Algunas claves para comprender a Leo
El Sol pasa por Leo desde el 23 de julio hasta el 23 de agosto: el tiempo de la consolidación del verano en el Hemisferio Norte. Si pensamos en el verano, esa época de alegría, vacaciones, diversión, playa, sol, juego amoroso... ya tenemos mucho comprendido sobre este signo Leo. También nos puede ayudar a comprenderlo considerar que su regente es el Sol, y su signo opuesto, Acuario.Además, en Leo, el elemento Fuego se expresa con una cualidad fija. Es decir: las características propias del elemento Fuego (el calor, la energía, el dinamismo, la actividad, la tendencia a ascender y expandirse) se expresan en forma de persistencia, consolidación, estabilidad, profundización, conservación, reafirmación, honestidad y apego.
Como véis, el Fuego no parece, en principio, muy afín a la cualidad fija. Pero es esta contradicción lo que hace de Leo un signo tan amado y odiado. En realidad, forma parte de todas nosotras, así que debemos entenderlo sin emitir juicio, porque todos los signos tienen sus luces y sus sombras.
De buscar protagonismo a buscarse a una misma
Leo es fijo, y por tanto concentra, alimenta y conserva una enorme cantidad de energía y confianza dentro de sí (propias del Fuego) que utiliza para consolidar lo que es. El Sol es el planeta que rige a Leo, así que no es de extrañar que en Leo haya siempre un deseo por explorar la identidad personal y trabajar en ella, buscando además cierto reconocimiento a esa labor.Si lo pensamos bien, cuando el Sol sale por el horizonte cada mañana, borra a todas las demás estrellas. Y eso tiene que ver con el famoso afán de protagonismo de Leo, un signo que se encuentra muy cómodo siendo el centro de atención, exponiéndose, y que trata de proyectar su fogoso calor allá a donde va.
De ahí que uno de los principales retos del signo de Leo sea asumir, a través de las experiencias, que no todo el mundo va a estar dispuesto a aplaudir en toda ocasión. Y eso mueve a las personas con mucho Leo en su carta a trabajar en sí mismas mucho más, hasta lograr una percepción de sí mismas que no dependa de la aprobación y adoración ajena.
La evolución de Leo
El trabajo de esa zona Leo de nuestra carta natal es superar el dolor infantil que tenemos todas las personas al darnos cuenta de que somos una más (algo propio de Acuario, su signo opuesto), y no aquella versión idealizada que habíamos tenido de nosotras mismas. Superar un sentido narcisista de quién creemos que debemos ser, para permitirnos descubrir quién somos en realidad, más allá de todas las imágenes que teníamos de quién debíamos ser.En ese sentido, el trabajo de maduración de Leo y el Sol es fundamental para conquistar la madurez, además de un sentido fuerte de verdadera dignidad, cultivando el respeto hacia nosotras mismas y reconociendo nuestro derecho a ser genuinas. ¿Quién soy, más allá de mi imagen ideal? Una vez que indaga en eso, Leo orienta el deseo del Fuego a lo que ya es. Se desea tal y como es: se acepta. Y en ese sentido, emana fuerza y autoconfianza.
La vitalidad creativa
Leo es el signo más vitalista de toda la carta: irradia energía, pero de una forma estable. Su fuego tiene que ver con las ganas de participar en la vida, de entrar en juego, de implicarse en lo que le rodea de una forma personal en la que pueda disfrutar de su propia naturaleza. Como apasionado signo de Fuego y de modalidad fija, Leo es un signo con capacidad para sostener en el tiempo y expresar vivencias de forma creativa.Es un signo tan vitalista, que ese excedente de vitalidad tiende a materializarse en obras creativas, a las que impregna de vida, y de su propio carácter.
Por eso, por ejemplo, Leo se asocia a las artes escénicas. Una artista siempre debe tener un punto de vanidad que le permita disfrutar de mostrarse, de darse a su público. Y Leo propicia la honestidad necesaria para abrirnos el alma y dejar a otras personas que echen un vistazo.
Sostener emociones en escena, por ejemplo, es algo que hacen con sumo placer actrices y actores. Ya sea una actriz que llora una extraordinaria tragedia, o una actriz que encarna la más profunda desesperación en el escenario, ahí dentro hay algo vibrando, disfrutando del juego artístico de dejarse empapar de vida y jugar con sus transformaciones.
Una actriz que llora o se desespera en escena se sabe a salvo. Sabe que esas emociones son un juego creativo.
Como Leo es un signo fijo, a pesar de las intensidades con que pueda vivir y expresar las cosas, ahí dentro hay un corazón estable, confiable, que se siente seguro. Leo es eso: nos permite explorar y expresar la vida en todas sus facetas, desde un corazón tranquilo y cálido que brilla.
Leo habla de disfrutar la vida en todas sus experiencias, como un juego; como cuando las niñas pequeñas juegan a que son gatos o a que son astronautas. Leo disfruta y, como todos los signos fijos, se regodea en algo: en este caso, ¡se regodea en la vida! Le saca partido, la encarna, la explora, la muestra como si fuera su propio patrimonio personal, con fascinación.
La generosidad cimienta el liderazgo
Leo, en su etapa narcisista o inmadura, en la que no se ha aceptado la identidad auténtica de nuestro ser, puede expresarse como juicio: un juicio que se aplica tanto a nosotras mismas como a las demás, emanando una voluntad de autoridad un tanto tiránica que puede quemar a las personas que nos rodean.Pero cuando la energía solar de Leo se expresa de forma madura, se convierte de forma natural en generosidad, de la misma forma que una actriz debe ser generosa y escuchar a us compañeras de escena para que la obra teatral siga adelante. Tras el trabajo de autoaceptación que tiene por delante este signo, Leo puede ver el brillo de otras personas, reconociendo la dignidad intrínseca de cualquier vida.
Como signo fijo, Leo es un signo honesto y leal, que tiende a reafirmarse a sí mismo respetando un criterio propio. Y eso puede hacer que otras personas se sientan seguras y apoyadas: respetadas. De ahí que sea un signo tradicionalmente asociado al liderazgo y a la justicia.
Las personas con mucho Leo en su carta tienden a fortalecer su posición, pero tienden a dar a las demás personas un lugar; un lugar que respetan.
Mientras no se cuestione su estabilidad, sus valores, o su sentido de autoridad, garantizará una atmósfera segura y dinámica en la que la vida puede crecer a sus anchas. Leo es ese fuego estable y controlado del hogar, que da calor a todas las habitantes de la casa y alienta a la vida, permitiendo a todas las personas expresarse tal y como son.
Por ejemplo, si sentimos tedio o inapetencia, o estamos en una época un tanto saturnina o cenicienta, rescatar la zona Leo de nuestra carta natal (y la zona de nuestro Sol) puede llenarnos de luz y de ganas de entrar en juego. Ahí encontramos una fuente inagotable de ganas de vivir; de motivación.
Gracias por leer hasta aquí, chichis!!!
Un gran abrazo!!!
Hola! Para una cuadratura con saturno en sagitario, también vale, rescatar la zona leo? Muchas gracias!!!
ResponderEliminarHola, Ale! Lo siento, no entiendo a qué te refieres :)
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