Si no lo habéis hecho ya, os recomiendo que antes de leer sobre las casas astrológicas consultéis la división de la carta astral en hemisferios y cuadrantes. Os ayudarán mucho a comprender el motivo por el que cada casa significa lo que significa, y a comprender la astrología de forma crítica y completa.
¿Qué representan las casas astrológicas? Ámbitos de nuestra vida. Al relacionar todas las casas como un viaje de desarrollo personal, integramos el significado de esos ámbitos de la vida en un todo, relacionándolos para comprender su importancia. Dicho esto, ¡vamos con ellas!
Dentro de cada cuadrante astrológico hay tres casas. La primera casa de cada cuadrante es angular. La segunda, sucedente. Y la tercera cadente.
Casas angulares
La primera casa de cada cuadrante es una casa angular, porque sigue a un ángulo o cúspide: al estar asociadas a las cúspides de nuestra carta, las casas angulares representan importantes sectores de la vida, que nos fundamentan y definen. Por eso son casas que se asocian a los cimientos de nuestro carácter. Y por tanto son afines a los signos cardinales.Son casas de inicios, en las que empezamos a ocuparnos del significado del cuadrante en el que están. Lo veréis más claro así:
La casa 1: asociada al Ascendente, indica inicios en relación al primer cuadrante, que tiene que ver con la identidad personal. Es afín a la energía del signo cardinal de fuego, Aries. Es el ámbito de nuestra penetración en el mundo, y comprende la forma que tenemos de presentarnos, de afirmarnos a nosotras mismas y de luchar por lo que queremos. También indica la manera en que iniciamos procesos personales, nuestros deseos y nuestra acción por satisfacerlos. Es la casa de "yo, primero", y también es la casa de la competitividad.
La casa 4: asociada al Fondo del Cielo, indica inicios en relación al segundo cuadrante, que tiene que ver con la integración de la identidad personal en el entorno. Es afín a la energía del signo cardinal de agua, Cáncer. Es el ámbito de nuestras raíces, nuestro sentido de pertenencia, nuestro grupo familiar, nuestro hogar, nuestra alimentación; nuestras emociones, necesidades y anhelos más íntimos.
La casa 7: asociada al Descendente, indica inicios en relación al tercer cuadrante, que tiene que ver con las relaciones y el ámbito social. Es afín a la energía del signo cardinal de Aire, Libra. Es el ámbito de la otra, en el que entramos en relación: parejas, oponentes, audiencias... como casa opuesta a la 1, es el ámbito en el que lo que deseamos solo puede conseguirse a través de la otra persona, y esta, a su vez, solo puede cumplir sus deseos a través de nosotras. Por eso también es la casa de la diplomacia y la negociación.
La casa 10: asociada al Medio Cielo, indica inicios en relación al cuarto cuadrante, que tiene que ver con la madurez y con la integración de lo social en algo mayor. Es afín a la energía del signo cardinal de tierra, Capricornio. En oposición a la casa 4, es el ámbito de las metas, la vida pública, los objetivos, las ambiciones, la vocación, la sociedad en sentido amplio y nuestro rol en ella.
Como véis, las casas angulares empiezan procesos de cada cuadrante, pero constituyen en sí mismas un proceso conjunto de inicios que comienza con la energía cardinal de fuego en la casa 1 (asociada al Yo Deseo), sigue con la energía cardinal de agua en la casa 4 (asociada al Yo Percibo el entorno), se desarrolla con la energía cardinal de Aire en casa 7 (asociada al Nosotras Queremos) y se empieza a materializar con la energía cardinal de tierra en casa 10 (asociada al Nosotras Percibimos el mundo).
Casas sucedentes
La segunda casa de cada cuadrante es sucedente, porque sigue a la casa marcada por la cúspide. Es la casa en la que se desarrolla lo iniciado en la casa angular. Las casas sucedentes son afines a los signos fijos.La casa 2: indica el máximo desarrollo del primer cuadrante, que tiene que ver con la identidad personal. Es afín a la energía del signo fijo de tierra, Tauro. Es el ámbito de la sensualidad como disfrute de nuestro propio cuerpo, y el ámbito de nuestro cuerpo como fuente de satisfacción y gusto de estar viva. También es el ámbito de nuestros talentos y posesiones materiales.
La casa 5: indica el máximo desarrollo del segundo cuadrante, que tiene que ver con la integración de la identidad personal en el entorno. Es afín a la energía del signo fijo de fuego, Leo. Es el ámbito en el que nos expresamos a nosotras mismas y nos proyectamos en el entorno, y por tanto es la casa de la creatividad artística, los hijos, la autoestima y el liderazgo. Es la casa de lo que nos gusta y disfrutamos, en la que nos proyectamos para conquistar a otros. Por eso es también la casa del romance.
La casa 8: indica el máximo desarrollo del tercer cuadrante, que tiene que ver con las relaciones y el ámbito social. Es afín a la energía del signo fijo de agua, Escorpio. En oposición a la casa 2, es el ámbito de lo que tiene otra, del cuerpo de la otra y de sus posesiones y talentos. Como tal, es la casa de la sexualidad, de la muerte (solo conocemos la muerte cuando le toca a otra), del tabú, los deseos ocultos, las pasiones reprimidas y obsesivas (como la envidia o los celos) y su depuración. También es la casa de las relaciones formalizadas, como el matrimonio o los contratos.
La casa 11: indica el máximo desarrollo del cuarto cuadrante, que tiene que ver con la madurez y con la integración de lo social en algo mayor. Es afín a la energía del signo fijo de Aire, Acuario. En oposición a la casa 5, es el ámbito en el que nos expresamos como parte de un colectivo y nos proyectamos en el entorno con un propósito común, y por tanto es la casa de los ideales, los proyectos sociales, la innovación tecnológica, la utopía y la solidaridad. Es la casa de nuestras convicciones, en la que nos proyectamos para conquistar la realidad. Por eso es también la casa de las amigas.
Como véis, las casas sucedentes desarrollan los procesos de cada cuadrante hasta su máxima expresión, pero constituyen en sí mismas un conjunto evolutivo que comprende la energía fija de tierra en la casa 2 (asociada al Yo Soy), sigue con la energía fija de fuego en la casa 5 (asociada al Yo Soy en el entorno), se desarrolla con la energía fija de Agua en casa 8 (asociada al Nosotras Somos) y acaba con la energía fija de aire en casa 11 (asociada al Nosotras Somos en el mundo).
Casas cadentes
La tercera casa de cada cuadrante es cadente, porque da fin al proceso asociado al cuadrante. Es una casa de hibridación, que abre las puertas a a cúspide siguiente y al siguiente cuadrante. Por eso las casas cadentes son afines a los signos mutables.La casa 3: indica la expresión abierta de lo desarrollado en el primer cuadrante, que tiene que ver con la identidad personal. Es afín a la energía del signo mutable de aire, Géminis. Es el ámbito de la conversación, el pensamiento cotidiano, la palabra, la exploración del entorno, la diversión, la pequeña aventura, la rapidez y el humor.
La casa 6: indica la expresión abierta de lo desarrollado en el segundo cuadrante, que tiene que ver con la integración de la identidad personal en el entorno. Es afín a la energía del signo mutable de tierra, Virgo. Es el ámbito en el que nos entregamos al entorno, y por tanto es la casa del trabajo, el servicio a los demás, la organización y prevención, la tarea pendiente y el pensamiento práctico. Por extensión, es la casa de los hábitos, la higiene y el cuidado de la salud. También es la casa del intelecto, del saber metódico y de lo que podemos conocer.
La casa 9: indica la expresión abierta de lo desarrollado en el tercer cuadrante, que tiene que ver con las relaciones y el ámbito social. Es afín a la energía del signo mutable de fuego, Sagitario. En oposición a la casa 3, es el ámbito del sistema de pensamiento, las creencias religiosas, los estudios superiores, la exploración del mundo, la búsqueda de experiencias, los viajes, la gran aventura, el optimismo y la visión general.
La casa 12: indica la expresión abierta de lo desarrollado en el cuarto cuadrante, que tiene que ver con la madurez y con la integración de lo social en algo mayor. Es afín a la energía del signo mutable de agua, Piscis. En oposición a la casa 6, es el ámbito en el que nos entregamos a lo que hay más allá y nos perdemos a nosotras mismas: es la casa de lo espiritual y trascendente, de los sueños, la confusión, el engaño, los viajes largos, la renuncia, la dependencia, el altruismo, el sacrificio, el confinamiento, las artes sublimes (como la música), las adicciones y las drogas. Es la casa del misterio y de lo inconsciente. La casa de lo que no conocemos.
Como véis, las casas cadentes flexibilizan y abren los procesos de cada cuadrante para dar paso hacia el siguiente, pero constituyen en sí mismas un conjunto evolutivo que comprende la energía mutable de aire en la casa 3 (asociada al Yo Exploro), sigue con la energía mutable de tierra en la casa 6 (asociada al Yo Doy al entorno), se desarrolla con la energía mutable de fuego en casa 9 (asociada al Nosotras Exploramos) y acaba con la energía mutable de agua en casa 12 (asociada al Nosotras Damos al mundo).
El viaje evolutivo a través de las casas
Primer cuadrante: la identidad personal.En la casa 1, angular: deseo. Ese deseo me lleva a descubrirme a mí misma.
En la casa 2, sucedente: soy. Saber quién soy me lleva a expresarme.
En la casa 3, cadente: me expreso. Al expresarme descubro mi entorno.
Segundo cuadrante: la integración del yo en el entorno.
En la casa 4, angular: percibo mi entorno. Al percibirlo descubro mi lugar en el entorno.
En la casa 5, sucedente: soy en mi entorno. Me proyecto en el entorno.
En la casa 6, cadente: me doy al entorno. Al entregarme descubro a las otras.
Tercer cuadrante: relaciones y ámbito social.
En la casa 7, angular: la otra desea. Su deseo me lleva a descubrir un nosotras.
En la casa 8, sucedente: nosotras somos nuestra relación. Relacionarnos nos lleva a expresarnos juntas.
En la casa 9, cadente: nosotras nos expresamos. Al expresarnos descubrimos nuestro propósito.
Cuarto cuadrante: la integración de lo social en algo mayor.
En la casa 10, angular: nosotras percibimos el mundo. Descubrimos nuestro lugar en él.
En la casa 11, sucedente: nosotras somos en el mundo. Nos proyectamos en el mundo.
En la casa 12, cadente: nosotras damos al mundo. Nos perdemos en la totalidad.
Y es entonces cuando el ciclo comienza de nuevo, concentrándose de nuevo en la identidad personal, en el deseo cardinal. ¿Te suena esotérico? Cuanto más esquemática sea la información, más aplicable será a cosas prácticas de la vida, créeme.
Espero que esta información os haya servido para comprender la carta astral de forma más integrada. Si queréis seguir aprendiendo cositas del abecedario astrológico, podéis hacerlo aquí. Un abrazo chichis!!!
Muchas gracias, por tanta entrega💐💚💐
ResponderEliminarMuchas gracias a ti! Un abrazo grande!
EliminarExcelente, la felicito...super amigable y bella su pagina,me encanto su manera de explicar
ResponderEliminarMuchísimas gracias, David! Es un gusto tenerte aquí. Un abrazo!
EliminarGracias! Divina explicación, muy práctica!
ResponderEliminarMuchas gracias!
Eliminar¡Interesante explicación!
ResponderEliminarEn mi caso, yo nací con el Ascendente en Tauro (7 grados, 46 minutos). Esto implica que mis casas angulares quedaron con sus cúspides en signos fijos, mis casas sucedentes en signos mutables y mis casas cadentes en signos cardinales. Además, tengo 5 planetas en casas sucedentes y 6 planetas en signos mutables.
¿Qué implica eso para mí? ¡Gracias de antemano!
Gracias por tu tiempo y explicaciones tan sencillas de entender, lo haces todo muy ameno para leerte. Me ha surgido una duda y es con referencia a la Casa 8; dices que es la casa de las relaciones formalizadas, como el matrimonio o los contratos. Yo tenía muy presente que eso se ve en la Casa 7. Me podrías explicar el por qué se ve en la casa 8 o fue un error de publicación.
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