso. Como si nuestra energía y nuestra iniciativa se hicieran laxas, evasivas; pasivas.
Podemos sentir que nuestras acciones están dominadas por la postergación, o incluso adentrarnos en algo parecido a la apatía, porque el deseo de Marte puede apagarse en el infinito océano pisciano. ¡Seguramente necesitemos dormir más esta temporada!
O también podemos sentir que nuestros deseos escapistas, adicciones o victimizaciones se desmadran, especialmente con Neptuno en cuadratura a Venus. En cualquier caso, la energía se dispersa. O focaliza mucho las ganas de vencer, pero de formas laberínticas o agotadoras, destinadas a un éxito muy dudoso, como quien decide luchar contra las nubes con una espada.
Pero también podemos sentirnos tentadas a convertirnos en buscadoras de la verdad, o a comenzar creaciones sublimes. Un tránsito muy inspirador para artistas, poetas, amantes de la música y el cine, practicantes de yoga o meditación, filósofas, religiosas de todos los colores y sabores, y predicadoras. ¿Predicadoras? Ahí está el tema del que quiero hablaros, precisamente. 😂
El naufragio de la razón
La sobreestimulación mental que traía Marte de Acuario acaba, y ahora nos asomamos a las orillas de Piscis como si fueran un remanso de paz. La mente descansa por fin, pero las que se alteran son precisamente nuestras emociones. Pero no emociones lunares, personales; emociones piscianas: colectivas.Piscis habla de la sensibilidad de una época. De la sensibilidad que trasciende lo individual, que se trasvasa de persona a persona hasta conformar una emoción compartida. Y Marte encendiendo la mecha de eso puede hacer que precisamente se enciendan un montón de pulsiones irracionales a nivel social.
Ya sabemos que Piscis tiene que ver tanto con el victimismo como con el engaño. La manipulación de masas es algo muy pisciano. Obviamente, Piscis es un signo encantador, y Marte en Piscis es una posición bien interesante, pero a nivel colectivo, si no sabemos gestionar su energía, puede explotarnos en la cara, en forma de caza de brujas.
La caza de brujas
Marte en Piscis puede expresarse en forma de "guerreras" de la fe, que no están movidas por razones, sino por un peligroso sentido de ser "la elegida": la que "conoce el bien, y lucha contra el mal".Piscis da lo mejor de sí cuando trascendemos las polaridades, e integramos los opuestos. La compasión y la empatía de Piscis trascienden el juicio de lo que es bueno o malo, y se expresan de una forma casi universal, hacia cualquier ser.
Pero Marte en Piscis puede precisamente arruinar eso, al cortar con sus tijeras metálicas el yinyang pisciano.
Y entonces toda esa energía oceánica y poderosa se moraliza, en forma de polaridades extremas (ojo, estoy hablando de este tránsito, no de su posición en una carta natal).
El planeta del ego en Piscis, al pretender encarnar a "la iluminada", genera irremediablemente una sombra "demoníaca", que se proyecta sobre otra, que, instantáneamente, se convierte en la enemiga.
Si estuviéramos en la Edad Media os diría que tuviérais cuidadito con los templarios y la caza de brujas, pero estamos en 2020. Y lo que va a estar en ebullición van a ser los medios, disputándose de quién es la culpa lo que sucede, señalando con el dedo a personas y países concretos, y buscando culpables.
¿A quién sacrificamos para calmar los ánimos de la gente? Marte en Piscis es un corte de la empatía, también. Un afán persecutorio, una criminalización acusatoria. Será época de escuchar muchas barbaridades. ¿Recordáis el concepto de "guerra santa"? ¿O el más moderno, de "guerra humanitaria? La mecha de la batalla se enciende, disfrazada de interés común.
Manipulación de masas
Recordemos que los Nodos ya están en Géminis y Sagitario, dos signos que tienen que ver precisamente con los medios de comunicación, como el periodismo o la televisión. Y Marte hará cuadraturas a los Nodos a finales de junio, justo antes de entrar en Aries, el signo de la batalla.Además, no olvidemos que junio es temporada de eclipses. Y en los eclipses nuestro juicio puede nublarse.
Es de esperar que en este tiempo haya muchos intentos de manipulación popular a través de lo emocional, dejando fuera a la razón. Y como decía Goya, el sueño de la razón produce monstruos. ¿Quién será la bruja? China tiene muchas papeletas. Pero también habrá brujas estatales, locales, de barrio, y tal vez en casa.Mientras unas acusan a otras, emergerán con toda probabilidad un montón de paranoias colectivas. Conspiranoias, más bien. Relatos estrambóticos que den un sentido trascendente (o pisciano) al trauma 2020.
¿Salvación? No, gracias.
Es posible que en este tiempo emerjan figuras públicas autoerigidas como redentoras: figuras salvíficas que pretendan solucionar todos los males de la humanidad con "dos rezos". Porque Piscis tiene que ver con eso, también. La necesidad de salvar a la humanidad.Piscis es un signo muy solidario, altruista; comprometido con lo social. Pero Marte puede llevar todo eso al extremo de liderazgos un tanto nublados, que pretendan "salvar" al mundo de una forma en que no deseamos ser "salvadas". Una salvación intrusiva, violenta, pretenciosa; forzada.
Hablando en plata, ¿qué activa este tránsito?
Marte, a medida que transite por Piscis, va a hacer aspectos bien interesantes. Casi todo el mes de junio, Marte hace una conjunción a Neptuno. No sé si recordáis cuando os hablé un poco del fenómeno coronavirus, en sus comienzos. Pero los contagios víricos son algo más bien neptuniano, y desde luego muchas de las reacciones sociales ante el virus, también.El terror social asociado al coronavirus comenzó con la cuadratura de Marte y Neptuno, cuando Marte estaba en Sagitario. Y la declaración de la pandemia a nivel global se desarrolló con Marte transitando por Capricornio, en conjunción a Júpiter y a Plutón. Ahora Marte va a hacer mención a ambos procesos.
Ahora que Marte se reúne con Neptuno, haciendo séxtil a Júpiter y Plutón en Capricornio, algo relevante ocurrirá en relación a los miedos sociales al contagio y a la gestión de la enfermedad.
Ya estamos viendo cómo los países empiezan a plantear el desconfinamiento (eso está asociado a la retrogradación de Saturno en Acuario), y cómo las discusiones sobre las prioridades y distintos pareceres empiezan a avivarse. También, ahora que Saturno entró retro, la entrada de Marte en Piscis hará emerger cierta movilidad de viajes, nuevamente. Y todo eso hace que la tensión crezca.
Me gustó el análisis, saludos compañerx!
ResponderEliminarGracias!!! Un abrazo!!!
EliminarTienes razón en ocasiones dejarnos salvar resulta peor el remedio que la Enfermedad. un pueblo necesita educación y que pueda trabajar en lo que ha estudiado hojala en su propio país
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