Hola chichis!!! Como sabéis, igual que sucede en otras disciplinas del saber, en astrología hay muchas corrientes, perspectivas y modos de hacer diferentes. Ya os he dicho muchas veces que yo hago astrología feminista, pero ¿qué es eso? ¿En qué se diferencia de las demás astrologías?
El feminismo es transversal a todas las expresiones de la cultura, y la astrología no se queda atrás. Cualquier campo del saber y cualquier práctica puede revisarse desde el feminismo.
La astrología es un lenguaje maravilloso, que se ha construido a lo largo de miles de años gracias al trabajo de muchísimas astrólogas.
Hay razones para pensar, por cierto, que las primeras astrólogas caldeas eran mujeres. En Babilonia, la cuna de la astrología, las mujeres gozaron durante algunas épocas de una posición social muy interesante, ocupando cargos públicos como eruditas. Eran astrólogas, pero también poetisas y sacerdotisas cuyo trabajo se consideraba fundamental en su civilización.
En la época de la Antigua Grecia y la Antigua Roma todo ese conocimiento se actualizó y adaptó a la forma de vida de aquellas sociedades, que eran eminentemente patriarcales. Y la astrología medieval, en la que se basa gran parte de la astrología actual, es la heredera directa de aquello.
De ahí que muchos conceptos astrológicos que se manejan a día de hoy partan de una mirada bastante patriarcal sobre el mundo. Luego os pongo ejemplos concretos.
La astrología feminista revisa eso, dando al significado de los símbolos y arquetipos astrológicos una perspectiva actual, coherente con la forma que tenemos hoy de entender valores como la igualdad o el libre albedrío.
Porque no somos solo seres espirituales, ¿verdad? Los ámbitos más prácticos de la vida nos importan, y mucho. Son la base sobre la que podemos asegurarnos la vida digna que todas las personas merecemos.
La astrología feminista revisa los símbolos y arquetipos astrológicos para actualizar su sentido y acercarlo al mundo en el que vivimos todas. Puesto que la astrología es un lenguaje, podemos hacerlo de forma rigurosa sin alterar su función.
Es decir: aplicar el feminismo a la astrología es un valor añadido, que en ningún caso supone renunciar a la precisión o a las funciones propias de este maravilloso lenguaje.
¿Habéis oído alguna vez hablar del destino como algo que nos sucede de forma determinista, dejando a un lado nuestra capacidad de decisión? ¿O que un planeta "está en una posición mala", sencillamente porque en los estereotipos tradicionales no tiene cabida?
Todo eso se pone en jaque en la astrología feminista. Las categorías, jerarquías y estrecheces de la astrología clásica o medieval se revisan, para poner en el centro una visión integrada de la persona. Porque ser de un género u otro no implica renunciar a la acción o renunciar a las emociones, de la misma forma que no implica renunciar al liderazgo o renunciar a la solidaridad.
Todas las personas tenemos Luna (emociones), Sol (brillo), Mercurio (pensamiento), Venus (afectos), Marte (acción), Júpiter (ética), Saturno (autoridad), Urano (independencia), Neptuno (sueños) y Plutón (pulsiones). Y la astrología feminista defiende que el desarrollo pleno de una persona implica integrar todas nuestras energías, para alcanzar la vida plena que merecemos.
Además, en la forma en que esté configurada nuestra carta no hay posiciones mejores o peores, de la misma forma que no hay personas peores o mejores. Astrología feminista también es afirmación de la diversidad. De nuestro valor como personas únicas, más allá de los estereotipos.
Os pongo tres ejemplos muy claros de la revisión feminista de la astrología.
Por otro lado, también defendían que la Luna en la carta de un hombre representa a la madre o a la esposa. Entonces, ¿los hombres no tienen un universo íntimo propio? ¿No tienen emociones propias? ¿Son ajenos al mundo del cuidado?
Y así sucede con otros signos, planetas y casas. Dejar a una persona huérfana de algo tan esencial de nuestra naturaleza, sencillamente no es viable en el mundo en el que vivimos hoy. ¡Huele demasiado a astrología medieval! Oye, que para la Edad Media estaba muy bien, pero creo que ya las cosas han cambiado un poquitín muchín.
Por ejemplo, vivimos en un mundo en el que se responsabiliza individualmente a cada persona de lo que está viviendo, incluso si eso implica conflictos que quedan fuera de la elección personal. Pero muchas veces, las soluciones a los problemas individuales están en la unión como fuerza, más que en "rezar al universo" para que nos vaya bien en un contexto de desigualdad social como el que vivimos hoy.
Eso se ve de forma muy clara, por ejemplo, a la hora de interpretar algunas influencias planetarias. Porque la cultura desigual que hemos tragado afecta, y mucho, a la forma en que se expresa nuestra carta astral, o a la forma en que nos afectan los tránsitos planetarios.
Por ejemplo, hay algunos aspectos que en la carta de una mujer se manifiestan como un transtorno alimentario, como una pareja abusiva, o como una renuncia a nuestras necesidades para complacer a otras personas. ¿Por qué? No es porque en esos planetas esté escrito ese destino, sino porque en el mundo en el que vivimos, nuestro género y rol social hace que expresemos esas energías de esa manera.
Tener conciencia de qué tipo de conflictos enfrentamos ayuda a dar en el clavo con asombrosa precisión. Y ayuda, también, a buscar soluciones que vayan más allá; que miren al horizonte de lo compartido.
La astrología clásica y medieval se desarrolló bajo una óptica religiosa; teísta. Eso implicaba que en todas las interpretaciones astrológicas había un fondo de "voluntad divina" ineludible. De destino. En el centro de todo estaba dios. Y en la tierra, el hombre.
De ahí que en aquella época la adivinación cerrara el destino de las personas, asfixiándolas con unas predicciones supuestamente certeras, ante las que no había nada que hacer. "Se va a quemar tu casa", "va a morir tu padre", "te vas a quedar calva" o "vas a ser infeliz", son algunas de las predicciones lapidarias que se lanzaban a las pobres gentes que acudían a consulta. Hoy sabemos que esto no tiene sentido.
Cada energía astrológica se puede manifestar de muchas formas, y nosotras tenemos mucho poder de decisión al respecto. ¿Sufres bullying? No es tu destino: puedes hacer algo para salir de ahí. ¿Sufres acoso? Puedes salir, no es tu destino. ¿Te comprometiste con una pareja violenta? Puedes salir: no es ni tu culpa ni tu destino. Y no tienes que hacerlo sola.
Astrología feminista es también tener derecho a decidir. Saber que podemos ejercer nuestra libertad tomando decisiones que nos acerquen más al presente y al futuro que queremos. Y saber que nunca estamos solas ante eso con lo que estamos lidiando. Porque vivimos juntas en una sociedad, en la que lo personal siempre tiene una dimensión política.
Y estamos juntas. Mirando hacia otros horizontes.
Espero que os haya interesado. Gracias por leer: si tenéis alguna duda me preguntáis sin problema.
Un enorme abrazo chichis!!! 💜
El feminismo es transversal a todas las expresiones de la cultura, y la astrología no se queda atrás. Cualquier campo del saber y cualquier práctica puede revisarse desde el feminismo.
Otra mirada ante la historia
Hay razones para pensar, por cierto, que las primeras astrólogas caldeas eran mujeres. En Babilonia, la cuna de la astrología, las mujeres gozaron durante algunas épocas de una posición social muy interesante, ocupando cargos públicos como eruditas. Eran astrólogas, pero también poetisas y sacerdotisas cuyo trabajo se consideraba fundamental en su civilización.
En la época de la Antigua Grecia y la Antigua Roma todo ese conocimiento se actualizó y adaptó a la forma de vida de aquellas sociedades, que eran eminentemente patriarcales. Y la astrología medieval, en la que se basa gran parte de la astrología actual, es la heredera directa de aquello.
De ahí que muchos conceptos astrológicos que se manejan a día de hoy partan de una mirada bastante patriarcal sobre el mundo. Luego os pongo ejemplos concretos.
La astrología feminista revisa eso, dando al significado de los símbolos y arquetipos astrológicos una perspectiva actual, coherente con la forma que tenemos hoy de entender valores como la igualdad o el libre albedrío.
¿Qué es la astrología feminista?
La astrología feminista es una rama de la astrología humanística: esto es, la astrología más psicológica, práctica, que prefiere mantener los pies en la tierra para buscar respuestas reales a nuestras preguntas más acuciantes.Porque no somos solo seres espirituales, ¿verdad? Los ámbitos más prácticos de la vida nos importan, y mucho. Son la base sobre la que podemos asegurarnos la vida digna que todas las personas merecemos.
La astrología feminista revisa los símbolos y arquetipos astrológicos para actualizar su sentido y acercarlo al mundo en el que vivimos todas. Puesto que la astrología es un lenguaje, podemos hacerlo de forma rigurosa sin alterar su función.
Es decir: aplicar el feminismo a la astrología es un valor añadido, que en ningún caso supone renunciar a la precisión o a las funciones propias de este maravilloso lenguaje.
¿Qué tipo de temas astrológicos revisa el feminismo?
¿Alguna vez habéis oído hablar de planetas o signos masculinos y femeninos, para referirse a planetas o signos activos o pasivos? ¿Habéis oído hablar de que desarrollar nuestro Sol natal es más importante que desarrollar nuestra Luna? ¿O de que el desarrollo vital está más en la acción hacia los objetivos que en la gestión saludable de nuestras emociones y de nuestros lazos afectivos?¿Habéis oído alguna vez hablar del destino como algo que nos sucede de forma determinista, dejando a un lado nuestra capacidad de decisión? ¿O que un planeta "está en una posición mala", sencillamente porque en los estereotipos tradicionales no tiene cabida?
Todo eso se pone en jaque en la astrología feminista. Las categorías, jerarquías y estrecheces de la astrología clásica o medieval se revisan, para poner en el centro una visión integrada de la persona. Porque ser de un género u otro no implica renunciar a la acción o renunciar a las emociones, de la misma forma que no implica renunciar al liderazgo o renunciar a la solidaridad.
Todas las personas tenemos Luna (emociones), Sol (brillo), Mercurio (pensamiento), Venus (afectos), Marte (acción), Júpiter (ética), Saturno (autoridad), Urano (independencia), Neptuno (sueños) y Plutón (pulsiones). Y la astrología feminista defiende que el desarrollo pleno de una persona implica integrar todas nuestras energías, para alcanzar la vida plena que merecemos.
Además, en la forma en que esté configurada nuestra carta no hay posiciones mejores o peores, de la misma forma que no hay personas peores o mejores. Astrología feminista también es afirmación de la diversidad. De nuestro valor como personas únicas, más allá de los estereotipos.
Os pongo tres ejemplos muy claros de la revisión feminista de la astrología.
1. Sol y Luna bajo la óptica feminista
Cuando empecé a leer astrología, encontré algunos textos que me dejaban huérfana de Sol. Por ejemplo, defendían que el Sol en la carta astral de una mujer representa al padre o al esposo. ¿Entonces, las mujeres no tenemos entidad propia? ¿No tenemos un centro de nuestro ser propio?Por otro lado, también defendían que la Luna en la carta de un hombre representa a la madre o a la esposa. Entonces, ¿los hombres no tienen un universo íntimo propio? ¿No tienen emociones propias? ¿Son ajenos al mundo del cuidado?
Y así sucede con otros signos, planetas y casas. Dejar a una persona huérfana de algo tan esencial de nuestra naturaleza, sencillamente no es viable en el mundo en el que vivimos hoy. ¡Huele demasiado a astrología medieval! Oye, que para la Edad Media estaba muy bien, pero creo que ya las cosas han cambiado un poquitín muchín.
2. Conciencia de los tiempos que corren
Aplicar la perspectiva feminista a la astrología también implica conocer cómo afecta el mundo patriarcal a la vida de las personas, para tratar de aligerar y transformar esa carga.Por ejemplo, vivimos en un mundo en el que se responsabiliza individualmente a cada persona de lo que está viviendo, incluso si eso implica conflictos que quedan fuera de la elección personal. Pero muchas veces, las soluciones a los problemas individuales están en la unión como fuerza, más que en "rezar al universo" para que nos vaya bien en un contexto de desigualdad social como el que vivimos hoy.
Eso se ve de forma muy clara, por ejemplo, a la hora de interpretar algunas influencias planetarias. Porque la cultura desigual que hemos tragado afecta, y mucho, a la forma en que se expresa nuestra carta astral, o a la forma en que nos afectan los tránsitos planetarios.
Por ejemplo, hay algunos aspectos que en la carta de una mujer se manifiestan como un transtorno alimentario, como una pareja abusiva, o como una renuncia a nuestras necesidades para complacer a otras personas. ¿Por qué? No es porque en esos planetas esté escrito ese destino, sino porque en el mundo en el que vivimos, nuestro género y rol social hace que expresemos esas energías de esa manera.
Tener conciencia de qué tipo de conflictos enfrentamos ayuda a dar en el clavo con asombrosa precisión. Y ayuda, también, a buscar soluciones que vayan más allá; que miren al horizonte de lo compartido.
3. La libertad
Y el último ejemplo del que os hablo, es la forma de entender el destino y la libertad.La astrología clásica y medieval se desarrolló bajo una óptica religiosa; teísta. Eso implicaba que en todas las interpretaciones astrológicas había un fondo de "voluntad divina" ineludible. De destino. En el centro de todo estaba dios. Y en la tierra, el hombre.
De ahí que en aquella época la adivinación cerrara el destino de las personas, asfixiándolas con unas predicciones supuestamente certeras, ante las que no había nada que hacer. "Se va a quemar tu casa", "va a morir tu padre", "te vas a quedar calva" o "vas a ser infeliz", son algunas de las predicciones lapidarias que se lanzaban a las pobres gentes que acudían a consulta. Hoy sabemos que esto no tiene sentido.
Cada energía astrológica se puede manifestar de muchas formas, y nosotras tenemos mucho poder de decisión al respecto. ¿Sufres bullying? No es tu destino: puedes hacer algo para salir de ahí. ¿Sufres acoso? Puedes salir, no es tu destino. ¿Te comprometiste con una pareja violenta? Puedes salir: no es ni tu culpa ni tu destino. Y no tienes que hacerlo sola.
Astrología feminista es también tener derecho a decidir. Saber que podemos ejercer nuestra libertad tomando decisiones que nos acerquen más al presente y al futuro que queremos. Y saber que nunca estamos solas ante eso con lo que estamos lidiando. Porque vivimos juntas en una sociedad, en la que lo personal siempre tiene una dimensión política.
Y estamos juntas. Mirando hacia otros horizontes.
Espero que os haya interesado. Gracias por leer: si tenéis alguna duda me preguntáis sin problema.
Un enorme abrazo chichis!!! 💜
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Me gusta mucho tu contenido Ava, pero el ejemplo tres no tiene realmente nada que ver con feminismo.
ResponderEliminarEl contraste entre el determinismo de la astrología medieval con respecto a la astrología moderna no tiene relación alguna con la emancipación de la mujer.
Si bien los tiempos antiguos eran profundamente machistas y patriarcales, en este caso es importante notar que correlación no implica causalidad.
La astrología moderna en ese aspecto genera más bien una emancipación del ser humano en general.
Es humanista, no feminista.
PD: Me llama mucho la atención que siendo esto "astrología feminista" se escriba todo con pronombres y adjetivos exclusivamente femeninos en lugar de implementar algún tipo de lenguaje inclusivo, o el uso de la "x" para denominar neutralidad en el género de la palabra.
Creo que esto es más bien astrología para mujeres y punto.
No obstante y sin ser mujer, seguiré leyendo el contenido que haces ya que fuera de estas cuestiones un tanto confusas, tu interpretación de la astrología me parece espectacular.
Saludos!
veamos anónimo: ni michisti ni fiministi...yo humanista!!! Un mansplaining de libro.
EliminarGracias Ava por tu buen hacer profesional y feminista. Es un lujo poder leer tus explicaciones y tanto conocimiento que aportas. Soy astróloga feminista pero aun no tengo el coraje para expresarlo así, de hecho trabajo con un álter ego. Enhorabuena y gracias por tu trabajo de visibilización de la sabiduría de las mujeres. Nos falta la mitad de la historía...de la humanidad. Gracias!!