Hola chichis!!! El 24 de marzo tenemos la Luna Nueva en Aries, que sucederá en el grado 4 del signo, y nada menos que en conjunción a Quirón y en cuadratura a los Nodos lunares. Es la primera lunación del nuevo año astrológico, y por tanto está cargada de potencial.
Se trata de una lunación con una fortísima energía de inicio, movilizando mucho deseo de ser, de vivir, de tomar la iniciativa, de entrar en acción, de moverlo todo. Sin embargo, el regente de la lunación, Marte, estará varado en Capri, nada menos que entre Plutón y Saturno. Así que todo ese deseo ariano de ir para delante está, y nunca mejor dicho, ¡en cuarentena! ¿Cómo viviremos esto?
¿Qué comienza con la Luna Nueva en Aries?
Esta Luna Nueva trae casi un momento 0, en relación al que podremos reconocer un antes y un después. Ya os he comentado que los primeros grados de Aries, en los que sucede esta lunación, tienen un valor singular en astrología, asociado a renacimientos, a creación, a deseo de ser. Tras la latencia y la gestación propias de Piscis, en los primeros grados de Aries deseamos vivir, encarnarnos, nacer.Aunque no lo parezca, algo comienza. Y es algo muy contundente. Porque el clima astral está cargado de energía cardinal, es decir, de capacidad para ponernos en movimiento hacia nuestros propósitos, para satisfacer nuestros deseos y metas. De hecho, 6 de los 10 planetas se encuentran en signos cardinales.
Además, ya sabemos que una Luna Nueva es un momento semilla, en el que cerramos las experiencias del mes previo, y damos comienzo a un ciclo que durará seis meses, culminando en septiembre.
Marte en Capricornio
Como Marte, el planeta regente de la lunación, está formando piña con los pesos pesados que hay en Capricornio, nuestras ganas de hacer e iniciar van a verse contenidas, y eso puede frustrar muchos deseos. Pero la buena noticia es que Marte en Capricornio está exaltado, y nos da la capacidad de ser resistentes, efectivas y determinadas para materializar asuntos poniendo en ellos mucha energía.Así que va a ser un novilunio muy especial, en el que los deseos e impulsos de Aries van a verse sometidos a una disciplina férrea, centrando nuestras fuerzas en aquello que realmente cabe en la realidad. Eso nos focaliza de una forma extraordinaria, haciendo que nuestras fuerzas incidan realmente en cosas importantes.
Además, como Marte va a estar en conjunción a Plutón y a Saturno, si sabemos manejar la presión y el estrés del confinamiento conquistaremos un estado de objetividad, resiliencia y capacidad de transformación únicas. Esta Luna en Aries viene seria, y nos mueve a tomar decisiones y a esbozar estrategias que realmente impacten en nuestra vida.
Los Nodos y Quirón muy presentes
Esta Luna Nueva nos mueve a plantear un nuevo comienzo. Pero no en un sentido banal o anecdótico: un nuevo comienzo importante. Porque la Luna y el Sol estarán en conjunción a Quirón, haciendo cuadraturas a los Nodos Lunares, que se encuentran en el grado 3 de Capricornio (Nodo Sur) y Cáncer (Nodo Norte).Quirón en Aries representa la vulnerabilidad como condición de todo ser vivo, y el dolor de no poder vivir ni hacer según nuestro deseo. Representa la fragilidad de nuestras fuerzas. Quirón normalmente indica experiencias que nos hieren sin que podamos hacer nada frente a ellas, porque si bien nos afectan, quedan fuera de nuestra capacidad de acción o decisión.
Que la lunación se dé en conjunción a Quirón tiene todo el sentido del mundo, porque ahora hemos comprendido, como humanidad, que no somos omnipotentes. Que podemos correr peligro. Que nuestra línea de acción se puede ver interrumpida drásticamente.
Esa toma de conciencia, en la que también colabora el lúcido séxtil de Mercurio en Piscis a Urano en Tauro, se va a dar asociada a tantear nuevas formas de estar en el mundo. Nuevas formas de vivir. Algo que también plantea Saturno, que acaba de entrar en Acuario. El deseo de ser, de hacer y de iniciar, tan propio de Aries, mira a futuro. Planifica. Busca alternativas. Se pregunta: ¿qué hacía yo inmersa en esa rutina devastadora? ¿A qué renuncié? ¿Qué quiero realmente?
En eso también colabora la cuadratura entre Urano y Saturno. Puede que ahora sintamos más, o interioricemos, que no queremos volver a las rutinas previas, y que el sistema, que ha demostrado ser ineficaz a la hora de defendernos y asegurar nuestra supervivencia (temas propios de la triple conjunción) nos ha decepcionado y puesto en peligro. En consecuencia, esta lunación vamos a pensar, planificar expresar otras posibilidades.
Esta experiencia de cuarentena nos enseña algo auténtico sobre nuestra vida: salen a la luz miedos, carencias, conformismos... y esta lunación nos sirve para interiorizar eso, y tomar la decisión (cada una en sus términos) de qué queremos dejar ir y qué queremos abrazar cuando la vida regrese.
Y ahí es donde entran los Nodos Lunares: algo de la forma de vida que teníamos antes (Nodo Sur en Capri) se va; algo del mundo personal y la introspección que descubrimos al estar en casa (Nodo Norte en Cáncer) marca una estela que nos guía. Nos deshacemos de objetivos que no nos pertenecían y afrontamos, ante el vacío, un nuevo comienzo.
Venus y el poder del instante presente
Cuando la energía ariana o marcial se ven limitadas o impedidas de alguna forma, suelen expresarse en forma de frustración o ira. Es posible que nos sintamos así: al fin y al cabo, Marte en conjunción a Plutón y Saturno es como darnos de cabezazos contra una olla a presión. Este novilunio pide cosas importantes de nosotras: su energía es dura e intensa. Y una de las formas de gestionar eso es dar coba a Venus, que sigue en Tauro, calladito pero amistoso.Venus en Tauro está domiciliado, en su salsa, y dibuja ya un trígono a todos los planetas que nos presionan desde Capricornio. Así que todo lo que implique disfrutar de los instantes a través de los sentidos (erotismo, sabor, olor, tacto, relaciones serenas, artes plásticas, manualidades, cuidar plantas, desarrollar talentos, meditar, permitirnos descansar...) es una forma efectiva de canalizar las tensiones de estos días.
Este Venus nos da serenidad, y nos ayuda a descubrir qué nos gusta de verdad. Y tal vez lo que nos gusta pueda ser una clave que nos ayude a descubrir cómo replantear las cosas una vez salgamos ahí fuera.
Además, como Venus está en séxtil a Neptuno, nos ayuda a ser más compasivas con nosotras mismas y las demás, y a descubrir cómo disfrutar de las emociones y de los momentos de intimidad que podemos tener con nosotras mismas en este período tan extraño.
Con Capri todo es una lucha de resistencia, pero saldremos de esta con las cosas más claras, tanto en lo personal como en lo colectivo.
Muchísimo ánimo, chichis!!!
Un fuerte abrazo!!!
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