Hola chichis!!! Tened en cuenta que sea cual sea vuesto signo, ¡aquí no estoy hablando de personas! Vamos a hablar del arquetipo, que siempre se expresa de forma matizada y compleja en una carta astral. Dicho esto, ¡vamos a ello!
El Sol transita por Piscis del 19 de febrero hasta el 20 de marzo, dando paso del invierno a la primavera. Sus regentes son Neptuno y Júpiter, y su signo opuesto, Virgo.
En Piscis, el elemento Agua se expresa con una cualidad mutable. Es decir: las características propias del elemento Agua (la adaptación, la flexibilidad, la gravedad, la fluidez, la concentración, la disolución, la regulación de la vida, la reacción, las emociones) se expresan en forma de cambio, flexibilidad, adaptación, apertura, permeabilidad, fluidez, desapego, exploración, cuestionamientos y deseos de trascender límites, explorar e integrar nuevas experiencias.
Piscis es el último signo del zodíaco, y por tanto es el signo que mejor expresa la disolución: una propiedad del elemento Agua que, en el caso de Piscis, se manifiesta de forma extrema, ya que es mutable y, por tanto, flexible y adaptable. Disolución de barreras, de límites, de miedos, de prudencia, y también disolución de emociones, de vida, del cuerpo. Es el signo que desmaterializa y trasciende.
Piscis no tiene coraza: no se defiende a sí mismo tras las barreras protectoras de Saturno. Se deja llevar por la inercia, dejándose penetrar por todo tipo de experiencias. Es poroso.
En consecuencia, la vida de las personas con mucha energía de Piscis en su carta es cambiante, y puede alternar etapas de gran ambición con etapas muy escapistas, sorprendiendo a las personas que tiene alrededor.
Por ejemplo, podría ser una empresaria que, después de haber estudiado Economía porque su familia introdujo en ella ese propósito, y después de haber llegado a ser la directora de su empresa, porque allí todas deseaban eso, se cruza con una persona bohemia y decide irse súbitamente a la India, a buscarse a sí misma y a aprender a tocar el sitar.
Como Piscis tiende a mimetizarse con su entorno, las personas muy influenciadas por este signo pueden vivir muchos falsos comienzos tratando de adaptarse a las demás, o bien sentirse atrapadas o insatisfechas en una vida demasiado pequeña; demasiado cotidiana (de hecho, Piscis también rige instituciones de reclusión, como cárceles, centros psiquiátricos o conventos, por ejemplo).
En consecuencia, tarde o temprano buscarán romper moldes para liberarse. Cuando no pueden sostener más la máscara de seriedad y convencionalismo que les ha puesto el mundo, huyen buscando nuevas personas, nuevos contextos, y nuevos estímulos.
A lo largo del tiempo, tantas rupturas de formas de vida angostas pueden cargar a las espaldas de las personas muy piscianas cierta frustración por haber abandonado compromisos, generando incluso desconfianza hacia sí mismas. Sin embargo, en ello reside su libertad: en la necesidad de aventurarse, de viajar más allá, de experimentar una riqueza de experiencias.
Muchas personas con un gran peso de Piscis en su carta viven alguna dependencia singular (de personas, cosas, sustancias, actividades, viajes...), porque buscan algo que canalice el flujo laberíntico de estímulos que experimentan, evadiéndose de lo cotidiano.
Además, su propia confusión y su gran sensibilidad puede llevarles a estados alterados de conciencia, miedos o sensaciones de exaltación que pueden paralizarles durante algún tiempo.
Puesto que es tan susceptible y sugestionable, Piscis también se relaciona con pérdidas y engaños.
Pero su adaptabilidad tiene cosas maravillosas: en su recorrido laberíntico, Piscis descubre grandes experiencias extracotidianas que lo inspiran. Es un signo que vive lo trascendente.
Por ejemplo, la música es una de las expresiones más hermosas del signo de Piscis, porque sostiene ordenadamente sus emociones dejándolas fluir, mientras que, además, invita a la experiencia sublime o trascendente que lo caracteriza.
Otra forma de evasión y trascendencia que suelen encontrar las personas con un gran peso de Piscis en su carta son los viajes. Trascender las fronteras del mundo, empaparse de personas que piensan, sienten y actúan de forma diferente.
Piscis se manifiesta tanto invitándonos a tocar fondo, como a elevarnos a lo más alto sintiendo una mística fusión con el cosmos. Como Piscis disuelve barreras y formas, es un signo que nos permite integrar con muchísima apertura los contrarios.
Un abrazo chichis!!!
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El Sol transita por Piscis del 19 de febrero hasta el 20 de marzo, dando paso del invierno a la primavera. Sus regentes son Neptuno y Júpiter, y su signo opuesto, Virgo.
En Piscis, el elemento Agua se expresa con una cualidad mutable. Es decir: las características propias del elemento Agua (la adaptación, la flexibilidad, la gravedad, la fluidez, la concentración, la disolución, la regulación de la vida, la reacción, las emociones) se expresan en forma de cambio, flexibilidad, adaptación, apertura, permeabilidad, fluidez, desapego, exploración, cuestionamientos y deseos de trascender límites, explorar e integrar nuevas experiencias.
Piscis: el agua no tiene forma
El elemento Agua expresándose de forma mutable es el agua que atraviesa todos sus ciclos, cambiando de forma: el agua que se hace vapor y vuelve a condensarse en forma de lluvia, el agua viajera del océano profundo, a la que no se puede delimitar, porque está en constante movimiento, y el agua que adopta los colores de lo que la rodea. Es el agua que refleja, que es gota, masa oceánica y bruma, y que escapa a toda definición. El agua en su totalidad.Piscis es el último signo del zodíaco, y por tanto es el signo que mejor expresa la disolución: una propiedad del elemento Agua que, en el caso de Piscis, se manifiesta de forma extrema, ya que es mutable y, por tanto, flexible y adaptable. Disolución de barreras, de límites, de miedos, de prudencia, y también disolución de emociones, de vida, del cuerpo. Es el signo que desmaterializa y trasciende.
A donde lleve la corriente
Piscis trasciende el sentido de la propia identidad para mezclarse con las emociones, acciones y propósitos de otras personas: su energía es tan empática como mimética. Piscis es camaleónico: trasvasa límites, y se diluye con lo que lo rodea. De ahí su tendencia a la entrega y al sacrificio.Piscis no tiene coraza: no se defiende a sí mismo tras las barreras protectoras de Saturno. Se deja llevar por la inercia, dejándose penetrar por todo tipo de experiencias. Es poroso.
En consecuencia, la vida de las personas con mucha energía de Piscis en su carta es cambiante, y puede alternar etapas de gran ambición con etapas muy escapistas, sorprendiendo a las personas que tiene alrededor.
Por ejemplo, podría ser una empresaria que, después de haber estudiado Economía porque su familia introdujo en ella ese propósito, y después de haber llegado a ser la directora de su empresa, porque allí todas deseaban eso, se cruza con una persona bohemia y decide irse súbitamente a la India, a buscarse a sí misma y a aprender a tocar el sitar.
La libertad de la renuncia
¿Qué identifica al signo? Sobre todo, su incontinencia: nada ni nadie puede contener su continuo flujo interno. Sus aguas rebasan por encima de cualquier compromiso y de cualquier apego.Como Piscis tiende a mimetizarse con su entorno, las personas muy influenciadas por este signo pueden vivir muchos falsos comienzos tratando de adaptarse a las demás, o bien sentirse atrapadas o insatisfechas en una vida demasiado pequeña; demasiado cotidiana (de hecho, Piscis también rige instituciones de reclusión, como cárceles, centros psiquiátricos o conventos, por ejemplo).
En consecuencia, tarde o temprano buscarán romper moldes para liberarse. Cuando no pueden sostener más la máscara de seriedad y convencionalismo que les ha puesto el mundo, huyen buscando nuevas personas, nuevos contextos, y nuevos estímulos.
A lo largo del tiempo, tantas rupturas de formas de vida angostas pueden cargar a las espaldas de las personas muy piscianas cierta frustración por haber abandonado compromisos, generando incluso desconfianza hacia sí mismas. Sin embargo, en ello reside su libertad: en la necesidad de aventurarse, de viajar más allá, de experimentar una riqueza de experiencias.
Se hace camino al andar
El viaje de Piscis es perderse. Comprender que no hay caminos hechos, y satisfacer su enorme necesidad de ir más allá de una forma amigable con las necesidades prácticas de la vida.Muchas personas con un gran peso de Piscis en su carta viven alguna dependencia singular (de personas, cosas, sustancias, actividades, viajes...), porque buscan algo que canalice el flujo laberíntico de estímulos que experimentan, evadiéndose de lo cotidiano.
Además, su propia confusión y su gran sensibilidad puede llevarles a estados alterados de conciencia, miedos o sensaciones de exaltación que pueden paralizarles durante algún tiempo.
Puesto que es tan susceptible y sugestionable, Piscis también se relaciona con pérdidas y engaños.
Pero su adaptabilidad tiene cosas maravillosas: en su recorrido laberíntico, Piscis descubre grandes experiencias extracotidianas que lo inspiran. Es un signo que vive lo trascendente.
Inspiración sublime
Piscis es probablemente el signo más perceptivo y sensible del zodíaco. Y, con un toque a tierra, puede ser un signo sumamente creativo.Por ejemplo, la música es una de las expresiones más hermosas del signo de Piscis, porque sostiene ordenadamente sus emociones dejándolas fluir, mientras que, además, invita a la experiencia sublime o trascendente que lo caracteriza.
Otra forma de evasión y trascendencia que suelen encontrar las personas con un gran peso de Piscis en su carta son los viajes. Trascender las fronteras del mundo, empaparse de personas que piensan, sienten y actúan de forma diferente.
Más allá de los moldes
Piscis invita a aprender de las épocas más confusas y sacar de ello un viaje, más que introspectivo, meditativo. Busca qué hay más allá del yo, pero sobre todo busca qué hay más allá del mundo aparente. Por eso se ha asociado al misticismo y a prácticas como la meditación o el yoga.Piscis se manifiesta tanto invitándonos a tocar fondo, como a elevarnos a lo más alto sintiendo una mística fusión con el cosmos. Como Piscis disuelve barreras y formas, es un signo que nos permite integrar con muchísima apertura los contrarios.
Piscis enseña que el vacío está lleno; que la renuncia es un éxito; que la abundancia es pobreza; que lo sórdido es espiritual. Y muchas cosas semejantes. Nos lleva a aventurarnos más allá de nuestros moldes mentales.
Si queréis consultar otros signos, podéis hacerlo aquí. Si queréis seguir aprendiendo cosas del abecedario astrológico, podéis hacerlo aquí. ¡Preguntadme lo que queráis!Un abrazo chichis!!!
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Buenas, como critica constructiva, lo que le dedicaste a piscis en comparacion a su complemente, se nota la subjetivdad, casi te diria que alabas a virgo y a piscis lo tiras para abajo, solamente te lo comparto para que veas por que tu subjetividad no puede ser parcial con estos dos arquetipos, la balanza se inclina para un lado muy claro.
ResponderEliminarGracias
Hola, Manu! Eso ocurre porque cada vez que el Sol entra en un signo desarrollo un poco más el texto de cada arquetipo. Y el de Piscis no lo sigo trabajando desde febrero, pero llegará el momento. Yo tengo la Luna en Piscis, y amo este arquetipo! Un abrazo grande!
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