¡Hola, chichis!! El solsticio de verano se acerca: probablemente, es el evento astronómico más celebrado a lo largo del tiempo. Y es que, para las antiguas economías agrarias, basadas en la cosecha, la luz solar era la fuente de su subsistencia. Cada cultura ha revestido a estas fechas con diferentes narrativas mitológicas, y como los esfuerzos evangelizadores de la Iglesia no la pudieron erradicar, se la apropiaron metiéndola con un poquito de maquillaje en el santoral, como hicieron con tantas otras manifestaciones culturales que se les resistían.
Los solsticios eran fiestas tan arraigadas entre nuestras antepasadas que la iglesia trató de taparlos con sus dos mejores celebrities del momento: el de verano, con el nacimiento de San Juan; el de invierno, también muy celebrado con rituales paganos, con el nacimiento de Jesús. No hay ninguna evidencia que avale estas fechas de cumpleaños tan arbitrarias (de estos personajes de dudosa existencia). Simplemente, las ubicaron ahí por conveniencia.
Ahora bien, ¿cómo puedes pasarlo bien en la fiesta de San Juan? Si te toca currar, no desesperes. Puedes encender una hoguera de justicia en la fábrica, bar o tienda en la que trabajes, especialmente si no te están pagando las horas extra (que no, ¡es broma, chichi!). Puedes hacerlo con la imaginación, eso sí. Porque se supone que es una noche "mágica" en la que todas somos un poquito autoindulgentes con la razón y nos prestamos a creer un poco más en la efectividad de formular deseos.
Si no sabes qué hacer para darle a la fiesta un poco más de tono, te cuento algunas cosas que yo haré, definitivamente. La más conocida y obvia es... ¡una hoguera! Pero si no tienes dónde, también puede estar bien un asadero, o incluso una vela en esa caja de zapatos que es tu piso. ¡Con cuidado, que el fuego quema! Pero además de eso te propongo tres cosas que en mi tierra son tradición y son bastante divertidas:
La primera, si vives cerca de una playa o un lago donde hacer una hoguera, puedes "regalar" fruta al agua y darte un baño si no hace demasiado frío. Esta costumbre, muy arraigada, tiene que ver con el pensamiento pagano de que la ofrenda de alimentos a la naturaleza hará que ella nos devuelva con creces lo que le hemos dado en forma de buenas cosechas, fertilidad o logros de algún tipo. No, yo tampoco busco precisamente fertilidad, pero hija, nuestras antepasadas estaban obsesionadas con eso 😅.
La segunda cosa que puedes hacer, y no supone tanto jaleo como la anterior, es escribir en un papel tus deseos, y quemarlo a medianoche. La idea es que el humo eleve tus palabras para que viajen hasta su realización. La conjura de deseos de San Juan es una de las tradiciones más extendidas y fáciles de realizar. Además, tiene el aliciente de dejar que nos sonsaquen o no nuestros secretos, algo bastante difícil si el ambiente etílico es notable, como suele suceder.
La tercera cosa es... ¡también a las doce de la noche! Así que intenta aplicar la logística para que no se te pase. Se trata de echar unas gotitas de tinta en un papel (puedes usar tintas de colores), doblarlo y abrirlo de nuevo. ¿Sabes esas manchas de tinta que se usan para analizar el pensamiento de los psicópatas en las pelis? Pues ¡eeeeeso es! Con este juego vas a tener la oportunidad de descubrir si tus amigas son psicópatas: si te dicen algo de que les parece no sé qué gato muerto, ¡sospecha! En cualquier caso, se supone que la mancha de tinta de cada una expresa la suerte que tendréis hasta el próximo San Juan.
En fin, sea lo que sea que hagáis en San Juan, espero que tengáis un buen verano... ¡recordad que solo acaba de empezar!
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