Hola chichis!!! Cuentos, poemas y leyendas; pinturas y piezas musicales, mitos ancestrales, ritos y danzas... la Luna siempre ha estado presente en el imaginario de la humanidad, alumbrando nuestros sueños y arruyando a las amantes.
Hoy os cuento todo lo que hay que saber sobre sus ciclos para aprovechar su influjo. Os advierto de que es un artículo largo, pero también muy exhaustivo.
El ciclo lunar
El ciclo lunar siempre se ha asociado a la vida, la muerte y el renacimiento. Es el drama de la continua renovación de la naturaleza, y ha impactado fuertemente en las creencias de la humanidad. Además, el ciclo lunar se ha asociado tradicionalmente a rituales, al calendario, a la siembra y la cosecha, el crecimiento del cabello, el ciclo menstrual, la gestación y el parto.Sus ciclos mueven las aguas del mar, y hasta la arena crece hacia la Luna de la misma forma que lo hacen las mareas. La flora y la fauna responden a su llamada, y también nosotras nos vemos afectadas por su influjo. Aquí os cuento cómo nos afecta el ciclo lunar, y cómo aprovechar cada una de sus fases para fluir con ella.
El juego de las luminarias
La Luna tarda 27 días en dar una vuelta completa alrededor de la Tierra, lo que se conoce como ciclo sideral. Pero transcurren 29 días y pico entre dos Lunas Nuevas, lo que se conoce como mes lunar o sinódico. Por eso, cada Luna Nueva sucede un poco más allá que la anterior, en el signo siguiente al del novilunio previo. Es decir: a la Luna Nueva en Acuario le sucederá, 29 días después, la Luna Nueva en Piscis.A medida que la Luna rodea la Tierra, recibe el foco de la luz solar desde diferentes ángulos, lo que determina sus fases.
Cuando la Luz del Sol impacta en toda la cara visible de la Luna, es la Luna Llena. Cuando le da desde un lateral, es el Cuarto Creciente o bien el Cuarto Menguante. Cuando la luz del Sol baña su cara oculta, es la Luna Nueva. Como véis, la relación entre el Sol y la Luna es esencial para comprender las fases lunares. Al fin y al cabo, la luz de la Luna es el reflejo de la luz del Sol. Las luminarias siempre conversan.¿Véis la diferencia entre la posición de la primera Luna Nueva y la posición de la última Luna Nueva de la imagen? Ese desplazamiento, que he resaltado en gris en la lunación de la derecha, equivale a un signo astrológico. Por eso las Lunas Nuevas se dan siempre en signos sucesivos. De la misma forma que las Lunas Llenas se dan en signos sucesivos.
Apogeo y Perigeo lunar: la fuerza de la Luna
La órbita de la Luna es elíptica, así que cuando se encuentra en el punto de su órbita más alejado de la Tierra (apogeo) la vemos más pequeña, mientras que cuando se encuentra en el punto de su órbita más cercano a a tierra (perigeo) la vemos más grande. Una superluna no es otra cosa que la Luna Llena en su perigeo. Según el punto orbital en el que esté, el influjo de la Luna puede sentirse más fuerte.¿Cómo reconocer las fases de la Luna a simple vista?
A veces hablamos tanto de la Luna que olvidamos mirarla. ¿Sabes reconocer a simple vista en qué fase está la Luna? Es sencillo saber si hay Luna Nueva o Luna Llena, pero cuando se trata de saber si está creciendo o menguando la cosa se complica. Bueno: pues os dejo esta regla memotécnica infalible para que nunca os olvidéis. Quedáos con las palabras Creciente y Decreciente. 😉Si vives en el Hemisferio Norte, las letras C y D, de Creciente y Decreciente, se invierten. Es decir:
Si la Luna parece una C: está Decreciente, o Menguante.
Si la Luna parece una D: está Creciente.
Si vives en el Hemisferio Sur, las letras C y D, de Creciente y Decreciente, corresponden a la fase lunar. ¡Esto es más simple!
Si la Luna parece una C: está Creciente.
Si la Luna parece una D: está Decreciente, o Menguante.
¿Cuáles son las fases de la Luna?
Normalmente se divide el ciclo lunar en cuatro fases bien conocidas: Luna Nueva, Cuarto Creciente, Luna Llena y Cuarto Menguante. Sin embargo, estas fases también se pueden dividir en dos, así que en astrología reconocemos ocho fases de la Luna.Cada una de ellas nos ayuda en algún sentido, a veces sobre temas cotidianos y modestos, y a veces sobre cosas de más trascendencia, dependiendo de cómo interactúa con nuestra carta.
Para guiarnos, es esencial considerar los temas del signo en el que tiene lugar la lunación, y el clima astral que la rodea. Y además, si conocemos nuestra carta natal, estudiar en qué casa cae esta lunación o cómo interactúa con el resto de nuestra carta puede darnos valiosas pistas. Os cuento.
1. Luna Nueva
Conocida también como novilunio o Luna negra, sucede cuando la Luna y el Sol hacen una conjunción, o dicho de otra forma, cuando la Luna se interpone entre la Tierra y el Sol, de modo que su cara iluminada no es visible.Los eclipses solares solo ocurren durante esta fase lunar, cuando el Sol, la Luna y la Tierra están perfectamente alineados. Este evento astrológico es el único momento en que podemos percibir la Luna Nueva, que por lo demás siempre permanece oculta.
Las noches de Luna Nueva son las más oscuras del mes, por lo que desde la Antigüedad se han asociado a la magia, perfectas para rituales y meditaciones. Por ejemplo, antiguamente se creía que Hécate, la arquetípica bruja de la mitología grecolatina, se aparecía en las noches de Luna Negra.
Y es que hay algo mágico en los novilunios que parece abrirnos las puertas a nuestro inconsciente, descubriendo secretos, despertares y transformaciones. Porque la Luna Nueva es un momento de transición entre un viejo ciclo que acaba y uno que comienza, en el que podemos comprender a qué decimos adiós y a qué damos la bienvenida.
Es el momento perfecto para deshacernos de todo lo que ya no tiene razón de ser en nuestra vida, abrazando con ligereza y energías renovadas nuevos propósitos. Eso sí, lo que sembremos en esta fase lunar no culminará hasta la siguiente Luna Llena del mismo signo, es decir, aproximadamente seis meses después.
La Luna Nueva es un momento excelente para buscar serenidad y resetear nuestra energía interna, cuidándonos y reponiéndonos. Es un momento en el que tendemos a buscar la soledad o el retiro del exterior para conectar con nosotras mismas.
En contrapartida, es un momento en el que no tenemos demasiada tolerancia a las demandas externas, y querremos estar libres de compromisos y obligaciones. Es una Luna maravillosa para liberar estrés y descansar.
De hecho, los sueños de las noches de Luna Nueva suelen ser tan reveladores como reparadores. Escucharnos a nosotras mismas en este momento puede ayudarnos a intuir nuevos propósitos para satisfacer necesidades.
2. Luna Creciente
Dos días después de la Luna Nueva, una rendija de la Luna empieza a iluminarse, dejándonos ver de nuevo una C o una D de puntas afiladas.Una vez que la Luna vuelve a aparecer tras el novilunio, irá ganando cada vez más luz. Por eso decimos que está Creciente. En esta fase, la Luna está iluminada en un 10-23%, y es visible en las últimas horas de la tarde y las primeras horas de la noche, después del crepúsculo.
Nuestras energías despiertan lentamente estos días, mientras nos fortalecemos y preparamos a nivel interior lo que nos gustaría poner en marcha.
Es un momento de bostezo en el que tanteamos comienzos, llenas de intención y sentido de propósito. De ahí que podamos sentirnos particularmente esperanzadas o inspiradas. Es una fase de oportunidad en la que abrimos caminos sin mucha claridad, sin certezas ni concreciones, en el que buscamos cómo encauzar lo que llevamos dentro antes de entrar en acción.
3. Cuarto Creciente
El Cuarto Creciente es el momento en el que la Luna hace una cuadratura al Sol, algo que sucede aproximadamente una semana después de la Luna Nueva. En esta fase, la mitad de la cara visible de la Luna está iluminada, y podemos verla por la tarde y durante la primera mitad de la noche.En este momento los días de preparación, intención e inspiración previos se ponen en acción, por lo que suele ser una de las partes más ajetreadas del mes, caracterizara por la emergencia de desafíos, la necesidad de tomar decisiones y acciones para ir concretando lo que nos habíamos propuesto.
La cuadratura entre las luminarias es un aspecto tenso y dinámico que rompe situaciones de confort y seguridad para ayudarnos a crecer. Puede que durante esta fase encontremos resistencias que no habíamos previsto, desacuerdos con otras personas, o algún tipo de conflicto entre nuestros propósitos y el márgen de maniobra que encontramos en la realidad.
En ese sentido, es un momento práctico y demandante, en el que para concretar las cosas debemos responder descartando posibilidades, gestionando la incertidumbre y enfocando nuestra atención en las tareas apremiantes que encontramos, volcadas en el rápido desarrollo de procesos.
Pero también es un momento en el que, a través de la determinación, podemos ir más allá de lo conocido, abriendo y materializando definitivamente nuevos cursos de acción que pueden sorprendernos a nosotras mismas o a las demás.
Es un momento muy propicio para buscar apoyos, presentar proyectos, buscar trabajo o dar un empujón a lo que nos traemos entre manos, porque en general las personas que nos rodean pueden tener bastante energía, y están más dispuestas a involucrarse en nuevos compromisos o procesos.
4. Luna Gibosa Creciente
Unos días después del Cuarto Creciente, a medida que la Luna va ganando luz y se va redondeando, tiene lugar la Luna Gibosa Creciente. 'Gibosa' viene de giba, que significa joroba, y se refiere a la forma convexa que adquiere la circunferencia de la Luna. Esta lunación es visible por la tarde, y casi toda la noche, y ya ilumina de forma considerable, puesto que es la fase que precede a la Luna Llena.En este momento seguimos desarrollando activamente los procesos iniciados en las fases previas, pero ya comenzamos a ver algunos de sus resultados.
Sin embargo, aún no somos del todo conscientes de la forma final que tomarán los asuntos que hemos tenido entre manos, aunque podemos empezar a intuirla. En consecuencia, es buen momento para hacer ajustes en lo que hemos estado haciendo, perfeccionándolo de algún modo, con la sensación de que "ya casi está".
Nuestra energía está cada día más pletórica, y la proyectamos hacia fuera con más determinación y valentía. Nuestras acciones y apetencias se orientan casi de forma instintiva, aunque no estemos particularmente reflexivas en este momento, sino más bien inclinadas a seguir nuestros impulsos, y más abiertas a tomar riesgos.
En ese sentido, como es una fase en la que estamos más confiadas, también tendemos a confiar más en otras personas, nos sentimos particularmente sociables, deseosas de compartir y dejar que la energía fluya. La relación que sostenemos con el 'ahí fuera' retroalimenta nuestra energía, y podemos sentir que nuestras pilas están cargadas.
Eso sí, también es un momento en el que tendemos a presionarnos y exigirnos más, y podemos sentir particularmente el estrés, así que podemos aprovechar el caudal de energía lunar de estos días para descargar haciendo ejercicio.
De la misma forma, es una fase en la que estamos tan involucradas en la acción que podemos descuidarnos más, o perder de vista nuestro horizonte para seguir la llamada apasionada de la diversificación.
5. Luna Llena
La Luna Llena es visible toda la noche, alcanzando su cenit alrededor de la medianoche. Ocurre cuando el Sol y la Luna hacen una oposición exacta, es decir, cuando el Sol baña toda la cara visible de la Luna, y está más resplandeciente que nunca.Los eclipses de Luna solo ocurren durante esta fase lunar, cuando la Luna y el Sol se oponen sobre los Nodos Lunares. Son las únicas Lunas Llenas oscuras. Por lo demás, la Luna Llena es el momento más brillante del mes.
Las noches de Luna Llena son las más luminosas, por lo que se sabe que desde el Paleolítico eran aprovechadas para hacer salidas nocturnas. Tradicionalmente, de hecho, se han considerado noches buenas para la caza y la pesca abundante.
De ahí que también se haya asociado a la Luna Llena con leyendas folclóricas de terror y peligro, como la del hombre lobo, que refleja la idea de que en la Luna Llena hay depredadores y presas.
Por otro lado, en ritos y ceremonias tradicionales, alrededor de todo el mundo, la Luna Llena se considera un momento de abundancia o de culminación vital en el que surgen resultados, respuestas y revelaciones.
De hecho, se sabe que muchos partos son desencadenados por la Luna Llena, o que las plantas están más fuertes ese día. Por eso desde la Antigüedad se ha considerado que recolectar hierbas medicinales en el amanecer de los días de Luna Llena favorece sus propiedades.
En Luna Llena afloran de nuestro inconsciente las verdades: podemos evaluar con lucidez el camino recorrido y los frutos que nos ha dejado. Especialmente, en lo que tiene que ver con la Luna Nueva que vivimos en el mismo signo seis meses atrás.
Como la Luna Llena es la oposición de las luminarias, es un momento de toma de conciencia, en el que emoción instintiva y razón se equilibran para examinarse mutuamente. Es un momento en el que las emociones se liberan e intensifican, en el que las pulsiones salen a la luz.Deseos, celebración festiva, líbido, impulsos, enfados, penas y miedos, rivalidad, proyección del ego... todo lo que teníamos dentro sale de nosotras: es un momento de extraordinaria extroversión.
Nos mostramos al mundo, con predisposición a la toma de riesgos, y peligro de actuar precipitadamente. Por eso si nos enfrentamos a decisiones difíciles, es mejor no hacerlas en este momento, sino cuando tengamos más sangre fría.
La luz del Sol (asociada a la conciencia) alumbra las sombras de la noche. En este momento, las intuiciones, sensaciones y propósitos neblinosos que pudimos vivir durante la Luna Nueva se revelan, y se muestran los resultados de aquello en lo que nos esforzamos durante el Cuarto Creciente.
6. Luna Gibosa Menguante o diseminante
Es el momento en que, tras la Luna Llena, la Luna empieza a perder un poco de luz cada día. Por eso se llama Menguante. La Luna Gibosa Menguante, también conocida como Luna Diseminante, se caracteriza por sus contornos convexos y por iluminar todavía bastante. Es visible gran parte de la noche, y en la primera mañana.Esta lunación sucede a la Luna Llena, y por tanto tiene cierto carácter de debilitamiento tras los excesos y el despilfarro de energía del plenilunio. Tiene algo de resaca y de recrearse en lo que sucedió "la noche anterior".
Como viene después de la gran toma de conciencia de la Luna Llena, la Luna Gibosa Menguante es un momento excelente para la comunicación: para compartir lo vivido, lo cosechado o lo comprendido con otras personas.
De ahí que sea un momento en el que podemos sentirnos más agradecidas si hemos recibido ayuda o logrado soluciones los días previos, y tendremos más ganas de compartir nuestra suerte.
Sin embargo, como la Luna está perdiendo luz y empezamos a sentirnos más debilitadas, no es buen momento para buscar colaboraciones o para sugerir iniciativas a otras personas, porque durante esta fase lunar tendemos a buscar el ahorro de energía, y en consecuencia, a rechazar todo lo que suponga asumir nuevas cargas. Estamos focalizadas en terminar lo que nos traemos entre manos, más bien.
7. Cuarto Menguante
La Luna en Cuarto Menguante es visible de madrugada y por la mañana. En esta fase, vemos la mitad de la Luna iluminada, pero esta vez con la Luna perdiendo su luz. Sucede cuando el Sol y la Luna vuelven a hacer una cuadratura.En este momento sentimos la urgencia de actuar para dar término a las cosas que nos traemos entre manos, algo debilitadas de energía, y por tanto con tendencia a ahorrarla rechazando involucrarnos en todo lo que suponga desgaste o nuevas responsabilidades.
Por eso suele ser una fase en la que las personas no están receptivas con nuevas propuestas, y no suele ser favorable para buscar apoyos o colaboraciones. Estamos más bien enfocadas en conservar los ánimos para resolver asuntos pendientes.
Además, es un momento en el que tendemos a interiorizar lo que hemos vivido durante las lunaciones previas, comenzando a interesarnos cada vez más por la introspección y la soledad. En este sentido, es un momento excelente para disfrutar de actividades solitarias, como leer, escribir, o analizar lo sucedido.
En esta lunación estamos más analíticas y críticas, mascullando hacia dentro formas de posicionarnos ante el entorno. Por eso en este momento somos más proclives a sostener relaciones más conflictivas, o encuentros más tediosos, faltos de brillo.
Las cuadraturas siempre suponen un reto, y la cuadratura entre las luminarias en esta fase plantean el reto de aceptar lo que hemos hecho hasta el momento y de sacar conclusiones de lo sucedido.
También podemos vivir emociones duras o juicios hacia nosotras mismas, como la culpabilidad, la frustración, la decepción y desesperanza. Es un momento en el que tomamos conciencia de las heridas que nos ha infringido todo aquello que no ha salido como esperábamos.
En esta lunación somos proclives a abandonar batallas que no podemos sostener, a renunciar a algo o a cultivar el desapego de personas e ideales. Y eso se puede vivir con una sensación de pujante conflicto, miedo o dificultad.
Por otro lado, es una lunación muy beneficiosa para cirujías o procesos curativos invasivos, porque a pesar de que se viva como un mal trago, las lunaciones posteriores son las mejores para recuperarnos bien.
8. Luna Balsámica
La Luna Balsámica sucede entre el Cuarto Menguante y la Luna Nueva, adoptando forma de C o D (dependiendo del hemisferio en el que estemos). Es visible al final de la madrugada y por la mañana, afinándose con la pérdida de luz hasta desaparecer completamente en la Luna Nueva.En consecuencia, es una Luna que ilumina muy poco, y que llama al refugio, a la soledad, al recogimiento introspectivo. Es un momento, por tanto, en el que no estamos prácticas ni efectivas, sino con la energía más bien baja, sin proyección.
Se conoce Luna Balsámica precisamente porque es un momento en el que aplicamos bálsamo a nuestras heridas. ¿Qué heridas? Todas las frustraciones, desesperanzas o desilusiones que pudimos sentir durante la fase de Cuarto Menguante.
La Luna Balsámica es un buen momento para reconciliarnos con nosotras mismas, descansar, recuperarnos y mimarnos. La intención de esto es empezar a deshacernos de cargas emocionales y materiales, preparándonos para el momento de cierre de la Luna Nueva. Es una Luna que también propicia despedidas.
La Luna Balsámica es un momento muy bueno para tratamientos curativos, terapias y procesos de recuperación. Son días excelentes para las desintoxicaciones o el abandono de malos hábitos, para deshacernos de cosas que no queremos o liberarnos de pensamientos negativos, estrés y presiones.
Es un momento en el que estamos muy sensibles, en el que querremos disfrutar de la calma para mirar hacia dentro, conectar con nuestra intuición y escucharnos. Buen momento también para los sueños y la inspiración.
Tal vez te interese leer sobre el tránsito de la Luna por las casas de tu carta natal.
Un fuerte abrazo chichis!!!
¿Quieres hacer una consulta astrológica?
Hola Querida! Estoy desconcertada porque no puedo encontrar información, de porqué el periodo de maduración de un propósito sembrado en luna nueva en un signo, tarda 6 meses en madurar en la luna llena del mismo signo..porqué esos seis meses?Me podrias ayudar a encontrar info o poder explicarme? Ya que abrimos un nuevo propósito cada mes.. Como poder abordar esos seis propósitos simultáneos?..tengo muchas dudas, tiene algún nombre en particular? Desde cuando esto empieza transmitirse..donde esta la fuente?..
ResponderEliminarMuCHICHIsimas gracias de antemano linda!
Hola! Pues vaya, no recuerdo yo tampoco haberlo visto explicado. Me acabas de dar una buenísima idea para un artículo!
EliminarCada vez que hay una conjunción entre dos planetas dan comienzo a un nuevo ciclo. Vivimos simultáneamente muchos ciclos diferentes, superpuestos. Por eso la astrología es compleja, porque se encarga de entender los ciclos a través del tiempo y cómo interactúan.
Cuando hay Luna Nueva, un ciclo empieza en un signo determinado. A los seis meses, cuando la Luna regresa a ese signo, hay Luna Llena. Cuando hay una oposición entre dos planetas, un ciclo culmina o madura. Por eso decimos que dura seis meses. Pero en realidad el ciclo de la Luna solo se cierra completamente cuando vuelve a haber una Luna Nueva en ese signo, y eso ocurre cada año.
En realidad pensar en un propósito en cada Luna Nueva es algo forzado, porque la Luna trabaja también de un modo muy inconsciente. Es parte de ciclos naturales que, sin que nos demos cuenta del todo, siguen avanzando para movernos hacia delante. Cada persona siente más determinadas lunaciones, dependiendo de cómo toquen los planetas de nuestra carta. Así que tendemos a vivir con más conciencia algunas de ellas, mientras que las otras se desarrollan de una forma más inconsciente.
Espero haberte ayudado, gracias por tu pregunta!
Un abrazo!!!
Muchas gracias por tu respuesta! A ver si encontramos la explicación jeje y pronto leo tu artículo, que seguro no tendrá ningún desperdicio! Te doy la enhorabuena por todo lo que compartes,tu trabajo, tu sabiduría, tu destreza eres una krakkk y me entusiasma y super encanta TODO lo que publicas!!! Infinitas graaacias por existir!!!
EliminarGracias a ti, es un placer!!!! Abrazos!!!
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