Libra: comprendiendo el arquetipo

Hola chichis!!! Vamos a hablar de Libra, el signo que siempre anhela la paz, el equilibrio y la belleza. No en vano, su regente es Venus, y su signo opuesto, Aries. Libra ama la armonía! Y hará lo que haga falta para encontrar en todo un saludable punto medio. Tened en cuenta que aquí no estoy hablando de personas: al fin y al cabo, nadie es "Libra" sin más, y todas tenemos un poco de este signo en nuestra carta natal.

Del equinoccio a la balanza

Tiene sentido que cuando el Sol llega al punto de equinoccio dé comienzo la temporada Libra. Equinoccio significa "día igual", y el un momento del año en el que existe más balance entre las horas de día y de noche, en todas partes del mundo. La naturaleza se equilibra y se templa, dando comienzo al otoño en el Hemisferio Norte, y a la primavera en el Hemisferio Sur.

 

El equinoccio de Libra sucede el 22 ó 23 de septiembre, cuando el Sol entra en el signo. Numerosas civilizaciones antiguas festejaron este momento como un triunfo de la civilización agraria, ubicando en este momento del año celebraciones de la cosecha y la abundancia. ¡De ahí que Venus sea el regente de Libra! 

 

Tradiciones y ritos del equinoccio de Libra

Ya sabéis que, en gran medida, los arquetipos de los signos se basan en la observación de la naturaleza que hicieron las antiguas poblaciones del Hemisferio Norte, donde, en este momento del año, la abundancia de cereales y frutos tras todo un verano de trabajo y maduración favorecía el intercambio mercantil, y la elaboración de bienes a partir de la abundante materia prima. 

 

En la Antigua Roma celebraban las fiestas dionisíacas, en las que sacaban a relucir vinos del año anterior, mientras las poblaciones procesaban las nuevas uvas. Las poblaciones celtas celebraban el Haleg-Monath, en el que agradecían los frutos de la naturaleza ofreciendo obsequios a los árboles sagrados. 

 

En China celebraban la cosecha del arroz en una celebración conocida como Chung Chiu. Las comunidades judías, el Succot, también conocida como la "fiesta de los tabernáculos", en la que daban la bienvenida al otoño. También las comunidades galesas celebraban el Mabon, para agradecer a la Tierra su generosidad. Y en México, cada equinoccio, la "serpiente emplumada" visita el templo maya de Chichen Itzá. 

 

El intercambio justo como garantía de bien común

Miremos a donde miremos, los equinoccios son un momento mágico en el que la Tierra se abre a lo sagrado. En el que el misterio de los ciclos naturales culmina de alguna forma, logrando la perfección y el equilibrio. No hay que olvidar que, si el año astrológico comienza en el equinoccio de Aries, en el equinoccio de Libra vivimos la culminación del año astrológico; su mitad.

Por eso Libra es el signo de la abundancia, y cómo de ella surge todo lo que asociamos a la vida en sociedad y a la civilización. Es el signo del comercio, de la negociación y la sofisticación. Pero también se relaciona con la justicia.

Venus, en este signo, sitúa la abundancia en el arte de sociabilizar. Tú me das uvas, yo te doy trigo. Yo hago vino, tú haces pan. Y lo que era riqueza de unas personas se distribuye, para que toda la comunidad pueda prepararse para la próxima estación, disfrutando de una variada riqueza.

 

Como sucede con todos los signos que dan inicio a una estación, Libra es un signo cardinal. ¿Cómo es un signo cardinal de Aire?  

¿Cómo avanza el Aire?

En Libra, el elemento Aire se expresa con una cualidad cardinal. Es decir: las características propias del elemento Aire (lo incontenible, la trascendencia de barreras, la tendencia a la expansión y a la ascensión, la dispersión, la rapidez, la comunicación, la relación, el pensamiento) se expresan en forma de inicio, impacto en el orden previo, iniciativa, anhelo por algo distinto, sentido de propósito, y la lucha por avanzar en una dirección para la que no hay caminos hechos.

El elemento Aire no parece, en principio, muy afín a las ambiciones propias de la cualidad cardinal, porque el aire se disipa y adapta. Pero esto es lo que hace al signo de Libra tan interesante, porque expresa las características del elemento Aire con un propósito bien definido: 

Entrar en relación con otras personas y sostener un apoyo social que permita la prosperidad y el bien común.

Es un signo que sabe ganar influencias y usarlas a su favor, pero también es igualmente influenciable. Puesto que su propósito es establecer relaciones de tú a tú, las opiniones de otras personas pueden llegar a tener mucho peso en su propio pensamiento.

Ecuanimidad y templanza

Libra es un signo para el que la independencia no existe: sabe que todas las personas dependemos unas de otras. Y acepta el rol de las demás en la propia vida. Por eso es el signo más propenso a la negociación. Es hábil como intermediario, y es capaz de convencer de que alguien tiene que ceder si queremos entendernos. Porque ese es su propósito: que las personas se entiendan para que puedan convivir.

De ahí que sea un signo asociado a la política, a la diplomacia y a las relaciones públicas, por ejemplo. Conoce a la perfección cómo persuadir. Cómo agradar.

Y es esta voluntad de agradar para persuadir lo que hace de Libra un signo muy consciente del valor estético de las cosas. Sabe que las apariencias importan, y por tanto no solo cuida su propio aspecto y sus formas cuando está en público, sino que también es muy hábil en captar las de otras personas. Y no tolerará la rudeza o la desconsideración.

 

Diseño, artes y belleza

Esta tendencia hace de Libra un signo muy sensible, pero no tanto a nivel emocional, sino sensible a la hora de sacar conclusiones de lo que hay a su alrededor. ¡No olvidemos que es un signo de Aire! Por eso, también, Libra rige las artes. No en el sentido plástico y sensorial que tienen las artes para el signo Tauro (ambos están regidos por Venus), sino en un sentido más conceptual.

Por eso, la creatividad de Libra siempre se desarrolla de cara al público: no busca expresar sus propias percepciones, sino asuntos que afectan a relaciones de personas. Como, por ejemplo, el diseño, que busca establecer una relación positiva entre el público y un concepto. Libra diseña el empaquetado de algo para hacerlo atractivo. ¡Es un signo muy hábil para la publicidad!

Compartir, colaborar, acordar

Por el hecho de enfocar su energía cardinal en las relaciones, y en la comunicación persuasiva, Libra también sabe establecer hábilmente protocolos o procesos para construir relaciones positivas basadas en el entendimiento mutuo y la colaboración. Y para ello, no duda en poner en juego un acertado protocolo en el que el esatus es importante. De ahí que se haya considerado tanto un signo hábil para los negocios y la economía (que al fin y al cabo son intercambios), como para el romanticismo.

La forma en la que siempre solemos comprender a Libra es a través de las relaciones duraderas. Pero no en el sentido seductor de Leo, ni en el sentido más visceral de Escorpio. Las relaciones de Libra son relaciones meditadas, decididas. 

 

Con perspectivas de formar un buen equipo que funcione a nivel social, económico y formal, en el que haya también un empaquetado bello y agradable. Como por ejemplo el matrimonio y los noviazgos. Pero también relaciones profesionales, o relaciones interpersonales en las que exista un acuerdo y un marco convenido.

Como véis, Libra no es solo el signo del amor formal y duradero. Es el signo que rije todas las relaciones y comunicaciones políticas, económicas y sociales cargadas de propósito. Aunque sea un signo que siempre tiene puesto el foco en otras personas, ejerce su poder con la flexibilidad y apertura propias del Aire.

Y, como todo signo cardinal, Libra abre caminos importantes a nivel social: la negociación de un tratado de paz, por ejemplo, ¡nos cambia la vida! Y no hay duda de que esa negociación requirió unas formas corteses, agradables (equilibradas) y hermosas propias de Libra.

Es un signo perfectamente consciente de la proporción y la adecuación. Es sumamente sociable, pero no necesariamente porque disfrute de las relaciones. Sino porque comprende que relacionarse adecuadamente es fundamental para llegar a donde se ha propuesto. Y, como en todo signo cardinal, ¡su propósito prima sobre todo lo demás!

Un abrazo, chichis!!!

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